Un grupo bipartidista de senadores estadounidenses se pronunció este martes a favor del informe emitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el cual concluye que el régimen cubano participó en las muertes de los activistas cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Desde 2013, los senadores Marco Rubio (R-Fla) y Dick Durbin (D-IL) pidieron a la CIDH que investigaran las muertes de ambos activistas cubanos, quienes fallecieron en un sospechoso accidente automovilístico en 2012–un trágico evento que sus familiares y la oposición siempre pensaron que fue ocasionado por el régimen de Cuba.
El senador Bob Menéndez (D-NJ), Ben Cardin (D-MD), Mark Warner (D-VA), Ted Cruz (R-TX) y Bill Cassidy (R-LA) también se sumaron a este pedido.
“Por fin, tenemos un veredicto claro sobre lo sospechábamos desde un principio”, escribieron los senadores en un comunicado conjunto el martes. “Tras años de acoso mezquino y cobarde al patriota cubano y activista pro-democracia Oswaldo Payá, la responsabilidad de su trágica muerte y la de su colega Harold Cepero recae sobre la dictadura cubana”.
Payá fue un importante líder de la oposición cubana y destacada figura de derechos humanos, quien atrajo la atención de la comunidad internacional al iniciar un referéndum para otorgar a los cubanos una nueva Constitución, amnistía para los presos políticos y elección de Asamblea Constituyente.
Poco antes de su muerte, el líder del Movimiento Cristiano Liberación criticó a la Iglesia católica en Cuba por dialogar con la dictadura de Raúl Castro.
Según el informe del régimen cubano, el político español Ángel Carromero perdió control del vehículo donde viajaban Payá y su compañero Cepero en una carretera cerca de Bayamo, en Granma, y se estrelló contra un árbol. Las autoridades del régimen arrestaron a Carromero y lo sentenciaron a cuatro años de prisión por homicidio imprudente vehicular.
Sin embargo, la investigación del organismo, la cual se tardó diez años en completarse, contradijo los hallazgos de la dictadura cubana. El informe tomó en cuenta el testimonio de Carromero, quien declaró que el automóvil en el que viajaban fue impactado por un auto oficial, lo cual fue corroborado por un testigo ocular.
La comisión también dijo que observó varias irregularidades, entre ellas que los familiares de Payá nunca tuvieron acceso a los informes de autopsia, ni al contenido de diligencias realizadas.
Los senadores estadounidenses recordaron que Payá «lideró un heroico y valiente movimiento pacífico».
«En vez de respetar las demandas del pueblo por unas libertades humanas básicas, la dictadura cubana alteró cobardemente la disposición constitucional que permite que el público solicite dicho cambio. El régimen de Castro acosó sin descanso a Payá y Cepero, lo cual concluyó con su trágica muerte”, añadieron.
La CIDH también concluyó que la dictadura cubana vulneró los derechos de Carromero y debería hacer efectiva una compensación.
Los legisladores asimismo resaltaron que la culpabilidad del régimen cubano en la muerte de Payá y Cepero también resalta “la realidad de los muchos presos políticos y de conciencia en la isla que han sido y continúan siendo censurados, encarcelados arbitrariamente, torturados y que son víctimas de hostigamiento simplemente por exigir incluso una apariencia de libertad política o económica”.
Con información de EFE.
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