China despliega a la policía antidisturbios en un esfuerzo por sofocar las protestas de COVID-19

Por Frank Fang
30 de noviembre de 2022 11:45 AM Actualizado: 30 de noviembre de 2022 11:45 AM

Policías antidisturbios chinos vestidos con trajes blancos para materiales peligrosos se enfrentaron a los residentes de la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, el martes por la noche, según vídeos en línea observados por Reuters.

Decenas de policías antidisturbios con escudos avanzaron en formación sobre lo que parecían barreras de contención que habían sido arrancadas, mientras les lanzaban objetos en su dirección, mostró un vídeo de Twitter. Más tarde, se vio a la policía escoltando a algunas personas esposadas fuera del lugar.

Otro vídeo mostró a personas que lanzaban objetos contra la policía. Por último, un tercer vídeo mostró a algunos huyendo después de que un bote de gas lacrimógeno cayera entre ellos y arrojara gases.

Los vídeos fueron grabados en el distrito de Haizhu, en Guangzhou, según Reuters. La agencia de noticias no pudo determinar la secuencia de los acontecimientos ni lo que podría haber desencadenado los enfrentamientos.

En las redes sociales se dijo que los enfrentamientos se produjeron por las restricciones locales de confinamiento, según Reuters.

El distrito de Haizhu fue escenario de una importante protesta a mediados de noviembre, cuando más de 1000 residentes salieron a la calle para protestar contra las prolongadas medidas de cierre local. Ellos querían un mayor acceso a los alimentos, los suministros esenciales y al tratamiento médico.

Las protestas estallaron en toda China durante el fin de semana, impulsadas en parte por la ira que provocó un dramático incendio en la región de Xinjiang, en el extremo occidental del país, en el que murieron 10 personas, según las cifras oficiales. Al parecer, las restricciones locales por COVID-19 impidieron a los residentes escapar del incendio y retrasaron la llegada de los socorristas al lugar de los hechos.

El motivo principal de las protestas ha sido el creciente descontento público por la implacable política del régimen comunista chino contra COVID-19, que somete a las personas a repetidas pruebas de detección del virus y al confinamiento en sus hogares.

Los manifestantes aprovecharon las concentraciones para reclamar mayores libertades, mientras que algunos exigieron la dimisión del líder chino Xi Jinping y del Partido Comunista Chino (PCC).

Desde el mortífero incendio, se han producido 43 protestas públicas en 22 ciudades de China, según un recuento realizado por Nathan Ruser, investigador del Australian Strategic Policy Institute.

Un manifestante grita durante una protesta por las víctimas de un incendio mortal, así como en una protesta contra las duras restricciones de COVID-19 de China, en Beijing, el 28 de noviembre de 2022. (Noel Celis/AFP vía Getty Images)

Represión

Ante la mayor muestra de desobediencia civil que los dirigentes del Partido Comunista en Beijing han visto en décadas, los funcionarios chinos han comenzado a perseguir a los manifestantes, e incluso a detenerlos.

«A uno de mis amigos que publicó un vídeo en el que se pedía la dimisión de Xi se lo llevó la policía anoche», dijo a Reuters un residente de Beijing que pidió no ser identificado.

«Otros amigos que publicaron vídeos similares tuvieron que ir a la comisaría. La mayoría fueron retenidos durante unas horas y se les pidió que firmaran un papel prometiendo que no volverían a hacerlo. La mayoría ya ha borrado sus posteos».

El lunes, una manifestante de Beijing que pidió no ser nombrada por su seguridad dijo a la agencia AFP que un policía local se había puesto en contacto con ella y con cinco de sus amigos.

«Él dijo mi nombre y me preguntó si fui al río Liangma anoche (…) me preguntó muy específicamente cuánta gente había allí, a qué hora fui, cómo me enteré», dijo la manifestante.

Al menos 1000 personas, separadas en dos grupos, se concentraron a lo largo de la tercera carretera de circunvalación de Beijing, cerca del río Liangma, en las primeras horas del lunes.

«No queremos mascarillas, queremos libertad. No queremos pruebas de detección de COVID, queremos libertad», coreaba uno de los grupos, según Reuters.

El máximo órgano policial del régimen chino, la Comisión Central de Asuntos Políticos y Jurídicos, emitió el martes una declaración en la que advertía sobre las llamadas «fuerzas hostiles», tras una reunión presidida por su secretario del partido, Chen Wenqing.

«En la reunión se hizo hincapié en que los órganos políticos y jurídicos deben tomar medidas eficaces para (…) salvaguardar con decisión la seguridad nacional y la estabilidad social», dice una declaración, según The Associated Press.

«Nosotros debemos reprimir con decisión las actividades de infiltración y sabotaje de las fuerzas hostiles de acuerdo con la ley, reprimir con decisión los actos ilegales y delictivos que alteran el orden social y mantener con eficacia la estabilidad social general», dice a continuación.

Aunque la declaración no se refería a las protestas, Hu Xijin, exredactor jefe del periódico estatal chino Global Times, escribió en Twitter que era una advertencia contra los manifestantes.

«Los funcionarios chinos utilizaron un lenguaje implícito, pero también transmitieron un claro mensaje de advertencia», escribió Hu. «Los manifestantes deben haberlo entendido. Si repiten esas protestas, los riesgos aumentarán gravemente».

Un hombre es detenido mientras la gente se concentra en una calle de Shanghai el 27 de noviembre de 2022, donde la noche anterior se produjeron protestas contra la política china de cero cocvid tras un incendio mortal en Urumqi, la capital de la región de Xinjiang. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

Preocupaciones

Legisladores de todo el mundo han expresado su solidaridad con los manifestantes en China.

A su vez, grupos de derechos humanos han pedido a las autoridades chinas que respeten el derecho a protestar pacíficamente.

«En lugar de penalizar a la gente, el gobierno debería escuchar sus peticiones. Las autoridades deben dejar que la gente exprese sus pensamientos libremente y proteste pacíficamente sin temor a represalias», afirmó Hana Young, directora regional adjunta de Amnistía Internacional, en una declaración publicada el 27 de noviembre.

«El gobierno chino debe revisar inmediatamente sus políticas de COVID-19 para garantizar que son proporcionales y están limitadas en el tiempo», añadió Young. «Deben suspenderse todas las medidas de cuarentena que supongan una amenaza para la seguridad personal y restrinjan innecesariamente la libertad de movimiento».

«El gobierno también debe investigar de forma rápida, eficaz y exhaustiva el incendio de Urumqi, para evitar que se repita, hacer justicia a las víctimas y a sus familias, y demostrar a la población que son receptivos a sus quejas».


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


+

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.