El Departamento de Educación de Estados Unidos le pidió a la Universidad de Texas (UT) que suministre documentación sobre su relación con el laboratorio de enfermedades infecciosas con sede en China, en el centro de la controversia sobre el origen del virus del PCCh, el nuevo coronavirus que causa la enfermedad del COVID-19.
Aunque los científicos sugieren que el origen más probable de la pandemia sigue siendo natural, los investigadores están estudiando si hay pruebas que apoyen la teoría de que el virus fue objeto de un trabajo científico en el Instituto de Virología de Wuhan y que de alguna manera escapó.
El presidente Donald Trump, en declaraciones del jueves, afirmó haber visto evidencia para apoyar la teoría de que el virus había estado en el laboratorio y que Estados Unidos ahora «está descubriendo cómo salió».
«Es algo terrible lo que ha sucedido», dijo el presidente. «Si cometieron un error o si empezó como un error y luego cometieron otro, o si alguien hizo algo a propósito».
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el centro de intercambio de información de la red de organismos de espionaje de Estados Unidos, dijo que estaba de acuerdo con el consenso científico de que el virus no es de origen humano, pero que seguía investigando la fuente precisa de la pandemia mundial, que ha matado a más de 220,000 personas en todo el mundo.
La declaración de inteligencia dice que las agencias federales están de acuerdo «con el amplio consenso científico de que el virus COVID-19 no fue hecho por el hombre o modificado genéticamente».
«El Comité Internacional continuará examinando rigurosamente la información e inteligencia emergentes para determinar si el brote comenzó por contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan», dice la declaración.
La carta del Departamento de Educación (pdf), con fecha 24 de abril de 2020, pide a UT que comparta documentos relacionados con los posibles vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh), junto con docenas de universidades y empresas chinas, incluidas las que tienen vínculos con el régimen.
«Entre el 6 de junio de 2014 y el 3 de junio de 2019, UT informó de aproximadamente veinticuatro contratos con varias universidades estatales chinas y diez contratos con Huawei Technologies, todos ellos supuestamente por un valor total de 12,987,896 de dólares», dice la carta.
«Sin embargo, no es claro si UT ha informado de hecho de todos los regalos o contratos con o relacionados con la ACM de Wuhan, el Instituto de Virología de Wuhan y/o todas las demás fuentes extranjeras, incluidos los agentes e instrumentos del gobierno de la República Popular China», añadió.
El Departamento de Educación dijo que está solicitando una serie de registros de UT, incluyendo copias de los acuerdos de regalos o donaciones y la información de contacto del personal, para que el departamento pueda evaluar si UT cumple con las leyes federales que requieren que las instituciones de educación superior reporten cosas como regalos y contratos de fuentes extranjeras.
La solicitud de registros de regalos o contratos del Instituto de Virología de Wuhan y su investigadora Shi Zhengli, conocida por su trabajo con murciélagos, forma parte de una investigación más amplia del departamento sobre posibles declaraciones financieras erróneas de dinero extranjero por parte del grupo de universidades de Texas.
Un funcionario del UT dijo a The Wall Street Journal que la institución tiene previsto responder al departamento y se negó a proporcionar información sobre cualquier posible vínculo con las entidades identificadas en la carta.
Enlaces canadienses
Según informes anteriores el gobierno canadiense estaba financiando un proyecto de investigación del COVID-19 que implicaba la colaboración con el Instituto de Virología de Wuhan.
Un profesor de la Universidad de Alberta recibió una subvención de más de 828,000 dólares canadienses (590,000 dólares) para trabajar con el laboratorio de Wuhan en el desarrollo de las pruebas del COVID-19, según los Institutos Canadienses de Investigación de la Salud, una agencia gubernamental.
El proyecto tiene como objetivo desarrollar pruebas rápidas y baratas para detectar el COVID-19.
Las autoridades canadienses no han dicho por qué se eligió el laboratorio de Wuhan, pero un portavoz del Ministro de Salud federal Patty Hadju dijo al Globe and Mail, un medio de comunicación canadiense, que éste y otros proyectos de investigación financiados por Estado se someten a una «rigurosa revisión por pares» por parte de expertos independientes del gobierno.
Hablando con el mismo medio, una portavoz de la Universidad de Alberta dijo que el laboratorio de Wuhan fue elegido porque los investigadores de ahí tienen una considerable experiencia en las pruebas del COVID-19.
El Instituto de Virología de Wuhan se convirtió en el centro de atención en medio de los crecientes esfuerzos para determinar exactamente cómo comenzó el brote.
En 2018, funcionarios estadounidenses visitaron las instalaciones de Wuhan en múltiples ocasiones y enviaron dos advertencias oficiales a Washington sobre la inadecuada seguridad del laboratorio, que estaba investigando los coronavirus de los murciélagos, según el Washington Post.
Esos comunicados advirtieron sobre las debilidades de seguridad y gestión en el laboratorio y propusieron más atención y ayuda.
La Associated Press contribuyó con este informe.
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