“Como una prisión»: Tras 6 semanas de confinamientos en Shanghai sus residentes están desesperados

Por Dorothy Li
11 de mayo de 2022 2:54 PM Actualizado: 11 de mayo de 2022 2:54 PM

Han pasado seis semanas y el cierre de Shanghai solo se ha vuelto más duro. Los funcionarios están sometidos a fuertes presiones para que eliminen todas las infecciones de COVID-19 dentro de las comunidades según los estándares de «cero-COVID» del régimen, lo que deja a millones de ciudadanos con pocas esperanzas a la vista.

En algunas partes de la ciudad, si un edificio de apartamentos tiene un caso positivo, todos sus residentes serían enviados a la fuerza a instalaciones de cuarentena. Mientras tanto, las personas contagiadas han tenido que entregar las llaves de sus casas para que los funcionarios sanitarios puedan desinfectar sus viviendas.

Algunos residentes de Shanghai han informado que sus vecindarios han anunciado un «período de tranquilidad», en el que nadie puede salir de casa y se suspenden las entregas, aunque no ha habido un anuncio oficial.

Estas estrictas políticas han sido un golpe adicional para los 25 millones de residentes de la ciudad que han estado dependiendo de las entregas para obtener alimentos y otras necesidades diarias mientras están confinados dentro de sus hogares.

El endurecimiento de las restricciones se produjo después de que el líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping, se refiriera por primera vez al brote de Shanghai. En su intervención en la reunión del Comité Permanente del Politburó, compuesto por siete miembros, el 5 de mayo, Xi prometió ganar lo que denominó una «batalla en defensa de la gran Shanghai», al tiempo que lanzaba advertencias contra todo aquel que cuestionara la política de cero-COVID, según la cadena estatal CCTV.

Después de la reunión en Beijing, el jefe del partido de Shanghai, Li Qiang, ordenó el 6 de mayo a los funcionarios que “emitan órdenes militares en todos los niveles y tomen medidas más decididas y poderosas para superar la gran guerra y las grandes pruebas”, según un comunicado oficial.

‘Si una persona da positivo aíslan todo el edificio donde vive’

Según los avisos online de una comunidad de vecinos, sus residentes serían enviados a instalaciones de cuarentena centralizadas si alguien en su edificio daba positivo. Durante el fin de semana, muchos compartieron en Weibo (una red social china parecida a Twitter) que se los llevaron a la fuerza para ponerlos en cuarentena. El 10 de mayo, la publicación titulada: “Una persona dio positivo en la cuarentena de todo el edificio”, obtuvo 1 millón de visitas.

Cuando se les preguntó sobre el reclamo en una sesión informativa el mismo día, los funcionarios de la ciudad explicaron que la definición de contacto cercano dentro de un edificio sellado incluye a los residentes que viven arriba o debajo del piso donde una persona dio positivo. Anteriormente, las personas que compartían el apartamento o vivían en el mismo nivel que los casos positivos se consideraban contactos cercanos. El criterio ampliado significa que más personas en el mismo edificio ahora corren el riesgo de ser enviadas al centro de aislamiento, a pesar de que los funcionarios pidieron evitar el enfoque de «talla única».

En un video ampliamente compartido, policías con trajes de protección personal discuten con los residentes a quienes se les dijo que debían estar en cuarentena después de que un vecino dio positivo.

“Esto es para que podamos eliminar completamente cualquier caso positivo”, se le escucha a uno de los oficiales. “No es que puedas hacer lo que quieras a menos que estés en Estados Unidos. Esto es China”, dijo otro oficial de policía. “Deja de preguntarme por qué. No hay porqué. Tenemos que cumplir con las pautas nacionales y las políticas de control de epidemias”.

En otro video viral de Douyin, una versión china de Tiktok, se escuchó al personal del vecindario vestido con trajes de protección personal que patrullaban la calle vacía diciendo: “Residentes, por favor no salgan. Si una persona se contagia, se llevarán a todos los del edificio”.

The Epoch Times no pudo verificar la autenticidad de estos videos.

Un trabajador, con equipo de protección, camina junto a las barreras durante un bloqueo en el distrito de Jing’an, en Shanghai, el 31 de marzo de 2022. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

“Período de quietud”

Varias comunidades residenciales han ordenado a la gente que no salga de casa ni reciba entregas. Las comunidades dijeron que tal recomendación hacía parte de un «periodo de quietud».

Una comunidad residencial en el distrito de Pudong, de Shanghai, ordenó a las personas que no salieran de sus hogares ni recibieran entregas esenciales, como alimentos y medicinas, según un residente que compartió el aviso con The Epoch Times.

