El régimen chino se enfrenta a una presión cada vez mayor después de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Casa Blanca se unieran el 19 de noviembre a un creciente grupo de organismos y personas que piden pruebas del paradero de la tenista china Peng Shuai.
Peng, exnúmero uno del ranking de dobles de tenis, desapareció de la escena pública tras hacer pública una inusual acusación de abuso sexual contra un alto funcionario retirado del Partido Comunista Chino el 2 de noviembre. La mujer, de 35 años, acusó al ex viceprimer ministro Zhang Gaoli de coaccionarla para mantener relaciones sexuales hace varios años, y añadió que posteriormente mantuvieron una relación consentida de forma intermitente.
«Sé que lo negarás y te vengarás de mí», dijo Peng en sus comentarios, ahora borrados. El posteo de 1500 caracteres estuvo publicado durante una media hora antes de ser retirado, pero las afirmaciones resonaron después en la fuertemente censurada Internet del país.
La Casa Blanca pidió el viernes al gobierno chino que proporcionara «pruebas independientes y verificables» sobre el paradero y la seguridad de Peng.
«Estamos profundamente preocupados por los reportes de que Peng Shuai parece estar desaparecida después de acusar a un ex alto funcionario [de la República Popular China] de agresión sexual», dijo la portavoz Jen Psaki.
«Seguiremos defendiendo la libertad de expresión y sabemos que la RPC [República Popular China] tiene tolerancia cero con las críticas y un historial de silenciamiento de los que hablan, y seguimos condenando esas prácticas», añadió Psaki.
Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, pidió «una investigación con total transparencia sobre su denuncia de abuso sexual» en una rueda de prensa en Ginebra el viernes.
El régimen chino no ha reconocido ni comentado la acusación. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, dijo en una rueda de prensa el viernes que el asunto no era una cuestión diplomática y declinó hacer comentarios al respecto.
El 17 de noviembre, la emisora estatal china publicó una captura de pantalla de un supuesto correo electrónico enviado por Peng al director general de la Asociación de Tenis Femenino (WTA), Steve Simon, en el que decía que las acusaciones de agresión sexual eran falsas y que ella estaba bien. El supuesto correo electrónico solo se publicó en plataformas en inglés.
La supuesta respuesta no hizo más que suscitar más dudas.
«El comunicado publicado hoy por los medios de comunicación estatales chinos en relación con Peng Shuai no hace más que aumentar mi preocupación por su seguridad y paradero», dijo Simon, de la WTA, en un comunicado el miércoles.
«La WTA y el resto del mundo necesitan pruebas independientes y verificables de que ella está a salvo. He intentado contactar con ella en repetidas ocasiones a través de numerosas formas de comunicación, sin éxito», decía el comunicado.
Simon declaró a la CNN en una entrevista el 18 de noviembre que el circuito se plantearía retirar de China torneos con valor de decenas de millones de dólares.
El senador Ted Cruz (R-Texas) aplaudió las declaraciones de Simon.
«Steve Simon y la @WTA están dando un ejemplo demasiado excepcional al enfrentarse a los descarados crímenes y abusos de los derechos humanos del Partido Comunista Chino», escribió en Twitter el viernes.
Steve Simon and the @WTA are setting a far too rare example of standing up to the Chinese Communist Party’s brazen crimes and human rights abuses. pic.twitter.com/lxI2ygLGta
— Senator Ted Cruz (@SenTedCruz) November 19, 2021
El hashtag #WhereIsPengShuai (¿Dónde está PengShuai?) ha acumulado hasta ahora más de 32 millones de menciones en Instagram y Twitter, según el sitio web de análisis de hashtags BrandMentions. Ambas plataformas están bloqueadas en China.
En cambio, el tema sigue estando fuertemente censurado en el ciberespacio chino, fuertemente controlado. Hasta el viernes, las búsquedas de la cuenta oficial de la WTA en la plataforma china Weibo, similar a Twitter, no arrojaban resultados, aunque su cuenta seguía estando disponible. El nombre de Peng en Weibo tampoco muestra resultados de búsqueda.
Muchas tenistas, como Naomi Osaka y Serena Williams, también han expresado su preocupación por la seguridad de Peng. Comunidades de tenistas, como el Abierto de Tenis de Estados Unidos y la Asociación de Tenistas Profesionales, se han unido a la WTA, pidiendo pruebas independientes que confirmen la seguridad de Peng.
Los legisladores internacionales también instaron el viernes a Beijing a ofrecer «garantías verificables» sobre su paradero.
«El gobierno de la República Popular China tiene un historial conocido de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias contra quienes se atreven a oponerse a su régimen autoritario, con torturas, confinamiento en solitario y otros abusos conocidos contra las víctimas de la persecución política», dijo la Alianza Interparlamentaria sobre China en un comunicado.
Con información de Reuters.
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