Eficacia de 2 de 3 vacunas COVID-19 aplicadas en EE. UU. cae bajo el 50%, dice estudio

Por Zachary Stieber
07 de noviembre de 2021 12:32 PM Actualizado: 07 de noviembre de 2021 1:44 PM

La eficacia de las tres vacunas contra COVID-19 disponibles en Estados Unidos disminuyó en los últimos meses y la protección contra la infección cayó por debajo del 50 por ciento en dos de ellas, según un nuevo estudio.

Los investigadores revelaron que la vacuna COVID-19 de Moderna descendió del 89.2 por ciento en marzo al 58 por ciento en septiembre. Durante el mismo período de tiempo, la vacuna COVID-19 de Pfizer bajó del 86.9 por ciento de efectividad al 43.3 por ciento, y la de Johnson & Johnson bajó del 86.4 por ciento al 13.1 por ciento.

El año pasado, el Dr. Stephen Hahn, jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos durante el último período del gobierno de Donald Trump, dijo que la agencia no autorizaría vacunas COVID-19 que no fueran al menos 50 por ciento efectivas contra la infección.

Los investigadores también encontraron que la protección de las vacunas contra la muerte disminuyó, particularmente entre las personas mayores. Sin embargo, en lugar de comparar la eficacia de marzo y septiembre, utilizaron los datos para determinar la eficacia de julio a octubre. Para los mayores de 65 años, la eficacia contra la muerte fue del 75.5 por ciento para la vacuna de Moderna, del 70.1 por ciento para la de Pfizer y del 52.2 por ciento para la de Johnson & Johnson.

En el caso de los más jóvenes, la eficacia fue mayor: 84.3 por ciento para la de Pfizer, 81.5 por ciento para la de Moderna y 73 por ciento para la de Johnson & Johnson.

Aunque los primeros datos muestran una alta eficacia de la vacuna tanto contra la infección como contra la muerte, «nuestros resultados sugieren que las vacunas son menos eficaces para prevenir la infección asociada a la variante Delta», escribieron los investigadores.

Aunque los vacunados, a medida que pasa el tiempo, se enfrentaban a un mayor riesgo de infectarse con COVID-19 o de morir, los no vacunados han seguido siendo los más propensos a contraer la enfermedad o a morir por ella, añadieron.

La investigación fue realizada por investigadores del Instituto de Salud Pública, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Texas y el Centro Médico de Asuntos de Veteranos, y se publicó en la revista Science.

Los investigadores examinaron las infecciones y muertes por COVID-19 según el estado de vacunación de 780,225 veteranos entre el 1 de febrero y el 1 de octubre. Para ello utilizaron datos del Departamento de Asuntos de los Veteranos y recibieron financiación del Centro Mercatus de la Universidad George Mason y de la Oficina del Presidente de la Universidad de California.

«Nuestro estudio ofrece a los investigadores, a los responsables políticos y a otras personas una base sólida para comparar la eficacia a largo plazo de las vacunas contra el COVID, y una lente para tomar decisiones informadas en torno a la vacunación primaria, las vacunas de refuerzo y otros múltiples tipos de protección, incluidas las órdenes de mascarillas, el distanciamiento social, las pruebas de detección y otras intervenciones de salud pública para reducir la posibilidad de propagación», dijo la Dra. Barbara Cohn, autora principal, en una declaración. La investigación apoya las recomendaciones para que muchos estadounidenses, incluidos todos los receptores de Johnson & Johnson, se apliquen una vacuna de refuerzo, añadió.

Otros estudios demostraron que la eficacia de la vacuna COVID-19 ha disminuido con el tiempo, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias estadounidenses a recomendaciones de dosis de refuerzo, pero éste fue el primero en examinar las tres disponibles en Estados Unidos. Además el estudio mostró una eficacia menor contra la muerte, comparada con muchos otros estudios.

COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).

Las limitaciones del estudio incluyeron no saber por qué o dónde se hacían las pruebas de detección del virus a las personas. Los investigadores exigían que una persona se hiciera la prueba de COVID-19 para que fuera incluida en el análisis.

Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos no respondieron a las solicitudes de comentarios y no han reaccionado públicamente al estudio.

Los resultados se publicaron después de que otros dos estudios, ambos preimpresos, mostraran que la eficacia de la vacuna contra la infección disminuía con el tiempo.

Los investigadores suecos, que utilizaron datos de registros nacionales, descubrieron que la eficacia de la vacuna de Pfizer disminuyó desde 92 por ciento (del día 15 al 30) al 47 por ciento (del día 121 a 180). «A partir del día 211 no se pudo detectar ninguna eficacia», dijeron. La vacuna de Moderna también disminuyó su eficacia, pero conservó cierta protección a partir del día 181.

Por su parte, los investigadores israelíes, extrayendo datos de una base de datos nacional, descubrieron que la vacuna de Pfizer era menos eficaz tanto contra la infección como contra la enfermedad grave con el paso del tiempo.


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