WASHINGTON —Cuatro Proud Boys fueron declarados culpables el 4 de mayo de conspiración sediciosa por su participación en la irrupción en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Los miembros del jurado declararon a Enrique Tarrio, Ethan Nordean, Joe Biggs y Zachary Rehl culpables de conspiración sediciosa, que conlleva una pena de prisión de hasta 20 años.
Estos cuatro acusados también fueron declarados culpables de conspiración para obstruir un procedimiento oficial.
Junto con el codemandado Dominic Pezzola, fueron declarados culpables de conspiración para impedir que un funcionario cumpliera con sus deberes, obstrucción de la aplicación de la ley y destrucción de bienes del Estado, lo que supone otras décadas de prisión.
Pezzola también fue declarado culpable de robo de propiedad estadounidense, cargo al que no se enfrentaban los otros cuatro.
Tarrio fue condenado a pesar de no encontrarse en Washington el 6 de enero. Un abogado que lo representa no quiso hacer comentarios.
Los miembros del jurado del juicio federal de Washington emitieron un veredicto parcial y fueron enviados de nuevo a deliberar sobre los cargos restantes, incluido el cargo de conspiración sediciosa de Pezolla.
Los Proud Boys se han descrito a sí mismos como «una organización fraternal prooccidental para hombres que se niegan a disculparse por haber creado el mundo moderno» y se hicieron conocidos por ayudar a proporcionar seguridad en actos a favor de Donald Trump tras enfrentarse a miembros de la red Antifa en varios lugares. Tarrio era el jefe del grupo. Rehl era presidente de una división. Nordean, Biggs y Pezzola eran miembros.
Los fiscales habían alegado que los Proud Boys planearon y llevaron a cabo planes para detener el traspaso de poder a Joe Biden interrumpiendo el Congreso, que estaba certificando los votos electorales de las elecciones de 2020.
Los fiscales dijeron a los jurados que el grupo se veía a sí mismo como «el ejército de Trump» y estaba preparado para una «guerra total» para impedir que Biden se convirtiera en presidente.
Los Proud Boys estaban «alineados detrás de Donald Trump y dispuestos a cometer actos violentos en su nombre», dijo el fiscal Conor Mulroe en su alegato final.
Los abogados defensores negaron que hubiera complot alguno para atacar el Capitolio o impedir que el Congreso certificara la victoria de Biden. Un abogado de Tarrio trató de echar la culpa a Trump, argumentando que el expresidente incitó a la irrupción cuando instó a la multitud cerca de la Casa Blanca a «luchar en cuerpo y en alma». Trump también dijo en el discurso que la gente debería ser «pacífica» y «patriótica».
El caso pasó al jurado después de que el juez de distrito de Estados Unidos Timothy Kelly, el juez que supervisa el juicio, rechazara múltiples mociones de desestimación.
Cuatro miembros de otro grupo, los Oath Keepers, fueron condenados en enero por conspiración sediciosa en relación con sus acciones del 6 de enero.
La conspiración sediciosa se define en la legislación federal como la conspiración de dos o más personas para «derrocar o destruir por la fuerza al gobierno de Estados Unidos, o declararle la guerra, u oponerse por la fuerza a su autoridad, o impedir, obstaculizar o retrasar por la fuerza la ejecución de cualquier ley de Estados Unidos, o apoderarse, tomar o poseer por la fuerza cualquier propiedad de Estados Unidos en contra de su autoridad».
Con reportajes de The Associated Press.
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