El martes, el Departamento de Justicia anunció que los agentes federales tendrán más limitaciones a la hora de utilizar las llaves de estrangulamiento y las redadas «sorpresa».
Las llaves de estrangulamiento no pueden utilizarse contra una persona a menos que los agentes crean que esa persona representa un peligro inminente de muerte o de lesiones físicas graves para un agente o para otra persona, según se informó a las agencias policiales federales en un memorando. Las redadas «sorpresa» o redadas en las que los agentes irrumpen sin llamar a la puerta por temor a la violencia, solo deben llevarse a cabo en circunstancias excepcionales con la aprobación tanto de los supervisores como de los jueces, y los agentes solo pueden solicitar dicha aprobación si el agente cree que anunciar su presencia crearía una amenaza inminente de violencia física.
«Fomentar la confianza entre las fuerzas policiales y el público al que servimos es fundamental para nuestra misión en el Departamento de Justicia», dijo el fiscal general Merrick Garland en un comunicado.
«Las limitaciones implementadas hoy en el uso de las ‘llaves de estrangulamiento’, las ‘restricciones de la carótida’ y las órdenes ‘sorpresa’, combinadas con nuestra reciente expansión de las cámaras corporales a los agentes federales del DOJ, son algunos de los pasos importantes que el departamento está tomando para mejorar la seguridad y la rendición de cuentas de las fuerzas policiales», añadió.
«Es esencial que las fuerzas policiales de todo el Departamento de Justicia se adhieran a un único conjunto de normas en lo que respecta a las ‘llaves de estrangulamiento’, las ‘sujeciones carotídeas’ y las entradas ‘sorpresa’, dijo Monaco en un comunicado. «Esta nueva política hace precisamente eso y limita las circunstancias en las que se pueden utilizar estas técnicas».
Las nuevas normas sobre las llaves de estrangulamiento no son sorprendentes, dijo Lisa Dadio, expolicía, señalando los cambios similares realizados a nivel estatal y local en todo Estados Unidos a raíz de la muerte de George Floyd bajo custodia policial el año pasado. Por otra parte, la mayoría de los estados han dejado en vigor las redadas «sorpresa».
Limitarlas podría, en teoría, perjudicar a las fuerzas policiales, ya que llamar a la puerta antes de entrar en un edificio suele ser más peligroso, dijo Dadio, director de Center for Advanced Policing de la Universidad de New Haven, a The Epoch Times.
«Siempre existirá el riesgo de que, una vez que se haya dictado una orden de registro e incautación contra un individuo peligroso que se sabe que es propenso a la violencia, se esté poniendo en peligro una vez que se llama a la puerta, por lo que las tácticas tienen que ser diferentes, la forma de acercarse a ese lugar tiene que ser muy diferente, y se tiene que entrar en él de forma realmente fuerte para la seguridad de los agentes, así como para la seguridad de las personas que se encuentran dentro de esa residencia en particular», dijo.
Las nuevas políticas forman parte del esfuerzo del gobierno de Biden por renovar las normas existentes, y se producen unos tres meses después de que el Departamento de Justicia anunciara que exigiría a los agentes federales el uso de cámaras corporales mientras ejecutan órdenes judiciales.
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