China desarrolla armas de control cerebral que amenazan a EEUU y aliados del Indo-Pacífico, dice informe

Por Frank Fang
13 de julio de 2023 3:49 PM Actualizado: 13 de julio de 2023 3:49 PM

China está desarrollando armas dirigidas contra las funciones cerebrales del ser humano, con el objetivo de emprender una guerra cognitiva para influir en los líderes gubernamentales y militares y poder controlar poblaciones enteras, según un nuevo informe.

«Sin que muchos lo sepan, el Partido Comunista Chino (PCCh) y su Ejército Popular de Liberación (EPL) se han establecido como líderes mundiales en el desarrollo de armas NeuroStrike», sostiene el informe (pdf), redactado por tres analistas de inteligencia cofundadores de la Iniciativa CCP BioThreats (Bioamenazas del PCCh).

En la actualidad, China no tiene la base industrial de defensa para fabricar los tipos de tecnologías para un programa NeuroStrike que se ajuste a «las ambiciones estratégicas» del PCCh, según el informe, pero un avance en la investigación podría tener graves implicaciones.

«Cualquier avance en esta investigación proporcionaría herramientas sin precedentes para que el PCCh establezca por la fuerza un nuevo orden mundial, lo que ha sido el objetivo de toda la vida de [el líder chino] Xi Jinping», dice el informe.

Lo que revela el documento se suma a los tantos desafíos a los que se enfrenta el mundo libre, en momentos en que el PCCh pretende remodelar el actual orden internacional basado en las normas. En febrero, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos sostuvo en un informe que China está utilizando programas e iniciativas para «promover una alternativa liderada por China» al actual orden internacional, una que favorezca «la soberanía estatal y la estabilidad política por encima de los derechos individuales».

Desde el punto de vista científico, NeuroStrike se define como el ataque dirigido contra el cerebro de los soldados o los civiles mediante tecnología no cinética, con los objetivos de alterar la cognición, reducir la conciencia situacional, infligir daños neurológicos a largo plazo y degradar las funciones cognitivas normales. El informe añade que la tecnología no cinética incluye microondas u otro tipo de energía dirigida.

Las armas pueden desplegarse mediante pistolas manipulables o armas más grandes que disparen haces electromagnéticos, pero la militarización de la neurociencia por parte del régimen chino va más allá «del alcance y la comprensión de las armas de microondas clásicas».

«Su nuevo panorama de desarrollo de NeuroStrike incluye el uso de interfaces humano-ordenador distribuidas masivamente para controlar poblaciones enteras, así como una gama de armas diseñadas para causar daños cognitivos», explica el informe.

El informe fue redactado por el Dr. Ryan Clarke, investigador principal del Instituto de Asia Oriental de la Universidad Nacional de Singapur; Sean Lin, exoficial del ejército estadounidense y microbiólogo; y L.J. Eads, exoficial de inteligencia de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y fundador de Data Abyss.

Infundir un miedo intenso

El régimen chino «considera el NeuroStrike y la guerra psicológica como un componente central de su estrategia de guerra asimétrica contra Estados Unidos y sus aliados en el Indo-Pacífico», escribieron los tres autores escribieron.

Particularmente, explicaron que las armas NeuroStrike «encajan» en la actual estrategia de «antiacceso/negación de área» (A2/AD) del régimen comunista, que consiste principalmente en bloquear la intervención de las fuerzas estadounidenses en conflictos iniciados por China en el Indo-Pacífico, como la invasión de Taiwán.

«Imaginemos tropas del EPL (al menos parcialmente) inmunizadas que se insertan en una geografía en la que se ha liberado una cepa bacteriana armamentística específica antes de su entrada para preparar el terreno y eliminar los puntos de resistencia», dice el informe. «Cualquier fuente de resistencia restante sobre el terreno es entonces tratada mediante un arma NeuroStrike del PCCh que infunde un miedo intenso y/u otras formas de incoherencia cognitiva que provocan la inacción».

Bajo este escenario, los militares chinos serían capaces de establecer un «control absoluto» sobre una región, como Taiwán, mientras » aturden cualquier opción estratégica estadounidense para intervenir».

«Esto anularía efectivamente y dejaría inerte la abrumadora superioridad convencional de Estados Unidos con muy pocos (si es que hay alguno) remedios a corto plazo», añade el informe. «Este escenario se basa en los programas de investigación de PCCh existentes conocidos y en cuáles son los claros objetivos estratégicos de esos programas».

La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos, en un informe publicado en 2022, identificó las capacidades (A2/AD) como una de las cinco áreas en las que China estaba invirtiendo como parte de su intento de desafiar a Estados Unidos. Esas capacidades incluían misiles balísticos y de crucero de largo alcance capaces de alcanzar los activos logísticos y de proyección de poder estadounidenses en el Pacífico occidental, incluido Guam, así como defensas aéreas que podían alcanzar hasta más de 550 km (341 millas) desde su costa.

