Un grupo de 24 legisladores de Estados Unidos presentó este jueves una resolución que condena «la respuesta violenta» de las autoridades de Cuba contra las masivas protestas contra el régimen que sacudieron la nación caribeña el domingo.
Esta resolución es significativa porque ha sido patrocinada por miembros de los partidos Demócrata y Republicano, así como por miembros de las dos cámaras del Congreso.
Entre los impulsores de la medida figuran dos senadores de origen cubano: el demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores en el Senado y el latino de mayor rango en el Congreso, así como el republicano Marco Rubio, de Florida, donde reside buena parte del exilio cubano.
«Hoy, el Congreso de Estados Unidos está unido en su apoyo inquebrantable e incondicional a los derechos humanos y sociales más fundamentales de los cubanos», destacó Menéndez, quien dijo que demócratas y republicanos están hablando «con una sola voz en honor y admiración» de los manifestantes.
Por su parte, Rubio destacó la importancia de que el Senado envíe «un fuerte mensaje bipartidista» de unidad ante «el régimen comunista en Cuba».
Las resoluciones sirven al Congreso de EE.UU. para expresar su opinión sobre un asunto, pero no obligan a realizar ninguna acción concreta.
En Cuba, la mayoría de las redes sociales y plataformas de mensajería permanecen bloqueadas este jueves en el servicio de internet móvil de la isla.
Miles de cubanos tomaron las calles el domingo para protestar contra el régimen al grito de «¡Libertad!», en una jornada inédita que se saldó con decenas de detenidos y enfrentamientos después de que el líder cubano, Miguel Díaz-Canel, alentara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.
Las protestas para pedir la libertad son las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994.
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