Una demanda federal en Wisconsin, que atrajo la atención de todo el país, fue desestimada el 16 de noviembre.
Tres votantes presentaron la demanda la semana pasada buscando excluir los resultados electorales en tres condados del estado. Alegaron que había “pruebas suficientes de que se contaron votos ilegales” en los condados de Milwaukee, Dane y Menominee “para cambiar o poner en duda los resultados” de la elección presidencial.
Pero los votantes solicitaron, en la madrugada del lunes, que se desestimara la demanda.
Los documentos judiciales no dieron una razón por la cual Michael Langenhorst, Michael LeMay y Stephen Fifrick tomaron la decisión.
Se enviaron solicitudes de detalles a tres abogados que representan a los demandantes. Uno de ellos, Jeffrey Gallant, le dijo a The Epoch Times por correo electrónico: «Desafortunadamente, el privilegio abogado-cliente no nos permite discutir».
El juez federal de distrito, William Griesbach, nominado por George W. Bush, concedió la solicitud.
Los abogados defensores no respondieron a una petición de comentarios.
Los votantes habían demandado a los secretarios del condado y a los comisionados electorales, miembros de la Comisión Electoral de Wisconsin y al gobernador Tony Evers, un demócrata. Argumentaron en contra de la certificación de los resultados electorales de Wisconsin sin excluir a los tres condados antes mencionados, lo que ayudó a cambiar los resultados electorales en el estado del Medio Oeste, del presidente Donald Trump al candidato presidencial demócrata Joe Biden.
El Partido Demócrata de Wisconsin, la Asociación Nacional de la Conferencia Estatal de Wisconsin para el Avance de las Personas de Color (NAACP) y la Liga de Mujeres Votantes de Wisconsin presentaron mociones para intervenir, desafiando la base de la demanda.
Los abogados de la NAACP dijeron que la demanda constituía «un ataque total al caso de votos de los votantes negros», y luego agregaron que los demandantes utilizaron «acusaciones insostenibles y falsas de que se incluyeron suficientes votos ilegales en los resultados de las elecciones generales del 3 de noviembre de 2020 para cambiar o colocar esos resultados en duda».
El Partido Demócrata de Wisconsin agregó: «Los demandantes, que ni siquiera viven en los condados de los que se quejan, buscan interrumpir la certificación legal de los votos en tres de los 72 condados de Wisconsin basándose únicamente en especulaciones de rango y sospechas sin fundamento».
Trump y su campaña han denunciado irregularidades electorales en varios estados, incluido Wisconsin.
«Ha habido informes de irregularidades en varios condados de Wisconsin, que plantean serias dudas sobre la validez de los resultados», dijo Bill Stepien, director de campaña de Trump, en un comunicado después del día de las elecciones.
La campaña planea solicitar un recuento después de que el margen final cayera dentro del rango del 1 por ciento requerido para que un candidato agraviado solicite un recuento.
Meagan Wolfe, la principal funcionaria electoral del estado, dijo la semana pasada que no ha visto evidencia de «problemas electorales sistémicos o generalizados».
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