Un conductor estrelló deliberadamente un autobús lleno de pasajeros contra un embalse en el suroeste de China, horas después de descubrir que su casa había sido demolida, dijo la policía local el 13 de julio.
Veintiuna personas murieron y 15 resultaron heridas el 7 de julio cuando el autobús invadió cinco carriles, atravesó una barandilla y se hundió parcialmente, según la policía de la ciudad de Anshun, en la provincia de Guizhou.
Había 12 estudiantes en el autobús en el momento del choque, cinco de los cuales murieron, según la prensa estatal. Algunos de los estudiantes estaban a punto de hacer sus exámenes de ingreso a la universidad, conocidos como gaokao, según informó la Televisión Central de China (CCTV).
El conductor, de apellido Zhang, fue uno de los fallecidos.
«Zhang estaba insatisfecho con su vida y con la demolición de su casa pública alquilada. Para hacerse notar, cometió un acto criminal extremo», decía la declaración de la policía de Anshun.
Según la policía, Zhang normalmente empezaba su turno al mediodía, pero el 7 de julio preguntó a otro conductor si podía empezar antes.
Justo después de las 9 de la mañana, el conductor compró una botella de baijiu (un fuerte alcohol chino) y posteriormente vertió su contenido en un contenedor de bebidas de plástico.
Horas más tarde, justo antes del accidente, Zhang envió a su novia un mensaje de voz a través de la popular aplicación de mensajería WeChat, expresando sentimientos de estar «cansado del mundo», según la policía.
Poco antes de que condujera el autobús hacia el embalse, algunas personas vieron a Zhang bebiendo de una botella de plástico en el asiento del conductor. La policía encontró al menos 200 ml de baijiu cerca del lugar del accidente.
El diario estatal China Daily dijo que a Zhang le habían dado la propiedad de alquiler cuando trabajaba en una fábrica de motores diesel en el distrito Xixiu de Anshun. Según la policía, no había vivido allí durante algún tiempo.
Zhang sabía que la casa estaba marcada para ser demolida como parte de un «proyecto de reconstrucción de un barrio de chabolas«, según el China Daily. Había solicitado una indemnización y una nueva vivienda, pero aunque le ofrecieron 10,360 dólares por haber perdido la casa no reclamó el dinero y no le concedieron un nuevo alojamiento, según la prensa estatal.
El día del accidente Zhang se enteró de que la casa había sido demolida, quedándose sin hogar.
En China, bajo el comunismo, todos los solares son propiedad del Estado. Cuando los ciudadanos chinos compran una casa solo son dueños del edificio. A lo largo de los años, esto ha dado lugar a que millones de chinos pierdan sus casas por demoliciones y traslados forzosos de pueblos e incluso ciudades enteras cuando los gobiernos locales decidieron reclamar la tierra para un uso más rentable. Las autoridades generalmente apuntan a las viviendas de las zonas afectadas por la pobreza o a las poblaciones rurales.
CNN Wire contribuyó a la elaboración de este artículo.
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