El cineasta Dinesh D’Souza cree que las pruebas presentadas en su nuevo documental, «2000 Mules» (2000 Mulas), demuestran que en las elecciones de 2020 se produjo un tráfico ilegal de votos a gran escala.
«2000 Mules resolverá la cuestión más allá de toda duda utilizando dos poderosos e independientes modos de investigación. Las pruebas son tan concluyentes, tan decisivas, que no dejan nada que discutir», dijo D’Souza en una entrevista con The Epoch Times.
El estreno de «2000 Mules» está previsto para el 2 de mayo.
D’Souza, que es columnista de The Epoch Times, dijo que un equipo de investigación utilizó el rastreo de teléfonos móviles y las imágenes de video para demostrar que intermediarios no autorizados, llamados «mulas», recogieron miles de votos por correo de los votantes y los depositaron en buzones a cambio de dinero, algo que es ilegal en los 50 estados.
Los teléfonos móviles emiten una señal única e identificable o «ping». Trillones de pings fueron analizados por los investigadores para reconstruir los movimientos de miles de mulas mientras hacían su trabajo en las semanas previas a las elecciones presidenciales de 2020, afirma el documental.
«¿Quién habría pensado que los investigadores podrían mirar hacia atrás en el tiempo y descubrir tales cosas?», dijo D’Souza.
Los investigadores también han revisado millones de minutos de grabaciones de videovigilancia y han podido grabar a numerosas mulas rellenando buzones de votos por correo, según DSouza. Los videos muestran a las mulas tomándose selfies como prueba de los servicios prestados a sus empleadores para recibir el pago, dijo.
«No todos los buzones estaban vigilados por video, pero sí los suficientes como para aportar pruebas irrefutables, muchas de ellas obtenidas de entidades gubernamentales», añadió. «2000 Mules contiene una gran cantidad de imágenes nunca antes vistas que muestran a mulas con guantes que se desplazan de un condado a otro entregando los votos en ausencia en los buzones, a menudo en plena noche».
Gran parte de la película se centra en el estado de Georgia, donde, según True the Vote, la organización que llevó a cabo las investigaciones, 242 mulas del área metropolitana de Atlanta hicieron 5668 paradas en los buzones durante las elecciones de finales de 2020.
Se encontraron actividades ilegales similares en Arizona, Wisconsin, Pensilvania, Texas y Michigan, según el grupo. True the Vote estima que al menos 4.8 millones de votos fueron traficados a nivel nacional. Los estudios fueron financiados por la organización de derechos humanos First Freedoms.
Reconociendo que los fraudes electorales han sido cometidos por ambos partidos a lo largo de la historia de Estados Unidos, y que por tanto «no pueden considerarse anormales», D’Souza afirmó que «los demócratas tienen un historial particular de cometer fraudes electorales especialmente en zonas urbanas».
«La pandemia del COVID-19 creó una oportunidad para hacer fraude a una escala no imaginada antes. La avalancha de votos por correo enviados y los buzones presentaron una oportunidad mucho mayor», añadió.
D’Souza se mostró preocupado por la presión de los demócratas para centralizar la forma de llevar a cabo las elecciones tanto a nivel estatal como nacional.
«Una oposición republicana unida es lo único que impide que Biden, Pelosi y los demócratas promulguen sus planes», dijo. «En todo Estados Unidos, los demócratas están tratando de deshacerse de las medidas de seguridad electoral impuestas por los estados. Quieren legalizar el fraude».
La infusión de dinero privado para ayudar a pagar las elecciones es algo que D’Souza encuentra «muy preocupante».
«El dinero proviene en gran parte de organizaciones sin ánimo de lucro financiadas por multimillonarios como Zuckerberg. Se hacen pasar por políticamente neutrales, lo que no son».
«Las localidades fueron presionadas por las organizaciones sin ánimo de lucro para que tuvieran cosas como buzones como condición para recibir millones de dólares en subvenciones».
D’Souza dijo que en noviembre de 2020 las organizaciones sin ánimo de lucro pagaron programas y publicidad que animaban activamente a «ciertas personas a salir a votar».
Según Center for Tech and Civic Life, financiado por Zuckerberg, el dinero se entregó para ayudar a las municipalidades a hacer frente a los desafíos de salud pública que presenta la pandemia.
D’Souza declaró a The Epoch Times: «A través de la película 2000 Mules, nos enfrentamos al último tabú de la política estadounidense actual: decir que las elecciones de 2020 fueron robadas por un fraude sistemático y organizado cometido por los demócratas y la izquierda».
Consciente del poder de la cultura de la cancelación, D’Souza dijo que se ha tenido mucho cuidado en estrenar la película en lo que él llama «plataformas no cancelables».
«Es difícil creer que hayamos llegado a ese punto en Estados Unidos, pero por desgracia, lo hemos hecho.
«Mientras fui un escritor o una figura en un think tank, no me molestaron mucho. Fue cuando empecé a llegar a un público más amplio cuando me convertí en un objetivo político».
Cuando se le preguntó por qué está dispuesto a someterse a una posible cancelación, D’Souza responde: «Estoy defendiendo el sistema que hizo posible que un inmigrante de la India, un chico sin recursos, se abriera camino, un sistema que hace posible este tipo de movilidad económica y social ascendente».
D’Souza ha producido numerosos documentales, tres de los cuales figuran entre los diez documentales políticos más taquilleros de todos los tiempos.
«2000 Mules» se estrena en 300 cines el 2 y el 4 de mayo.
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