Una serie de llamados de Beijing para eliminar a las «ovejas negras» dentro del único partido político gobernante de China ponen en evidencia su actual lucha por el poder, dicen los expertos.
En la última semana, la principal agencia de seguridad pública de China declaró en repetidas ocasiones que debían erradicar las fuerzas restantes de varios exmiembros de alto rango del Partido Comunista Chino (PCCh), los llamados «grandes tigres», a pesar de que ellos fueron encarcelados años atrás en medio de una amplia represión a la corrupción bajo el mando del líder del PCCh, Xi Jinping.
Se debe realizar un «exhaustivo autoexamen y autocorrección» para «eliminar con determinación a las ovejas negras», dijo un funcionario chino. La lista de nombres incluye políticos de la facción rival de Xi, dirigida por el exlíder Jiang Zemin.
La lista la encabeza Zhou Yongkang, un antiguo jefe de seguridad de China. Zhou fue condenado a cadena perpetua por aceptar sobornos en 2015, además de ser acusado de abuso de poder y de filtrar secretos de Estado. Zhou es también un leal de Jiang.
Aunque los observadores dijeron que la campaña anticorrupción tenía como objetivo acabar con los oponentes políticos de Xi o con los potenciales rivales que amenazaban su poder, las últimas denuncias indican una imagen menos unificada del PCCh, según los expertos.
El comentarista de asuntos chinos, Wang Youqun, dijo que el afán de Xi dentro de una batalla por el poder pone de manifiesto su «fuerte sensación de inseguridad».
Mientras estaba al mando, Zhou controlaba las fuerzas policiales, las agencias de espionaje, los sistemas judiciales y las instituciones fiscales de todo el país. Después de que Xi se convirtiera en el líder del PCCh en 2012, Zhou fue puesto bajo investigación y en 2014 fue destituido.
El comentarista estadounidense de asuntos chinos, Li Linyi, dijo a The Epoch Times el 6 de septiembre que no todo el remanente del poder de Zhou fue expulsado en los últimos siete años desde su caída.
La eliminación «nivel por nivel» requiere un esfuerzo, dijo. «No solo hay que excluir a los promovidos [por Jiang], sino también a sus subordinados».
Mientras tanto, según Li, los documentos emitidos por Zhou, así como sus fotos anteriores tomadas con otras personas también deben ser eliminadas, tal y como especifica la normativa interna.
Aún no hay señales de que la actual lucha por el poder llegue a su fin.
Entre febrero y julio de 2021, la Comisión de Asuntos Políticos y Legales de China atrapó y castigó a casi 180,000 funcionarios judiciales y de las fuerzas del orden, informó el organismo a fines de agosto. Una segunda campaña lanzada a mediados de agosto, también conocida como «rectificación educativa», durará otros tres meses.
El ministro de Seguridad Pública, Zhao Kezhi, dijo que la medida era para eliminar aún más las amenazas ocultas dentro del Partido, incluidos los allegados de altos funcionarios caídos, como Zhou y cualquier político de doble cara.
Según Li, los jefes de los departamentos provinciales de seguridad pública y los secretarios de los comités políticos y legales están «nadando entre dos aguas», muchos de los cuales fueron promovidos por la facción de Jiang cuando estaban en el poder.
El 1 de septiembre, en la Escuela Central del Partido en Beijing, Xi pidió a los jóvenes dirigentes del régimen comunista que fueran «valientes para luchar» contra los enemigos y fueran leales a la dirección comunista. Un día después, el máximo órgano anticorrupción de China dijo en su página web oficial que los «grupos de interés» buscan hacerse con el poder del Estado.
Los analistas sugieren que es probable que se eliminen más grandes tigres del sistema político y legal de China para consolidar el poder de Xi.
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