Se pidió a las personas que cancelaran los pedidos de alimentos si los paquetes estaban programados para entregarse antes del 10 de mayo, se lee en un comunicado emitido por la comunidad del vecindario de Laoshan Sancun. The Epoch Times no pudo comunicarse con la comunidad después de repetidas llamadas.

Otro residente de Pudong, de apellido Hu, le dijo a The Epoch Times el 9 de mayo que también recibió el mensaje de los comités vecinales. Se suponía que las personas en el complejo residencial de Hu serían liberadas el 11 de mayo después de no registrar nuevas infecciones durante dos semanas. Pero el “período de quietud” significa que estarían confinados en su casa por otros tres o cuatro días, según Hu.

El fin de semana, los residentes de, al menos, cuatro de los 16 distritos de Shanghái recibieron avisos similares, y a muchos se les permitió caminar dentro de sus complejos residenciales, según Reuters.

Un trabajador, con un equipo de protección, se encuentra junto a las barreras durante el bloqueo como medida contra el COVID-19, en el distrito de Jing’an, en Shanghai, el 31 de marzo de 2022. (HECTOR RETAMAL/AFP vía Getty Images)

“Sin esperanza”

El funcionario de la ciudad de Shanghai, Jin Chen, confirmó en una conferencia de prensa el 10 de mayo que los trabajadores de la salud deben desinfectar los hogares de las personas con COVID. El funcionario recordó a los residentes que informen a los trabajadores de la salud sobre los artículos que necesitan protección especial.

Las preocupaciones han aumentado después de que surgieron grabaciones en las redes sociales que muestran al personal de un vecindario en Shanghai exigiendo a los residentes que entreguen las llaves de sus hogares para permitir que los trabajadores de la salud realicen la desinfección.

Un residente de apellido Chen le dijo a The Epoch Times que a las personas en la ciudad de Beicai se les pidió que entregaran sus llaves cuando fueron enviadas a la cuarentena.

Los trabajadores de la salud rociaron agua desinfectante en el piso, los muebles y las camas, según Chen. Agregó que arrojaron toda la comida congelada al piso mientras desinfectaban los refrigeradores.

“La gente se pone furiosa cuando llega a casa después de dos semanas de cuarentena: La comida está mohosa y huele mal… y hay moscas por todas partes”, agregó Chen.

Las medidas extremas llenaron la angustia pública y plantearon dudas sobre su legalidad.

El profesor Tong Zhiwei, que enseña derecho en la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China Oriental, escribió en un ensayo que circuló ampliamente en Weibo el 7 de mayo que tales actos eran ilegales y debían cesar.

“Ninguna organización en Shanghai tiene derecho a exigir por la fuerza a los residentes que entreguen las llaves y entren a sus hogares para la ‘desinfección’”, escribió Tong. “Cualquier práctica de utilizar medios coercitivos para obligar a los residentes a ser enviados a albergues para aislamiento es ilegal”.

Liu Dali, abogado de uno de los bufetes de abogados más grandes de China, escribió una carta similar a las autoridades.

Las copias de ambas cartas han sido censuradas en el Internet de China. Las publicaciones de la cuenta de Tong en las redes sociales en Weibo fueron bloqueadas desde el 8 de mayo.

Distrito de Jing’an en Shanghai, el 29 de abril de 2022, durante el cierre de la ciudad. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

El control de mano dura ha dejado a algunos sin esperanza de libertad en el corto plazo. El 9 de mayo, Shanghai registró 3014 casos, frente a los 3947 del día anterior, aunque los residentes dijeron repetidamente que las cifras oficiales no se reportaron, dada la práctica del régimen de encubrir información que considera dañina para su imagen.

El 10 de mayo, las dos últimas líneas de metro suspendieron sus operaciones, según The Paper, un medio de noticias respaldado por el estado.

Un residente de Pudong, de apellido Wang, dijo que siempre hay uno o dos casos positivos después de las pruebas obligatorias a todos los habitantes de los 33 edificios de apartamentos de su comunidad.

“Todos los vecinos se están quejando. Parece que no hay esperanza de aliviar las restricciones. Podríamos estar sellados hasta el último día de este año”, dijo Wang a The Epoch Times el 9 de mayo. “La gente está desesperada”.

“Es como una prisión”, dijo Coco Wang, residente de Shanghai que vive bajo las nuevas restricciones. “No le tenemos miedo al virus. Le tenemos miedo a esta política”.

Luo Ya, Yi Ru, Lin Cenxin contribuyeron a este artículo.

Con información de Reuters.


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