David DePape, el hombre que supuestamente agredió a Paul Pelosi, estaba en una «misión suicida» y tenía planes para atacar a otros políticos de California y a federales, según un documento judicial presentado el 1 de noviembre por la fiscal del distrito de San Francisco, Brooke Jenkins.
El martes, DePape, de 42 años, compareció brevemente ante la Corte Superior de San Francisco y se declaró no culpable de intento de asesinato de Paul Pelosi y de otros cargos. Fue su primera aparición pública desde el ataque con un martillo contra el marido de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), el pasado viernes.
Las autoridades ordenaron en su contra una detención sin fianza. La próxima vista judicial está prevista para el 4 de noviembre.
«Este caso exige la detención. Nada menos», escribió Jenkins en el documento que presentó para mantener a DePape en la cárcel.
«La intención del acusado no podía ser más clara: él entró por la fuerza en la casa de Pelosi con la intención de tomar como rehén a la persona que es tercera en la línea de sucesión a la presidencia de Estados Unidos y dañarla gravemente», se lee en la presentación judicial. «Frustrado por la ausencia de la presidenta de la Cámara, Pelosi, el acusado continuó en su misión y no sería detenido, culminado en un ataque casi fatal contra el Sr. Pelosi».
Sin ser interrogado, DePape dijo a los médicos y a los oficiales en el lugar de los hechos que estaba «harto del nivel de locura [improperio] de las mentiras que salen de Washington, D.C.», según la presentación judicial.
«Yo no quería hacerle daño, pero ustedes saben, esta era una misión suicida. Yo no voy a quedarme aquí sin hacer nada, aunque me cueste la vida», dijo supuestamente DePape.
DePape le habría dicho a Paul Pelosi que «tenía otros objetivos», según el expediente judicial. Más tarde, cuando la policía le preguntó si tenía otros planes, DePape supuestamente «nombró varios objetivos», entre ellos un profesor local y «varios políticos prominentes y estatales y federales» y sus familiares.
El documento de la corte no nombra ningún objetivo potencial.
DePape dijo supuestamente a la policía que tenía la intención de tomar como rehén a la presidenta de la Cámara de Representantes e interrogarla.
«Si la presidenta Pelosi le mentía, tenía la intención de romperle las rótulas», escribió Jenkins.
Intrusión
El expediente judicial también contiene detalles sobre lo que ocurrió antes de que Paul Pelosi fuera herido.
Según Jenkins, DePape atravesó una ventana para entrar en la casa de los Pelosi en Pacific Heights, mientras llevaba un martillo y varias amarres plásticos.
Tras entrar, supuestamente se enfrentó a Paul Pelosi junto a su cama alrededor de las 2 de la madrugada y comenzó a preguntar por el paradero de la congresista.
Paul Pelosi dijo que su mujer estaba en Washington y que no volvería a casa en varios días. Entonces, DePape supuestamente le amenazó con atarle —la primera de unas 10 amenazas de este tipo, según la presentación judicial.
Cuando se le preguntó por qué buscaba a Nancy Pelosi, DePape habría dicho,»Bueno, ella es la número dos en la cola para la presidencia, ¿no?».
Después de que Paul Pelosi accediera a lo dicho, DePape supuestamente continuó diciendo que «todos son corruptos» y «nosotros tenemos que eliminarlos a todos ellos».
Finalmente, Paul Pelosi llamó al 911. Pero antes de que llegara la policía, Paul Pelosi «alargó la mano y la puso» en el mango del martillo, por miedo a que DePape le golpeara con él.
Dos agentes de policía llegaron a la casa y al ver a ambos con las manos en el mango del martillo, uno de ellos ordenó a DePape que lo soltara, pero este no obedeció.
Entonces DePape supuestamente «arrancó el martillo» de Paul Pelosi, dio un paso atrás y se abalanzó sobre él, «golpeando al Sr. Pelosi en la cabeza con toda su fuerza con el martillo».
«Los oficiales se precipitaron al interior de la casa, abordaron al acusado y lo desarmaron», dice la presentación judicial. «El Sr. Pelosi permaneció sin responder durante unos tres minutos, despertando en un charco de su propia sangre».
En la mochila de DePape, la policía supuestamente encontró otro martillo, un ordenador portátil y amarres de plástico.
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