Las otras cuatro áreas eran operaciones de superficie y submarinas, incluidos misiles balísticos capaces de alcanzar portaaviones a 1500 km (932 millas) de la costa china, capacidades cibernéticas diseñadas para desconectar los sistemas militares estadounidenses, capacidades espaciales como armas antisatélite y amplias inversiones en inteligencia artificial.

«Posición estratégica importante»

El reporte afirmó que la sanción estadounidense de 2021 contra la Academia de Ciencias Médicas Militares (AMMS) —un instituto de investigación de alto nivel del ejército chino— fue el resultado de su «papel de liderazgo» en la investigación del NeuroStrike.

Ese año, el Departamento de Comercio impuso restricciones comerciales y de inversión a AMMS y 11 de sus institutos de investigación, por ayudar al ejército chino, incluido el «supuesto armamento de control cerebral».

“AMMS representa una red compleja de vínculos globales aún abiertos, semi-sumergidos y totalmente ocultos que continúan ‘alimentando’ sus programas de investigación y desarrollo más agresivos”, dice el informe, antes de agregar que era necesario vigilar de cerca esta institución.

En 2017, Li Peng, investigador médico de una subsidiaria de AMMS, escribió en un artículo que “el estudio de la ciencia del cerebro nació de una visión de cómo evolucionaría la guerra futura”. Peng agregó que el estudio era crucial para asegurar una «posición estratégica importante» para cada país.

Según una publicación de la Universidad de Defensa Nacional de 2020, «los investigadores de la Academia de Ciencias Médicas Militares están utilizando macacos para examinar técnicas para interfaces cerebro-máquina que involucran la implantación de electrodos en el cerebro».

Se sabe que China está utilizando los llamados programas de reclutamiento de talentos para atraer a los extranjeros y ciudadanos chinos en los sectores de ciencia y tecnología para trabajar en China. Estos programas, que incluyen el más conocido “Programa de los Mil Talentos” y el “Programa de los Cien Talentos”, a menudo ofrecen grandes incentivos financieros, así como costos de reubicación, a sus participantes.

Wang Yizheng, quien una vez fue miembro de la facultad en la Universidad Thomas Jefferson, ahora es investigador de la AMMS, académico en la Academia de Ciencias de China estatal y vicepresidente de la Sociedad de Neurociencia de China. Su investigación incluye la comprensión de los mecanismos de supervivencia neuronal.

El Sr. Wang regresó a China en 2001 y fue nombrado uno de los participantes en el “Programa de los Cien Talentos”.

El FBI escribe en su sitio web que los planes de talentos en China fomentan el robo de secretos comerciales y el espionaje económico.

“Los planes de talentos [de China] por lo general implican transferencias no reveladas e ilegales de información, tecnología o propiedad intelectual que son unidireccionales y perjudiciales para las instituciones estadounidenses”, escribe la agencia.

«Escalada en la agresión del PCCh»

El informe decía que la Fuerza de Apoyo Estratégico del EPL (PLASSF) podría incorporar cualquier capacidad futura del NeuroStrike.

“El PLASSF ahora opera como un tipo de superestructura sobre una plataforma creciente y cada vez más activa de activos militares chinos (terrestres, marítimos, aéreos, cibernéticos y espaciales) en múltiples teatros en el Indo-Pacífico mientras sirve simultáneamente como plataforma de despliegue primario para el nuevo armamento NeuroStrike”, dice el informe.

“Con capacidades adicionales de NeuroStrike que pueden dañar, desorientar o incluso controlar la cognición adversaria percibida a nivel de la población, el PLASSF representaría una escalada exponencial en la agresión del PCCh en el Indo-Pacífico”.

Para contrarrestar las capacidades de NeuroStrike de China, el informe ofreció varias recomendaciones al gobierno de Estados Unidos, incluida la exploración de remedios en las directivas, como revisiones éticas para ciertos estudios de neurociencia y ciencias cognitivas. Hacerlo permitiría a los investigadores internacionales ser “más cautelosos” al asociarse con investigadores chinos, según el informe.

“Sanciones de precisión contra la fusión total de intereses civiles y militares del PCCh relacionados con el programa NeuroStrike del PCCh, incluidos miembros específicos del PCCh y sus posesiones”, dice otra recomendación del informe.

Bajo la estrategia de fusión, el PCCh obliga a su sector privado a apoyar el avance tecnológico de sus militares. Según el Departamento de Estado, la estrategia implica el robo de propiedad intelectual para que China “logre el dominio militar”.


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