Crítica de ‘El puente de los espías’, de Steven Spielberg

23 de octubre de 2015 3:27 PM Actualizado: 23 de octubre de 2015 3:28 PM

En 1986, el soviético Refusenik Natan Sharansky obtuvo su libertad a través del intercambio final de la Guerra Fría llevado a cabo en el puente Glienicke de Berlín. El abogado de Brooklin James B. Donovan estuvo negociando el primero.

En juicio, Donovan había representado al espía soviético convicto Coronel Vilyam Fisher, también conocido como Rudolf Abel, un agente de la KGB nacido en Gran Bretaña que había escapado de milagro de las purgas de Stalin durante su tiempo con el NKVD. Aparentemente, los rusos lo quieren de regreso, al igual que Estados Unidos desea que el piloto de U-2 Francis Gary Powers regrese sano y salvo.

Para negociar el trato en su capacidad no oficial, Donovan navega las turbias aguas de la política de Berlín durante los días finales de la construcción del Muro en «El puente de los espías» de Steven Spielberg.

Donovan es la clase de abogado riguroso con el que no deseas discutir. Ya que también es miembro del equipo de la fiscalía de Nuremberg, la barra de Brooklyn servicialmente lo nominó como abogado de Abel. Aunque no está muy emocionado, Donovan hace su labor con más dedicación de lo que se podría anticipar. Sin embargo, Abel es condenado, pero convenientemente no sentenciado a muerte.

Algún tiempo luego de la captura y juicio de Powers, Donovan recibe una extraña propuesta de Alemania Oriental. Con la bendición de la CIA pero sin cartera oficial, Donovan trata de negociar un trato de ‘Abel a cambio de Powers’, pero esto es complica por el arresto del estudiante americano de economía Frederick Pryor por falsos cargos de espionaje.

Repentinamente, el astuto Wolgang Vogel, representando a la República Democrática Alemana, desea intercambiar a Pryor por Abel, mientras el jefe de la estación de la KGB en Berlín está en voluntad de negociar a Powers por Abel.

Aunque hay un poco de la equivalencia de le Carré en la descripción de las respectivas agencias de inteligencia en el guion de Matt Charman y Joel y Ethan Cohen, no se niega la opresiva desolación de Berlín del Este.

El equipo de diseño de producción de Adam Stockhausen vívidamente recrea las calles llenas de escombros, las cuadras bombardeadas y el ominoso Muro de Berlín. Para su crédito, Spielberg también muestra exactamente qué sucedía a quienes trataban de escalarlo.

Por supuesto, Donovan es exactamente la clase de hombre común excepcional que se ha convertido en la especialidad de Hank. Mientras crea una instantánea credibilidad y cierto nivel de confort al personaje, nunca crea sorpresa alguna -solo tiene la nariz congestionada mientras Donovan aguanta un horrible resfriado.

Por otro lado, Mark Rylance es extrañamente hipnotizante como el excéntrico Abel, precisamente debido a sus restricciones. Es como si su cara es una prueba de Rorschach, a la cual no puedes dejar de mirar fijamente.

Para el tradicional villano, Sebastian Koch se roba la escena como Vogel, pero de algún modo no tiene suficiente tiempo en la pantalla. Sin embargo, nadie es tan vergonzosamente innecesaria como Amy Ryan, interpretando a una Mary Donovan sin profundidad, cuya única función en la película es fastidiar a su esposo para que traiga mermelada de Harrods de su supuesto viaje de pesca a Escocia.

Gracias a Stockhausen y al director de fotografía Janusz Kaminski, «El puente de los espías» luce estupendo, pero es implacablemente ambientada por la música de Thomas Newman. En lugar de evocar una atmósfera sombría, Newman se consiente con un sentimentalismo sinfónico.

Claro, es una película de Spielberg, pero suena demasiado como una película de Spielberg. Solo imagina cómo habría sido si alguien como el gran Tomasz Stanko (un protegido de Krzysztof Komeda) hubiera compuesto la banda sonora.

De todos modos, hay una abundancia de impresionante trabajo, incluyendo el del mismo Sr. Dreamworks, que aún tiene unos agudos instintos para maximizar los impactos emocionales en su tomas. Recomendada para los fans de Spielberg y de películas de espionaje.

«El puente de los espías»

Director: Steven Spielberg

Protagonistas: Tom Hanks, Mark Rylance, Scott Shepherd, Amy Ryan, Sebastian Koch, Alan Alda

Tiempo de duración: 2 horas, 21 minutos

Puntuación
3.5 estrellas de 5

Joe Bendel escribe sobre películas independientes y vive en Nueva York. Para leer sus artículos mas recientes, visite JBSpins.blogspot.com

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