Una pareja que estaba celebrando su boda en una isla de Michigan se llevó el susto de su vida cuando se produjo un incendio en la casa del lado. Mientras los socorristas se movilizaban para extinguir las llamas, la pareja se dirigió a una iglesia local para orar.
Sin saberlo, los invitados a la boda y muchos habitantes de la isla estaban ocupados salvando el banquete de la recepción, creando recuerdos que la pareja atesorará por el resto de sus vidas.
Jake y Elizabeth Landuyt, residentes de Michigan durante toda su vida, de 28 años de edad, se casaron el 30 de mayo en la iglesia católica Sainte Anne de la isla de Mackinac. La pareja llegó a la recepción en un club náutico cercano. Tan solo un minuto y medio después de que el padre de la novia diera el primer discurso, unos invitados interrumpieron la fiesta al notar que había humo.
Brigadoon Cottage, una casa familiar vecina, estaba en llamas.
«Todo se detuvo en seco y terminamos evacuando a los pocos minutos», dijo Jake a The Epoch Times en una entrevista telefónica.
Por suerte, la familia y sus perros salieron ilesos de la casa. Cuando Jake y Elizabeth iban de camino a la iglesia de Sainte Anne para orar por las víctimas del incendio, se tomó una fotografía de la pareja alejándose del club náutico de la mano, con las llamas y el humo detrás de ellos, y luego se hizo viral.
«Esa foto la tomó un desconocido», dijo Jake. «No teníamos ni idea de que la habían tomado hasta que la vimos más tarde, y es una foto bastante increíble».
La pareja, abrumada por todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, rezó por las víctimas del incendio y se enfocó en la gratitud por su ceremonia de boda. Cuando terminó el día, compartieron su primer baile como marido y mujer a solas en la iglesia con una canción desde el teléfono.
Sin embargo, los invitados a la boda no están dispuestos a dejar que el día especial de los recién casados termine tan abruptamente.
El padrino de Jake —su hermano—, los padrinos de boda, las damas de honor y la comitiva nupcial regresaron al Mission Point Resort, donde se estaban alojando. El grupo se puso a conversar con el personal del resort, que inmediatamente se ofreció a ayudar a reubicar la recepción en un pabellón vacío con hermosas vistas.
«Todo el tiempo Elizabeth y yo estuvimos en la iglesia, sin tener ni idea de que algo como esto estaba sucediendo», dijo Jake. Tuvimos invitados llevando flores desde el club náutico hasta Mission Point, tuvimos gente llevando nuestros pasteles y algunas de nuestras decoraciones, y luego tuvimos a todos estos negocios ayudando de todas estas formas diferentes».
La comida que estaba parcialmente preparada se llevó a la puerta de al lado y el Island House Hotel terminó de cocinarla. El restaurante Pink Pony envió tazas, platos y cubiertos, Shepler’s Ferry prometió un transbordador de vuelta a tierra firme a última hora de la noche, y el botones del Mission Point Restort, Michael McIlraith, hizo de camarero.
Ninguno de los negocios cobró un céntimo por sus servicios.
Cuando la pareja salió de la iglesia y se dirigió al Mission Point Resort, fue recibida por familiares, amigos y el increíble esfuerzo de la unida comunidad de la isla de Mackinac.
Incluso pudieron repetir su primer baile rodeados de sus seres queridos y donaron cerveza a los bomberos de la isla por haber salvado Brigadoon Cottage.
«Fue realmente, creo, mucho más especial poder terminar de celebrarlo con nuestros amigos y nuestra familia», reflexionó Jake. «Fue muy, muy especial y algo que espero que la gente tenga la oportunidad de experimentar, un momento así, porque realmente muestra lo buena que es la gente. Incluso cuando son desconocidos».
Mission Point Resort compartió la historia de los recién casados, y sus fotos, en Facebook. «El orgullo por la isla irradió realmente en toda nuestra comunidad el domingo», publicaron.
El resort también confirmó que planean apoyar a los afectados por el incendio mientras reconstruyen su casa.
Jake, ingeniero de Rochester, y Elizabeth, analista de software de atención médica de Mackinaw City, se conocieron cuando eran estudiantes de primer año en la Universidad de Michigan. Ambos jugaban hockey y Elizabeth llamó la atención de Jake de inmediato.
Él la recordaba como «tímida (…) pero [es] la persona más amable que haya conocido».
Jake le propuso matrimonio, en noviembre de 2019, a la orilla del arrecife Sand Dune en el norte de Michigan, uno de los lugares favoritos de la pareja para ir a acampar. Él esperaba un clima otoñal y fresco, pero una inesperada tormenta de nieve hizo que fuera «el día más mágico que puedan imaginar».
Dieciocho meses después, la magia continúa.
«Fue un día increíble (…) y con todo el amor y el apoyo que se desprendió de nuestra comunidad», dijo Jake sobre la boda. «Uno es muy, muy bendecido de tener esa experiencia».
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