Un hombre que admitió su participación en una conspiración para secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, fue condenado el miércoles a seis años de prisión.
Ty Garbin recibió una sentencia significativamente menor debido a su pronta decisión de cooperar con los fiscales que estaban construyendo casos contra otros cinco presuntos conspiradores.
Garbin es el primero de los seis presuntos conspiradores que se ha declarado culpable hasta ahora. Había admitido su papel en la trama semanas después de ser detenido el pasado otoño. En la audiencia de sentencia, pidió disculpas a la gobernadora y a su familia.
«No puedo ni empezar a imaginar la cantidad de estrés y miedo que su familia sintió por mis acciones», dijo Garbin, de 25 años. «Y por eso, realmente lo siento».
Según el acuerdo de culpabilidad, Garbin dijo que él y otros cinco hombres se entrenaron en su propiedad en Luther, Michigan, donde construyeron una casa parecida a la casa de vacaciones de Whitmer y la atacaron con armas de fuego.
Los fiscales destacaron la cooperación de Garbin y recomendaron una sentencia de nueve años. El juez de distrito Robert Jonker decidió una sentencia de poco más de seis años, explicando que estaba convencido de que Garbin se mantendría alejado de los problemas una vez que saliera de prisión.
La «Constitución está concebida para garantizar que resolvamos de forma pacífica nuestros puntos de vista fundamentales y diferentes de forma pacífica, no a punta de pistola, ni con alguna otra amenaza de fuerza bruta o una conspiración de secuestro», dijo el juez.
Tanto la defensa como la fiscalía elogiaron la disposición de Garbin a admitir su culpabilidad antes de que el gobierno revelara todas las pruebas tras su detención.
El fiscal adjunto Nils Kessler dijo que Garbin «no se reprimió».
«Venía y decía: ‘Planeamos hacer esto y yo participé a sabiendas’. Se sentó durante horas para responder a todas nuestras preguntas», dijo Kessler.
El abogado de Garbin, Gary Springstead, dijo al juez que su cliente «va a ser un testigo estelar» contra los otros presuntos conspiradores. Springstead dijo a los periodistas que Garbin «puede decir lo que tenía en mente en ese momento, y es que esto no era un complot fantasioso. Era real. Y puede decirle al gobierno por qué cree que otras personas tenían la misma intención que él y mostrarles dónde buscar».
«Ty Garbin testificó ante el gran jurado en apoyo de la acusación que hizo que fuera procesado. Está verdadera, genuina y sinceramente arrepentido», dijo Mark Satawa, otro abogado defensor.
Whitmer escribió una declaración de impacto de la víctima al juez, diciendo que «las cosas nunca serán lo mismo».
«Las amenazas continúan», dijo en junio. «He mirado por mis ventanas y he visto grandes grupos de personas fuertemente armadas a menos de 30 metros de mi casa. Me he visto colgada de manera simbólica. Hace días, en una manifestación había un cartel que pedía ‘quemar a la bruja'».
El año pasado, Whitmer impuso importantes restricciones a la circulación de las personas y a la economía a causa del COVID-19, aunque desde entonces se han levantado muchas de estas. En el Capitolio de Michigan se celebraron concentraciones, en algunas participaron manifestantes armados que pedían la destitución de la gobernadora.
Algunos de los acusados en la conspiración, incluidos los acusados en el tribunal estatal, se unieron a las protestas. Los fiscales han dicho que el cabecilla habló inicialmente de reclutar a 200 hombres para atacar el edificio, tomar rehenes y «ejecutar a los tiranos».
Con información The Associated Press.
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