La «Ley de Derechos de los Niños» presentada por una demócrata de Florida podría potencialmente despojar a un padre del derecho a impedir que su hijo acceda a material sexualmente explícito, o a literatura de género o racial.
El proyecto de ley 217, presentado el 17 de enero por Michele Rayner-Goolsby (D), parece ser la respuesta de la izquierda a la ley de Derechos de los Padres en la Educación defendida por el gobernador republicano Ron DeSantis.
El proyecto de ley de derechos de los niños daría a un niño el derecho a recibir «ideas de cualquier tipo» oralmente, por escrito, impresas o a través de formas artísticas.
También otorga al niño el derecho a la privacidad y a preservar su identidad, al mismo tiempo que otorga al Estado el poder de «restaurar» el derecho a la identidad del niño en caso de violación.
El proyecto de ley dice que este acceso debe ser «con la orientación y supervisión del padre o los padres», pero no dice que el padre puede negar al niño el acceso a las ideas.
El proyecto de ley de derechos de los niños chocaría con la ley de Derechos de los Padres en la Educación, aprobada en 2022, apodada «Ley No Digas Gay» por los opositores liberales. Prohíbe la instrucción en clase sobre orientación sexual o identidad de género desde preescolar hasta 3º de primaria.
La ley de derechos de los padres también requiere que los distritos escolares notifiquen a los padres si hay un cambio en los servicios de la escuela con respecto a la salud mental, emocional o física, o el bienestar de un niño.
Se basa en la Ley de Derechos de los Padres aprobada en 2021, en la que los padres dirigen la crianza, educación, atención sanitaria y salud mental de sus hijos.
Alex Nester, director político de Parents Defending Education Action, dijo en un comunicado que el proyecto de ley subvertiría los derechos de los padres en Florida.
Si se aprueba, la llamada Ley de Derechos de los Niños podría permitir a las agencias estatales asumir la responsabilidad sobre un niño menor al que se le «niega» la capacidad de expresar elementos de su identidad, o es considerado un «joven vulnerable» en base a la «falta de relaciones adultas positivas», dijo Nester.
«Desafortunadamente, los malos actores buscan deshacer esos logros», dijo. «Este proyecto de ley, en su esencia, busca desmantelar uno de los elementos fundacionales de nuestra sociedad: la unidad familiar».
Nester dijo que los activistas han intentado despojar a los padres de su derecho a participar en la educación y la vida de sus hijos.
La ley HB 217 impediría a los padres intervenir si creen que el hecho de que su hijo cambie de sexo tendría consecuencias catastróficas para su bienestar, dijo.
En Florida y en todo el país, los activistas de género han tratado de dar a los niños la capacidad de tomar decisiones que alteran la vida sin la participación de los padres.
Los activistas afirman que la afirmación de la identidad transgénero de un niño y la «atención de afirmación de género» mejora la salud mental de los niños con un mayor riesgo de suicidio.
Muchos distritos escolares han seguido la recomendación de la Administración Biden de reconocer la protección de los estudiantes transgénero en las escuelas, afirmando que deben permitir que los estudiantes utilicen pronombres y nombres del sexo opuesto y usen el baño de su identidad de género.
En muchos casos, los distritos escolares han aceptado la propuesta del gobierno de Biden de mantener en secreto para los padres el cambio de sexo de los alumnos como un derecho a la privacidad.
Del mismo modo, muchos padres han rechazado la idea de que las escuelas deban enseñar ideologías de género y raza a sus hijos, y que en su lugar deben centrarse en la educación.
En 2022, grupos conservadores presentaron candidatos en varios estados para recuperar el control de los consejos escolares locales con el fin de restringir la justicia social progresista en la educación.
El año pasado, DeSantis respaldó a unos 30 candidatos conservadores a los consejos escolares en las elecciones locales.
La legislación propuesta sobre los derechos de los niños cambiaría la supervisión de un gabinete nombrado por el gobernador a una comisión.
Los nombramientos para la comisión provendrían del presidente de la Cámara, el Presidente del Senado, varias agencias y el gobernador, según el proyecto de ley.
Moy imploró a los legisladores de ambos lados del pasillo que «acabaran» con el proyecto de ley y defendieran los derechos de todos los padres de Florida.
El proyecto de ley de derechos del niño tiene varios mecanismos para proteger a los niños de acceder y perseguir las «ideas».
«Cualquier restricción impuesta al ejercicio de los derechos del niño solo podrá serlo por ley y en la medida necesaria para el respeto de los derechos o la reputación de los demás, o la protección del orden público», dice el proyecto de ley.
Añade que el menor estará protegido legalmente frente a «injerencias o ataques caprichosos o ilegales» a su privacidad, familia, domicilio y correspondencia con sus padres.
Los niños tendrían derecho a preservar su identidad, incluida la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares reconocidas por la ley, o de lo contrario intervendría el Estado.
El proyecto de ley dice que el Estado o los organismos gubernamentales que prestan servicios a los niños «respetarán los derechos y deberes de los padres de orientar al niño en el ejercicio de sus derechos de forma coherente con la evolución de sus facultades y necesidades».
«Si se aprueba, el proyecto de ley 217 abrirá la puerta a la subversión de los derechos de los padres en el Estado del Sol», dijo Moy.
Michele Rayner-Goolsby, que presentó el proyecto de ley, no respondió a un correo electrónico solicitando comentarios.
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