Los casos de COVID-19 entre personas mayores vacunadas se dispararon en 2021, según datos recientemente divulgados que fueron adquiridos por agencias de salud estadounidenses, pero que no se presentaron al público.
El ejército estadounidense contrató a Humetrix Cloud Services para analizar los datos de las vacunas. La compañía realizó un nuevo análisis mientras las autoridades consideraban en 2021 si los refuerzos de la vacuna anti-COVID eran necesarios tras estudios que encontraron una eficacia cada vez menor de la vacuna.
Los investigadores de Humetrix descubrieron que la proporción del total de casos de COVID-19 entre las personas mayores estaba compuesta cada vez más por personas vacunadas, según los documentos recientemente divulgados.
Para la semana que finalizó el 31 de julio de 2021, los casos de COVID-19 posteriores a la vacunación representaron el 73 por ciento de los casos entre personas de 65 años o más, encontró la compañía. En ese momento, el 80 por ciento de los ancianos estaban completamente vacunados.
Los investigadores encontraron que las tasas de infección progresiva fueron más altas entre aquellos que fueron vacunados tempranamente. Estimaron que las tasas eran el doble en aquellos que habían sido vacunados cinco o seis meses antes, en comparación con las personas vacunadas tres o cuatro meses antes.
Según los datos, los nuevos casos comenzaron en enero de 2021.
Los investigadores descubrieron que la protección contra la hospitalización en los vacunados también se estaba desvaneciendo.
En la semana que finalizó el 31 de julio de 2021, el 63 por ciento de las hospitalizaciones por COVID-19 de personas mayores se produjeron entre personas completamente vacunadas, según los documentos. Se encontró el mismo patrón de protección más débil entre las personas que fueron vacunadas tempranamente.
Los investigadores calcularon que la eficacia de la vacuna (EV) contra la infección era sólo del 33 por ciento, mientras que la eficacia contra la hospitalización se había reducido al 57 por ciento.
Los investigadores también encontraron que las personas mayores que previamente habían tenido COVID-19 y se recuperaron tenían más probabilidades de evitar la hospitalización. Los factores de riesgo incluyeron afecciones subyacentes graves, como obesidad y estar en el grupo de mayor edad, o mayor de 85 años.
El análisis de cohorte se completó en 20 millones de beneficiarios de Medicare, incluidos 5.6 millones de personas mayores que recibieron una serie primaria de la vacuna anti-COVID.
«Los hallazgos de nuestro estudio observacional sobre VE muestran una disminución muy significativa en la VE contra la infección y la hospitalización en la fase Delta de la pandemia para las personas vacunadas con la vacuna Pfizer o Moderna durante los 5 a 6 meses posteriores a la vacunación en comparación con los 3 a 4 meses posteriores a la vacunación», dijo la Dra. Bettina Experton, presidenta y directora ejecutiva de Humetrix, en un correo electrónico del 15 de septiembre de 2021 a los principales funcionarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA).
Humetrix también encontró que, entre los beneficiarios, hubo 133,000 casos, 27,000 hospitalizaciones y 8300 ingresos a cuidados intensivos entre los completamente vacunados desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
El Dr. Experton reveló que Humetrix compartió los datos con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. en agosto de 2021.
«Hubiera sido bueno saber que [los militares] estaban llevando a cabo esto antes. También podría haber sido bueno que los CDC compartieran los datos», les dijo a sus colegas el Dr. Peter Marks, uno de los funcionarios de la FDA, en respuesta.
«En mi opinión, esto es más preocupante que los otros datos que tenemos», dijo en respuesta la Dra. Janet Woodcock, comisionada interina de la FDA en ese momento.
La presentación y los correos electrónicos fueron obtenidos por Informed Consent Action Network, una organización sin fines de lucro que busca brindar transparencia en torno a temas médicos, a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA).
«Es difícil ver esto como algo más que una incapacidad de nuestras autoridades sanitarias para evaluar, compartir, hacer públicos y actuar sobre datos valiosos del mundo real en medio de la llamada pandemia», dijo Del Bigtree, fundador de la red, a The Epoch Times por correo electrónico. «Y sin la FOIA, el público probablemente nunca sería consciente de estos fallos, lo que, por supuesto, permite que se cometan una y otra vez».
La FDA y los CDC se negaron a hacer comentarios al respecto.
El Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. en aquel momento, escribió en un correo electrónico separado, obtenido a través de la FOIA, que los resultados del estudio proporcionaban «pruebas bastante convincentes de que la [eficacia de la] EV está cayendo 5-6 meses después de la vacunación tanto para la infección como para la hospitalización para los mayores de 65 años».
Añadió: «Incluso durante esos 3 o 4 meses, hay una tendencia hacia el empeoramiento de la EV».
Los CDC, la FDA y los Institutos Nacionales de Salud no compartieron los datos con el público mientras consideraban aprobar y recomendar refuerzos de la vacuna anti-COVID.
Los CDC celebraron una reunión con sus asesores de vacunas el 30 de agosto de 2021. Durante la reunión, los funcionarios de los CDC repasaron los datos emergentes sobre la disminución de la eficacia de las vacunas. Pero el estudio militar no estaba incluido.
La FDA celebró una reunión similar el 17 de septiembre de 2021. Participaron los CDC. El análisis de Humetrix tampoco fue presentado durante esa reunión.
Ambas agencias han promovido agresivamente las vacunas contra el COVID-19 durante la pandemia, incluso promocionándolas como altamente protectoras contra enfermedades graves, incluso después de que sus propios datos hayan sugerido que ese no es el caso.
Los CDC presentaron (pdf) datos de COVID-NET, uno de sus sistemas, que mostraban que la efectividad contra la hospitalización asociada a COVID-19 estaba disminuyendo entre los ancianos desde la aparición de la variante Delta, pero esos datos aún mostraban una efectividad del 80 por ciento.
La presentación también incluyó datos de investigadores externos e Israel que estimaron que la protección durante la era Delta contra la infección osciló entre el 39 y el 84 por ciento y que la efectividad contra la hospitalización osciló entre el 75 y el 95 por ciento.
La FDA terminó autorizando un refuerzo de Pfizer para muchos estadounidenses. Los CDC aconsejaron a la mayoría de las personas que lo recibieran. Posteriormente, las agencias ampliaron la autorización y las recomendaciones de refuerzo a prácticamente todos los estadounidenses de 5 años o más, con la vacuna de Moderna como otra opción. Desde entonces, las autoridades han reemplazado las inyecciones antiguas debido a la falta de durabilidad de su efecto y se están preparando para implementar otra serie de inyecciones este otoño.
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