El gobierno federal de Canadá se enteró de que China había bloqueado el envío de una vacuna contra la COVID-19 destinada a ensayos clínicos en Canadá, después de que se acabara de anunciar un plan de colaboración entre ambos países, según revelan nuevos documentos.
El 12 de mayo de 2020, el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC) anunció planes de colaboración con CanSino Biologics Inc, una empresa china con conexiones con el ejército chino, para producir la vacuna Ad5-nCOV contra la COVID-19. CanSino habría sido la primera empresa en realizar ensayos clínicos para una vacuna candidata contra la COVID-19 en Canadá.
El 19 de mayo de 2020, el gobierno federal se enteró de que los envíos de la candidata a vacuna habían sido bloqueados por la Administración General de Aduanas de China, según documentos presentados en la Cámara de los Comunes el 25 de enero, informó iPolitics.
Pero el gobierno del Partido Liberal esperó tres meses antes de hacer público que la asociación con CanSino había terminado, según el último documento presentado por el NRC.
«En virtud de este acuerdo, CanSino debía proporcionar las dosis de la candidata a vacuna y transferir su tecnología de vacunas, de forma gratuita, para los ensayos clínicos de fase 1 y 2 en Canadá, y conceder al NRC un derecho no exclusivo para utilizar, producir y reproducir la vacuna para su uso en caso de pandemia de emergencia», dijo el NRC en respuesta a una pregunta de la diputada conservadora Michelle Rempel Garner.
Garner cuestionó la capacidad del gobierno federal canadiense para obtener las vacunas contra la COVID-19 durante una reunión del Comité de Salud el lunes.
«Nos enfrentamos a un reto monumental en este país, y necesitamos tener respuestas sobre por qué tenemos una escasez de vacunas, y lo que es más importante, qué va a hacer el gobierno para solucionarlo, porque es la única esperanza que podemos ofrecer a los canadienses», dijo Garner.
Aunque el Consejo de Estado chino se negó a aprobar el envío a Canadá, China permitió el envío de la candidata a vacuna a otros países para realizar ensayos clínicos en virtud de acuerdos similares a los celebrados con el NRC.
Mientras China seguía bloqueando el envío de las vacunas de CanSino, surgieron nuevos datos de los ensayos clínicos. El 5 de agosto de 2020, la ministra de Adquisiciones de Canadá, Anita Anand, anunció que el Grupo de Trabajo de Vacunas había llegado a acuerdos con Pfizer y Moderna.
«Debido a los largos retrasos en el envío de las dosis de la vacuna a Canadá, al hecho de que la candidata de CanSino ya hubiera entrado en pruebas avanzadas en otros países, y a los nuevos datos de ensayos clínicos que habían surgido en otras jurisdicciones, se decidió a finales de agosto que la oportunidad de llevar a cabo ensayos clínicos en Canadá para la Ad5-nCoV había pasado y el gobierno decidió centrarse en candidatas más prometedoras», dijo el NRC el lunes.
El líder conservador Erin O’Toole había criticado la decisión del gobierno federal de dar prioridad a la asociación con CanSino Biologics, que ha sido considerada una amenaza para la seguridad nacional.
«El CSIS [Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense] había estado señalando a CanSino como una amenaza para la seguridad nacional durante años, pero los liberales hicieron la vista gorda a nuestros expertos canadienses», escribió O’Toole en una columna de opinión en diciembre de 2020 en el National Post. «Después de extraer, sin duda, útiles investigaciones canadienses sobre vacunas, China rompió relaciones y se negó a enviar muestras».
El exministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Francois-Philippe Champagne, dijo que el retraso de la vacuna CanSino no estaba «necesariamente» relacionado con la ruptura entre Canadá y China. La relación de ambos países fue cuesta abajo tras la detención de Meng Wanzhou, la directora financiera de la empresa de telecomunicaciones china Huawei, en diciembre de 2018. Meng fue detenida en base a una orden de extradición de Estados Unidos por cargos de fraude bancario; pronto fue liberada y desde entonces está bajo arresto domiciliario en Vancouver.
Poco después de la detención de Meng, Beijing detuvo a dos canadienses —Michael Spavor y Michael Kovrig— que aún permanecen en prisiones chinas.
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