La Corte Suprema de Estados Unidos se negó el lunes a pronunciarse sobre la orden de silencio emitida por el juez de Nueva York, Juan Merchan, contra el presidente electo, Donald Trump, en el juicio penal sobre sus registros empresariales.
El juez Merchan emitió la orden de silencio a principios de este año, prohibiendo inicialmente a Trump hacer comentarios sobre el equipo de la fiscalía, el personal judicial o sus familias, incluida la hija del juez, una consultora política demócrata que había trabajado para la vicepresidenta Kamala Harris. Tras el juicio de mayo, el juez Merchan levantó una prohibición anterior a Trump de hacer comentarios sobre testigos y miembros del jurado.
A su vez, Trump siempre ha tenido la libertad para hablar sobre el juez y el fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg, un demócrata electo cuya oficina procesó el caso.
La Corte Suprema, en una orden de una línea, escribió el lunes que la «solicitud de suspensión dirigida al juez [Samuel] Alito remitida a la Corte es denegada». No se dio ninguna razón, y no hubo disidentes señalados.
El 30 de mayo, un jurado condenó a Trump por 34 cargos de falsificación de registros comerciales en relación con los pagos que su campaña hizo durante las elecciones de 2016. El presidente electo negó cualquier delito y se declaró inocente en el caso, que fue presentado por el fiscal Bragg.
Una corte de apelaciones ratificó en agosto la orden de silencio de Merchan al denegar la petición de Trump de levantar las restricciones después de que sus abogados argumentaran que estaba siendo injustamente silenciado mientras Harris y el presidente Joe Biden podían comentar el caso.
Durante el juicio, el juez declaró a Trump en desacato y le impuso una multa de 10,000 dólares por las violaciones, y amenazó con encarcelarlo si volvía a hacerlo. En publicaciones en las redes sociales, Trump criticó la orden, sugiriendo que era una forma de interferencia electoral.
«¿No se me permite hablar de los ataques contra mí, y de los lunáticos que intentan destruir mi vida e impedir que gane las elecciones presidenciales de 2024, que estoy dominando?», preguntó en un posteo de Truth Social en marzo.
Un panel de apelaciones de cinco jueces consideró que el juez Merchan tenía razón al mantener algunas restricciones hasta que Trump sea sentenciado porque el caso sigue pendiente y su condena no constituye un cambio de circunstancias que justifique levantarlas.
«La administración justa de la justicia incluye necesariamente la sentencia», escribieron los jueces.
Merchan también rechazó dos solicitudes de recusación anteriores —el año pasado y al comienzo del juicio en abril— diciendo que las preocupaciones de la defensa eran «hipotéticas» y se basaban en «insinuaciones» y «especulaciones sin fundamento».
En una carta a Merchan durante el verano, el abogado de Trump, Todd Blanche, dijo que cuando Harris entró en la carrera presidencial, el juez no las había abordado «a un nivel de detalle suficiente para reparar la falta de confianza pública en la integridad de estos procedimientos».
El mes pasado, el juez aplazó la sentencia prevista previamente para el 26 de noviembre en el caso penal de Trump. Sus abogados presentaron una moción la semana pasada para desestimar de nuevo los cargos penales.
«Continuar erróneamente los procedimientos en este caso fallido de guerra legal interrumpe los esfuerzos de transición del presidente Trump y sus preparativos para ejercer todo el poder ejecutivo del Artículo II autorizado por la Constitución de conformidad con el abrumador mandato nacional que le otorgó el pueblo estadounidense», decía su moción.
Aparte del caso de Nueva York, Trump se enfrenta a acusaciones en Washington, el condado de Fulton, en Georgia, y Florida.
La oficina del abogado especial, Jack Smith, presentó cargos relacionados con las elecciones contra Trump en Washington antes de abandonar el caso el mes pasado. Al mismo tiempo, Trump retiró su apelación en un caso de documentos clasificados en Florida.
En Georgia, un caso electoral separado, presentado por la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, contra Trump y más de una docena de otras personas quedó en un punto muerto después de que Trump y varios coacusados apelaron el fallo de un juez en marzo que permitió a la fiscal de distrito permanecer en el caso.
Con información de The Associated Press
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