Las mujeres embarazadas deberían vacunarse contra el COVID-19, según recomiendan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
«Los CDC recomiendan que las embarazadas reciban la vacuna anti COVID-19. Sabemos que se trata de una decisión profundamente personal, y animo a las personas a que hablen con sus médicos o proveedores de atención primaria para determinar qué es lo mejor para ellas y para su bebé», dijo el viernes la Dra. Rochelle Walensky, directora de la agencia sanitaria, en una sesión informativa virtual.
La recomendación es una actualización de las orientaciones anteriores, que aconsejaban a las mujeres embarazadas que podían optar por vacunarse, pero no lo recomendaban.
El cambio de mensaje se produce tras los resultados preliminares de un estudio observacional de los CDC publicado en el New England Journal of Medicine, que no encontró «ninguna señal de seguridad evidente entre las personas embarazadas que recibieron las vacunas COVID-19 de ARNm».
Dos de las tres vacunas autorizadas para uso de emergencia en Estados Unidos, una de Moderna y otra de Pfizer-BioNTech, se basan en la tecnología del ARN mensajero (ARNm).
Los investigadores examinaron los datos del registro de embarazos v-safe y del Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS), de carácter pasivo. Ellos examinaron los datos de la encuesta de unas 30,887 mujeres que se identificaron como embarazadas en el registro y recibieron una de las vacunas de ARNm, así como de otras casi 5000 que descubrieron que estaban embarazadas después de recibir una inyección.
Un subconjunto de 3958 personas del listado respondió a las preguntas del centro de llamadas del registro v-safe. De ellas, casi el 98 por ciento informó de que no tenía una infección por COVID-19. Otras 56 tuvieron COVID-19 antes de la vacunación, mientras que 22 contrajeron la enfermedad después de la vacunación, incluidas a 12 madres dos o más semanas después de la aplicación.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Entre las 827 mujeres que completaron el embarazo, 712 dieron a luz a sus hijos con vida, en cambio en la mayoría de los otros casos el embarazo terminó en un «aborto espontáneo» (involuntario). Entre los bebés nacidos con vida, los resultados adversos incluyen 60 casos de parto prematuro, 23 casos del neonato de tamaño pequeño para la edad gestacional y 16 casos de anomalías congénitas importantes. No se registraron muertes neonatales entre los nacidos vivos. Se registró un caso de mortinato.
Decenas de casos de abortos espontáneos se notificaron a VAERS tras la vacunación. Esa es la afección específica del embarazo más común notificada al sistema de notificación pasiva después de la vacunación.
La Dra. Shelley Cole, y miembro de America’s Frontline Doctors, declaró anteriormente a The Epoch Times que es preocupante que una vacuna que aún está en fase experimental se recomiende a mujeres embarazadas y lactantes.
Los investigadores señalaron que las proporciones de los efectos para el embarazo y el neonato en las mujeres embarazadas que se vacunaron parecían similares a las incidencias publicadas en la literatura revisada por expertos.
«Las embarazadas experimentaron los mismos efectos secundarios que el resto tras la vacunación. También pudimos hacer un seguimiento detallado de más de 3900 mujeres embarazadas, de las cuales más de 800 completaron sus embarazos. Es importante destacar que no se observaron problemas de seguridad en las personas vacunadas en el tercer trimestre ni problemas de seguridad en sus bebés», dijo Walensky en la sesión informativa.
Las limitaciones del estudio incluyen el hecho de que la mayoría de las personas que se identificaron como embarazadas no respondieron a las preguntas, la naturaleza pasiva del sistema de notificación de vacunas y la falta de conocimiento sobre el número total de dosis de la vacuna anti COVID-19 administradas a las mujeres embarazadas.
Sin embargo, los primeros datos indicaron que las vacunas anti COVID-19 no solo protegen a las mujeres contra la enfermedad y sus complicaciones durante el embarazo, sino que transmiten los anticuerpos a sus hijos si se vacunan en el tercer trimestre.
Los CDC y los organismos reguladores de los medicamentos están estudiando más a fondo este aspecto.
«Es necesario un seguimiento continuado para seguir evaluando los resultados maternos, del embarazo, del neonato y de la infancia asociados a la vacunación materna con COVID-19, incluso en las primeras fases del embarazo y durante el periodo previo a la concepción. Mientras tanto, los datos actuales pueden ayudar a informar la toma de decisiones sobre la vacunación por parte de las personas embarazadas y sus proveedores de atención médica», escribieron los investigadores.
Según los CDC, en comparación con las personas no embarazadas, las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades graves a causa del COVID-19. Sin embargo, el riesgo general de enfermedad grave es bajo.
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