El régimen chino tiene sus ojos puestos en los ciudadanos chinos y en los extranjeros de todo el mundo, desde Houston hasta la pequeña ciudad de Esbjerg en Dinamarca, gente a la que espera influenciar para promover los intereses de Beijing.
La lista, revelada en un documento gubernamental filtrado que fue obtenido recientemente por The Epoch Times, reveló que el régimen chino busca «cultivar el talento» en una amplia gama de sectores y países.
Durante décadas, Beijing ha mantenido programas de reclutamiento de talentos, como el ampliamente estudiado «Plan de los Mil Talentos», que atrae a expertos chinos y extranjeros a trabajar en los sectores de ciencia y tecnología de China, para ayudar a cumplir su ambición de convertir a China en una potencia manufacturera de alta tecnología.
La lista interna ofrece un vistazo a la escala de las operaciones de influencia de Beijing y también revela que se extienden a través de diversos campos.
Otro conjunto de documentos reveló que durante la pandemia de COVID-19, las autoridades han comenzado a rastrear a los extranjeros que viven en China y a controlar su estado de salud.
Un tercer conjunto expuso cómo las autoridades mantienen una estrecha vigilancia sobre los ciudadanos que viajan al extranjero.
Extranjeros y chinos que viven en el extranjero
Todos los documentos fueron emitidos por la Oficina de Asuntos Exteriores del gobierno municipal de Daqing. La ciudad, que a finales de 2019 tenía una población de unos 2.7 millones de habitantes, está situada en la provincia de Heilongjiang, en el norte de China.
En un documento de 2019, la Oficina de Asuntos Exteriores de Daqing declaró que pondría en marcha una iniciativa llamada «plan de cultivo de 100 talentos en el extranjero».
El gobierno central y muchos gobiernos locales en China tienen estos programas de reclutamiento de talentos. Un informe de 2019 del Comité de Evaluación de la Economía y la Seguridad EE.UU.-China estimó que había cientos de estos programas a nivel municipal.
Aunque la oficina no explicó cómo llevaría a cabo su plan, ni sus objetivos específicos, enumeró 129 individuos «en el extranjero» que le gustaría reclutar. Entre ellos había por lo menos 70 que no eran de etnia china, debido a que no tenían un nombre chino. El documento contenía solo los nombres de pila de algunos de estos individuos. Pero cada entrada indicaba sus puestos de trabajo actuales o anteriores, sus especialidades profesionales y su información de contacto.
Las personas a las que se dirige la campaña abarcan todo el mundo —Nueva Zelanda, Reino Unido, Pakistán, España, Ghana, Malasia y Sudáfrica, entre otros países— y trabajan en diversos ámbitos: personal de la industria turística, profesores de universidades, directores generales y otros ejecutivos de empresas, especialistas en química, personas que trabajan en el comercio y los negocios internacionales, un gerente de una planta de tratamiento de desechos, etc.
En la lista figuraban también varios expolíticos, entre ellos dos exalcaldes de la ciudad australiana de Perth; un exalcalde de la ciudad canadiense de St. John; Naheed Nenshi, actual alcalde de Calgary; y Jesper Frost Rasmussen, actual alcalde de Esbjerg (Dinamarca).
Estos dos últimos no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Otros objetivos de la lista incluyen funcionarios de los gobiernos locales de Houston, Tokio y Calgary (Canadá), en cargos como «consultor de políticas de alto nivel» y «funcionario ejecutivo».
También figuraban en la lista personas chinas que eran directivos de las empresas Mitsubishi Corp. y Mitsubishi Chemical, con sede en Japón, así como un gestor chino de una agencia de viajes de Hawái.
En un plan de acción para 2020 publicado por la oficina de Daqing se indicaba que el Gobierno se centraría en establecer vínculos con empresas de Japón y Corea del Sur.
Supervisión médica
Durante la pandemia de COVID-19, los funcionarios también monitorearon a los extranjeros en Daqing.
En un documento fechado el 29 de febrero, la oficina de Daqing mantuvo un registro de más de 180 extranjeros en la ciudad, incluyendo estudiantes de intercambio, profesores y expertos extranjeros. Estos extranjeros procedían de Estados Unidos, Canadá, Chad, Marruecos, Zimbabwe, Sudáfrica, Taiwán, Suecia, Reino Unido y Australia.
En el documento se indicaba que los funcionarios de salud locales estaban vigilando su estado de salud debido a la pandemia, y se mostraba su información personal detallada, como números de pasaporte, cumpleaños y direcciones de residencia actuales en China.
Otro documento, fechado el 9 de abril, es un «informe de trabajo diario», que actualizaba el número de extranjeros que trabajaban o estudiaban en Daqing (220).
Una sección detallaba si los extranjeros que habían llegado recientemente a Daqing estaban bajo cuarentena.
En ese momento, los que entraban en la provincia de Heilongjiang debían estar en cuarentena durante 14 días.
Por ejemplo, un extranjero sin nombre fue puesto bajo aislamiento en su casa después de llegar de Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China. El extranjero llegó a China desde Canadá el 6 de marzo, según el documento.
Funcionarios chinos y profesores
Otro documento advertía que los funcionarios chinos que viajan al extranjero en viajes de negocios corrían el riesgo de que sus ideologías políticas cambiaran. La oficina de Daqing estableció directrices específicas para estas personas, antes de que salgan y después de que regresen a China.
Antes de embarcarse en sus viajes al extranjero, deben firmar una carta previa a la salida y seguir un curso de formación impartido por el Buró de Seguridad Estatal de Daqing, según el documento.
El Buró de Seguridad Estatal de Daqing también impartiría «lecciones de educación» a estas personas antes y después de sus viajes de negocios al extranjero.
Aunque el documento filtrado no explicaba exactamente lo que estipulaba la carta previa a la partida, las universidades chinas también exigen a sus profesores que firmen esos documentos antes de realizar viajes de negocios al extranjero.
La Escuela Superior de Tecnología de la Información de Changzhou, situada en la provincia costera china de Jiangsu, exige a sus profesores que firmen una de esas cartas, en la que se exige que no sean entrevistados por periodistas extranjeros a menos que cuenten con la aprobación del encargado de organizar su viaje, que no abandonen el grupo sin permiso para ver a amigos o familiares que vivan en el extranjero y que no observen ninguna actividad organizada por practicantes de Falun Gong, práctica espiritual que el régimen chino ha perseguido duramente desde 1999.
La reportera de Epoch Times Cathy He contribuyó a la elaboración de este artículo.
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