Los esfuerzos del Departamento de Justicia por restaurar la ley y el orden en medio de los disturbios y el caos que se produjeron tras la muerte de George Floyd, han llevado a la detención de docenas de personas en las últimas dos semanas.
Las autoridades federales han acusado a por lo menos 81 individuos hasta las 5:25 pm del 12 de junio, según un documento obtenido por The Epoch Times que resume los detalles de los arrestos realizados desde finales de mayo, cuando comenzaron las protestas a nivel nacional.
Entre esos cargos, alrededor de 40 fueron arrestados por cometer actos de violencia, incluyendo el uso de cócteles molotov, incendios, daños a la propiedad y saqueos.
Si bien muchas de las protestas se desarrollaron pacíficamente, ya que la gente inundó las calles para pedir un cambio sobre la brutalidad policial y las prácticas policiales, algunas ciudades se enfrentaron a la actividad violenta que ha provocado importantes daños a la propiedad y más de una docena de muertes.
Altos funcionarios han atribuido la actividad violenta observada durante las protestas por Floyd, un hombre negro que murió bajo la custodia policial de Minneapolis, a organizaciones extremistas como Antifa. El fiscal general William Barr dijo en una conferencia de prensa el 3 de junio que Antifa y otros grupos similares y «actores de una variedad de diferentes tendencias políticas» han estado detrás de las recientes actividades violentas para llevar a cabo sus propias agendas separadas.
Barr dijo que estos actores estaban capitalizando las protestas para «participar en la anarquía, los disturbios violentos, incendios provocados, el saqueo de empresas y los asaltos a la propiedad pública de los agentes del orden y de personas inocentes, e incluso el asesinato de un agente federal».
En Seattle, los alborotadores han ocupado y atrincherado parte de la ciudad, llamada la Zona Autónoma de Capitol Hill, después de que la policía fuera expulsada del edificio del Recinto Este, que fue el lugar de violentos enfrentamientos. La ocupación provocó la ira del presidente Donald Trump, que ha pedido a los funcionarios estatales y municipales que «recuperen» la ciudad.
El jueves, algunos oficiales de la comisaría regresaron al edificio y permanecieron allí hasta el viernes, según una portavoz de la policía, mientras finalizan los planes para recuperar el edificio. Los oficiales estuvieron evaluando el edificio, que había sido objeto de vandalismo y tenía carteles colgados con lemas como «Este espacio es ahora propiedad de la gente de Seattle».
Barr ha prometido restaurar la ley y el orden en las calles y comunidades americanas, declarando que «los esfuerzos de la policía federal se centran en los instigadores violentos».
«Continuaremos investigando, procediendo a los arrestos y juzgando cuando sea necesario», dijo el fiscal general en un discurso el 4 de junio.
Arrestos en medio del caos
El documento publicado por el Departamento de Justicia esboza detalles sobre todos los casos federales relacionados con disturbios anunciados hasta ahora por los fiscales de EE.UU. en todo el país. Hasta el 12 de junio, hay 57 casos pendientes.
Los individuos fueron arrestados por una serie de presuntas conductas, incluyendo apuntar con rayos láser a los aviones de la policía, prender fuego a los vehículos de la policía, posesión de armas de fuego durante las manifestaciones, robo y saqueo, incitación a los disturbios y por hacerse pasar por un oficial federal.
Un hombre, Loren Reed, de 26 años, de Page, Arizona, fue arrestado el 2 de junio por utilizar Internet y el teléfono para amenazar con quemar un juzgado local. Según la denuncia, Reed creó un chat privado en Facebook con el fin de convencer a la gente de que se uniera a una reunión en el juzgado para participar en un disturbio. En ese chat, Reed supuestamente publicó numerosos mensajes relacionados con la quema de edificios gubernamentales como el juzgado y el departamento de policía local. El departamento de policía recibió una pista sobre Reed de un ciudadano preocupado.
En otro caso, Branden Michael Wolfe, de 23 años, de St. Paul, Minnesota, fue acusado de ayudar e instigar un incendio provocado en el tercer distrito policial de Minneapolis. Wolfe fue arrestado después que la policía respondiera el llamado de una tienda de remodelación del hogar que denunciaba que un individuo «que vestía un chaleco antibalas y un cinturón policial y llevaba una porra» estaba intentando entrar en la tienda, según la denuncia.
Wolfe había sido anteriormente empleado como guardia de seguridad en la tienda, pero fue despedido ese mismo día. La denuncia decía que en el momento en que la policía lo encontró, Wolfe llevaba varios artículos robados del Tercer Precinto incluyendo el chaleco antibalas, un cinturón de seguridad con esposas, un auricular, una porra y un cuchillo. La policía recuperó más tarde otros artículos pertenecientes al departamento de policía del apartamento de Wolfe, entre ellos «un casco antimotines, un polvorín de 9 mm, una radio de policía y un kit en exceso para asuntos policiales», según la denuncia.
