El expolicía de Minneapolis Derek Chauvin utilizó una cantidad de fuerza excesiva contra George Floyd, acusado de utilizar dinero falso y que luego se resistió a la detención, según declaró un experto a los miembros del jurado en el juicio de Chauvin el 12 de abril.
«Tanto la rodilla en el cuello del Sr. Floyd como la restricción boca abajo fueron desmedidas, excesivas y contrarias a las prácticas policiales generalmente aceptadas», dijo en el tribunal del condado de Hennepin Seth Stoughton, profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Sur que fue pagado para testificar por la fiscalía,
«Ningún agente razonable habría creído que ése era un uso apropiado, aceptable o razonable de la fuerza», añadió Stoughton, que trabajó durante cinco años como policía en Tallahassee, Florida.
El 25 de mayo de 2020, Chauvin y otros tres agentes se encontraron con Floyd en Minneapolis tras una llamada al 911 sobre el uso de dinero que se creía falso.
Floyd fue esposado pero se resistió a ser introducido en la patrulla y finalmente fue inmovilizado en el suelo. Chauvin se arrodilló sobre la espalda y el cuello de Floyd mientras otros dos policías le agarraban la parte inferior del cuerpo.
Floyd se quejó de que no podía respirar antes de estar en el suelo y cuando lo sujetaron. Finalmente dejó de respirar. Floyd fue finalmente declarado muerto y su muerte fue declarada un homicidio por la restricción de las fuerzas policiales, las drogas en su sistema y una condición del corazón se consideraron factores contribuyentes.
Stoughton declaró el lunes ante el tribunal que los policías no solo actuaron de forma irrazonable al sujetarlo, sino también al no prestarle ayuda «cuando su creciente malestar médico se hizo evidente».
En el interrogatorio, Stoughton dijo que en su evaluación no se fijaba en si Chauvin seguía su formación, sino que analizaba si cumplía «las normas profesionales que esperamos».
Eric Nelson, el abogado de Chauvin, señaló que su cliente sabía, cuando respondió a la escena el año pasado, que los oficiales habían intentado, pero no lograron, colocar a Floyd en un vehículo policial. Recibió una afirmación de Stoughton cuando le preguntó si un agente razonable tendría en cuenta esa información al aplicar la fuerza.
Stoughton también dijo que creía que los policías nunca deberían haber colocado a Floyd boca abajo, alegando que Floyd, que se había estado agitando y resistiendo, no presentaba una amenaza de fuga.
«Los agentes utilizaron cierta cantidad de fuerza para meterlo en el coche. Y no tengo ningún problema con eso. Pero ponerlo en posición boca abajo, especialmente en el lado de la calle del coche, fue irrazonable y excesivo y contrario a las prácticas policiales generalmente aceptadas», dijo.
Cuando se le preguntó si las mentes razonables podían estar en desacuerdo en ese punto, Stoughton dijo que «no».
El sargento Jody Stiger, un experto en el uso de la fuerza del Departamento de Policía de Los Ángeles también pagado por los fiscales, testificó previamente que era razonable que los agentes colocaran a Floyd en posición boca abajo.
Chauvin se enfrenta a varios cargos que incluyen el de asesinato en segundo grado.
Stoughton fue el último testigo de la fiscalía en el caso. Nelson comenzará a llamar a los testigos el martes.
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