Judicial Watch presentó una demanda por muerte por negligencia de 30 millones de dólares por el asesinato el 6 de enero de 2021 de la veterana de la Fuerza Aérea Ashli Babbitt, a manos del teniente de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, Michael Byrd.
La demanda, presentada en una corte federal de San Diego, acusa a Byrd de múltiples cargos de negligencia que resultaron en la muerte de Babbitt, por una herida de bala en la parte anterior del hombro izquierdo.
Judicial Watch presentó la acción en nombre del esposo de la Sra. Babbitt, Aaron Babbitt, y su patrimonio personal.
La Sra. Babbitt recibió un disparo frente a la entrada este del vestíbulo de la Presidencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a las 2:44 p.m. el 6 de enero, mientras trepaba por la ventana de una puerta rota. Ella fue declarada muerta media hora después en un hospital de Washington D.C.
«Ashli experimentó dolor extremo, sufrimiento, angustia mental y miedo intenso antes de caer en una inconsciencia preterminal», afirma la demanda.
«El hecho de que Ashli estuviera viva y consciente en un dolor y sufrimiento extremos está documentado en los vídeos del tiroteo», afirma la demanda.
“Además, nada en el rastro de la herida descrito en el informe de la autopsia se esperaría que resultara en una muerte inmediata o pérdida instantánea del conocimiento, ya que los pulmones de Ashli contenían sangre, lo que confirma aún más que estaba viva y respiraba después de recibir el disparo”.
La demanda alega que el Sr. Byrd, ahora capitán de la USCP, fue negligente en el uso de su arma de fuego y en su evaluación errónea de que la Sra. Babbitt representaba una amenaza inminente a su vida.
“Ashli estaba desarmada. Ella tenía las manos en alto, vacías y a la vista del teniente Byrd y otros oficiales en el vestíbulo”, afirma la demanda. «Ashli no representaba ninguna amenaza para la seguridad de nadie».
Oculto a la vista
La Sra. Babbitt no estaba consciente de la presencia de Byrd, dada su posición oculta a lo largo de la pared dentro del vestíbulo de la presidenta de la Cámara, según la demanda.
“El teniente Byrd, que no vestía uniforme, no se identificó como oficial de la policía ni hizo saber su presencia a Ashli”, dice el documento. “El teniente Byrd no le dio a Ashli ninguna advertencia ni orden antes de matarla a tiros”.
Como comandante de incidentes de la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 6 de enero, el Sr. Byrd está sujeto a estándares más altos que otros oficiales dentro del lobby del presidente de la Cámara, afirma la demanda.
“… él violó múltiples estándares de cuidado aplicables que rigen (A) el uso seguro de un arma de fuego; (B) la percepción y evaluación de amenazas inminentes; (C) uso de niveles de fuerza y escalada/desescalada de la fuerza; (D) la percepción y valoración de hechos relevantes; (E) el uso de advertencias; (F) escenario de fondo del disparo; y (G) obtener asistencia médica oportuna y adecuada, entre otras infracciones que se identificarán mediante la evidencia probatoria”, dice la demanda.
“Si el teniente Byrd hubiera cumplido con estos estándares, no habría disparado y Ashli estaría viva hoy”.
El señor Byrd tenía el deber de “abstenerse de usar o manipular su arma de fuego de manera descuidada o imprudente”, según la demanda.
El Sr. Byrd debería haber mantenido su arma enfundada “hasta el momento en que un oficial de policía razonablemente prudente creyera y, por lo tanto, se preparara para su descarga esperada, prudente y legal”, indica el documento.
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