Grupos demócratas y republicanos presentaron más de 100 demandas este año por las normas de voto por correo en todo el país como parte de una batalla legal que ya está moldeando cómo millones de estadounidenses pueden votar el día de las elecciones.
Lo grupos liberales y demócratas dominan el campo de batalla con el respaldo de organizaciones bien financiadas como la Unión Americana de Libertades Civiles, y firmas de abogados de alto perfil como Perkins Coie, que está litigando casos de votación por correo en 11 estados. El partido tiene 600 abogados trabajando en casos relacionados con las elecciones en todo el país, de acuerdo con el candidato presidencial demócrata Joe Biden.
Los republicanos y conservadores han presentado un número significativamente menor de demandas. El presidente Donald Trump dijo recientemente que el Partido Republicano está involucrado en 18 casos en el país, un total que parece incluir los casos litigados por su campaña de reelección, el Comité Nacional Republicano y los partidos republicanos estatales.
«El Partido Demócrata y la gran izquierda organizada ha invertido mucho más que el lado opuesto», dijo Logan Churchwell, director de comunicaciones de Public Interest Legal Foundation. «Estamos hablando de más de cientos de millones de dólares frente a una cantidad mucho menor de la derecha».
La líneas de batalla son claras: los demócratas y los grupos de izquierda quieren facilitar al máximo las votaciones por correo, mientras los republicanos desafían las medidas que dicen que abren la puerta al fraude y socavan la integridad de las elecciones. La oleada de demandas de la izquierda cita con frecuencia el brote del virus del PCCh, o el nuevo coronavirus, como una razón para considerar el voto por correo una opción esencial, para los estadounidenses que temen contraer el virus.
Veinte estados tomaron medidas para aumentar las votaciones por correo desde las últimas elecciones, de acuerdo con el conteo del The Washington Post. Por lo menos 83 por ciento de los votantes estadounidenses, o 100 millones, podrán votar por correo en otoño. 51 millones recibirán boletas automáticamente y 44 millones recibirán formularios de solicitud de boletas.
Las demandas de los demócratas en estos y otros estados tratan de eliminar una serie de salvaguardias destinadas a proteger la integridad de cada voto, incluyendo la identificación con foto, la coincidencia de firmas y los requisitos de los testigos. Perkins Coie, como parte del proyecto Democracy Docket, está litigando más de una docena de casos que buscan hacer el porte gratuito de las boletas de voto por correo, extender los plazos para el conteo de las boletas con matasellos, reformar las leyes de coincidencia de firmas, y permitir que los grupos comunitarios recojan y entreguen las boletas completas y selladas.
La campaña Trump obtuvo recientemente una victoria en Iowa después de que un juez del tribunal de distrito anuló 50,000 formularios de solicitud de boletas para votar en ausencia que habían sido rellenados incorrectamente con la información personal de los votantes por un auditor del condado. Los demócratas habían ganado anteriormente desafíos judiciales en Arizona y Minnesota.
La inversión de la izquierda va más allá de la batalla legal sobre el voto por correo. Los grupos privados de izquierda están vertiendo dinero en las arcas de los gobiernos locales con el objetivo declarado de ayudar a administrar mejor las elecciones de 2020.
Mark Zuckerberg de Facebook entregó 250 millones de dólares el 1 de septiembre al Centro para la Tecnología y Vida Cívica (CTCL), una organización sin fines de lucro que distribuirá los fondos a los administradores de las elecciones locales. Las subvenciones cubren el voto por correo y otros gastos del día de la elección y están disponibles para cualquier oficina electoral local que lo solicite. La ciudad de Filadelfia aceptó una subvención de 10 millones de dólares del CTCL a finales de agosto, casi duplicando su presupuesto electoral. Aproximadamente 8.8 millones de dólares del presupuesto total se destinarán a financiar la votación por correo, según The Philadelphia Inquirer. En julio, el centro entregó 6.3 millones de dólares en subvenciones para cinco ciudades de Wisconsin.
«Se gasta mucho más dinero en un lado del pasillo, y antes era solo un litigio, pero ahora es un litigio más el dinero de las subvenciones a los gobiernos», dijo Churchwell.
Trump y el fiscal general William Barr han criticado repetidamente el voto por correo como un fraude. Los demócratas dicen que las preocupaciones son infundadas y acusan a los republicanos de suprimir el voto en su beneficio.
«Creo que [los republicanos] tienen un par de escenarios hacia los que están mirando», dijo la exsecretaria de Estado Hillary Clinton en una entrevista con The Recount publicada el 24 de agosto. «Uno es arruinar el voto en ausencia —ellos creen que eso les ayuda— para que luego obtengan tal vez una estrecha ventaja en el Colegio Electoral el día de las elecciones».
«Así que tenemos que tener una operación legal masiva, y sé que la campaña de Biden está trabajando en eso».
El presidente ha aprobado recientemente el voto por correo en Florida, explicando que los gobernadores republicanos de allí han hecho un buen trabajo organizando un sistema eficaz. Pero se ha opuesto firmemente al voto por correo universal en otros estados, incluyendo Nevada, donde el gobernador demócrata Steve Sisolak convocó a una sesión legislativa de emergencia el 3 de agosto y se apresuró a aprobar una medida de voto por correo.
“Quiero decir, en Nevada, donde tienen a un gobernador que dijo ‘Solo enviemos millones de boletas’ y la oficina de correos no puede estar preparada; no he hablado con la oficina de correos sobre esto, pero no sé cómo ellos podrían estar preparados”, dijo el presidente.
El debate sobre las boletas de voto por correo ha atrapado al Servicio Postal de EE. UU., que se espera que maneje un número sin precedentes de boletas de voto por correo en los próximos meses. Los demócratas del Congreso comenzaron a examinar la agencia bajo la sospecha de que los cambios de gran alcance promulgados por un jefe de correos recién asumido tenían por objeto retrasar el correo antes de las elecciones. El USPS está ahora involucrado en cinco demandas presentadas por políticos demócratas, grupos de izquierda y 14 fiscales generales demócratas.
Según Tom Fitton, presidente del grupo conservador de vigilancia Judicial Watch, la juerga de litigios de la izquierda tiene como objetivo socavar las elecciones y causar caos el 3 de noviembre.
«La izquierda va a tratar de socavar la seguridad de la elección hasta el día de la elección y obviamente después de eso», dijo Fitton, añadiendo que casi 100 millones de boletas y solicitudes de boletas serán enviadas por correo basadas en listas de votantes obsoletas, haciéndolas «una invitación abierta al fraude electoral».
«Y encima de eso, nuestro sistema no puede manejar ese tipo de números», dijo Fitton. «Así que tendremos un caos el día de las elecciones. Millones de personas se verán potencialmente privadas del derecho a votar. ¿Y qué hace la izquierda? Están planeando la violencia si no les gusta el resultado de las elecciones».
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