El aceite de pescado omega-3 es tan efectivo como los medicamentos para algunos niños con TDAH

Por JANE CHANG, KING'S COLLEGE LONDON
18 de diciembre de 2019 3:14 PM Actualizado: 18 de diciembre de 2019 3:14 PM

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es bastante común. Afecta aproximadamente a uno de cada 20 niños y es tres o cuatro veces más común en los niños que en las niñas. Los niños con TDAH, que se caracteriza por falta de atención, hiperactividad e impulsividad, tienen más probabilidades de abandonar la escuela. Los medicamentos que se usan para tratar el TDAH a menudo son controversiales y no funcionan para el 20 a 40 por ciento de los niños que los toman.

Algunos estudios han demostrado que el aceite de pescado omega-3 puede ayudar con los síntomas del TDAH. Además, son seguros y bien tolerados. Sin embargo, los resultados de estos estudios han sido mixtos: algunos niños mejoran y otros empeoran. Queríamos saber si estos resultados dependían de si los niños tenían o no suficientes omega-3 en sus cuerpos para empezar.

Los ácidos grasos omega-3, como el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA), son importantes para nuestro cerebro, cuerpo, sistema inmunológico y corazón. Solo podemos obtenerlos de los alimentos, como el pescado azul, las espinacas y las nueces.

Estudios previos han encontrado que los niños con TDAH comen menos alimentos que contienen omega-3 y tienen menos omega-3 en sus cuerpos que los niños sin TDAH, por lo que también son más propensos a mostrar síntomas que indican una falta de omega-3, como eccema, uñas quebradizas y piel seca y escamosa. Pero en estudios anteriores, los ácidos grasos omega-3 se administraban a los niños con TDAH sin comprobar si eran deficientes en omega-3 en primer lugar.

En nuestro estudio, publicado en la revista Translational Psychiatry, examinamos a 92 niños de seis a 18 años, diagnosticados con TDAH. La mitad fueron asignados aleatoriamente a un grupo que tomaba omega-3, EPA. A la otra mitad (el grupo control) se le dio un placebo. El proceso duró 12 semanas.

Se midió el progreso de los niños con una prueba de rendimiento continua, una evaluación cognitiva objetiva de la atención, la vigilancia y la impulsividad al principio y al final del estudio. Encontramos que los niños que tenían deficiencia de omega-3, medido en la sangre, se volvieron más atentos y cautelosos al final de las 12 semanas cuando tomaron EPA. La diferencia fue estadísticamente significativa, es decir, es poco probable que sea el resultado de la casualidad.

Por el contrario, encontramos que los niños en el grupo EPA con poca o ninguna deficiencia de omega-3 tuvieron un empeoramiento en algunos síntomas de ADHD, especialmente impulsividad. Esto sugiere además que usted puede tener «demasiado de algo bueno», y que se necesita una cantidad adecuada de omega-3 para obtener resultados óptimos.

Actualmente, no existe una dosis recomendada de EPA pura, pero un panel de expertos sugirió que los pacientes que prefieren la suplementación con omega-3 en lugar de estimulantes (como Ritalin) deben tomar una combinación de DHA y EPA en dosis mayores o iguales a 750 miligramos al día durante al menos 12 semanas.

El primero de su clase

Nuestro estudio es el primero en utilizar el concepto de medicina personalizada (también conocida como «medicina de precisión») aplicada a los estudios nutricionales. También es el primer estudio en señalar que el omega-3 puede no proporcionar beneficios para todos los niños con TDAH y, en algunos casos, puede incluso ser perjudicial. Por esta razón, los niños con TDAH solo deben tomar un suplemento con omega-3 bajo la supervisión de sus médicos. Y los niños no deben cambiar sus medicamentos por suplementos de aceite de pescado, especialmente si les está yendo bien con el medicamento.

Por supuesto, comer más pescado azul también debería ser una prioridad para estos niños.

Jane Chang es investigadora visitante en el departamento de psiquiatría infantil y adolescente del King’s College London. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

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