Del mismo modo, tres residentes de Nueva York, Colinford Mattis, Urooj Rahman y Samantha Shader, fueron acusados en dos imputaciones de procesamiento separadas por tratar presuntamente de utilizar dispositivos incendiarios improvisados, conocidos comúnmente como «cócteles molotov», para dañar un vehículo del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York en mayo.
Los tres fueron acusados cada uno de los siguientes cargos: uso de explosivos, incendio provocado, uso de explosivos para cometer un delito grave, conspiración de incendio provocado, uso de un dispositivo destructivo, desorden civil y fabricación o posesión de un dispositivo destructivo.
Investigaciones muy centradas en individuos vinculados a Antifa
En los últimos días se ha cuestionado si Antifa, el grupo extremista de extrema izquierda, está involucrado en los disturbios, ya que no hay indicios de Antifa en las denuncias penales federales.
En una entrevista con Fox News, Barr explicó que Antifa aún no ha sido mencionada en las denuncias penales relacionadas con los disturbios porque las autoridades federales aún están llevando a cabo investigaciones exhaustivas sobre ciertos individuos con vínculos con el grupo extremista.
«Tenemos algunas investigaciones en curso y muy centradas en ciertos individuos que se relacionan con Antifa», dijo Barr durante una entrevista con Fox News el 8 de junio. «Pero en la (…) fase inicial de identificar a las personas y arrestarlas, fueron arrestadas por crímenes que no requieren que identifiquemos a un grupo en particular o no necesitan eso«.
Barr dijo que su investigación investigará las fuentes de financiación detrás de los grupos extremistas y también se centrará en las tácticas coordinadas utilizadas por estos grupos durante los disturbios.
«Algunas de ellas se relacionan con Antifa. Algunas de ellas se relacionan con grupos que actúan muy parecido a Antifa. Como dije, hay una mezcla de grupos extremistas que están tratando de explotar esta situación por todos lados», dijo Barr.
The Epoch Times ha informado previamente sobre el esfuerzo coordinado y sin precedentes detrás de los disturbios, que ha abarcado varios estados del país. Entre estos esfuerzos se incluye el haber dejado materiales como ladrillos y botellas de agua llenas de gasolina en lugares convenientes para ser usados para alimentar los disturbios.
Reformas
El presidente Donald Trump ha anunciado un plan de cuatro puntos para hacer frente a la brutalidad policial y la desigualdad racial en Estados Unidos durante los llamados a un cambio por parte de los alborotadores.
Su plan incluye la búsqueda del desarrollo económico en las comunidades minoritarias, el tratamiento de las disparidades en la atención sanitaria, la emisión de una orden ejecutiva para alentar a los departamentos de policía de todo el país a cumplir con los estándares profesionales más actuales y la ampliación del acceso a la educación instando al Congreso a promulgar la elección de escuelas en todo el país.
Trump dijo que su administración ha estado trabajando en muchos elementos diferentes para promover la ley, el orden y la seguridad, al tiempo que condenó la violencia observada en las últimas dos semanas.
«Lo que sucedió hace dos semanas fue algo deshonroso de ver. Lo que sucedió en numerosas ocasiones durante las últimas dos semanas, la gente fue asesinada. Varias personas fueron asesinadas y fue muy, muy terrible y muy, muy injusto. Algunos de ellos eran oficiales de policía. Y fue una situación muy injusta. No queremos ver eso», dijo.
Él dijo que su plan alentaría a los departamentos de policía a «cumplir con los más actuales estándares profesionales de fuerza».
«Eso significa fuerza, pero fuerza con compasión», dijo. «Pero si vas a tener que hacer un trabajo de verdad, si alguien es realmente malo, vas a tener que hacerlo con verdadera fuerza, con verdadero poder».
Barr, que estaba presente durante el anuncio, parecía apoyar el plan de Trump. También reiteró el compromiso del Departamento de Justicia de apoyar los esfuerzos de reforma del presidente.
Él dijo que no creía que fuera el momento de «derribar nuestras instituciones» para promulgar el cambio, diciendo que en los últimos 50 años Estados Unidos ha estado «en marcha» para reformar sus instituciones, las cuales reconoció que habían sido «explícitamente discriminatorias» hasta los últimos 60 años.
«Tenemos que ser maduros en esto, y cuando vemos problemas, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para reformar nuestras instituciones y asegurarnos de que están en sinfonía con nuestros valores», dijo Barr.
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