El asesor del expresidente Donald Trump Steven Bannon se entregó al FBI por cargos de desacato al Congreso el lunes por la mañana, según imágenes de video del incidente.
Bannon fue acosado por miembros de varios medios de comunicación mientras se entregaba a los funcionarios federales en una oficina de campo del FBI en Washington, D.C. Se espera que comparezca ante el tribunal dentro de unas horas.
«Estamos acabando con el régimen de Biden», dijo a varios periodistas en el lugar el lunes. «Quiero que se mantengan concentrados, que sigan con el mensaje. Recuerden la señal, no el ruido», dijo también Bannon, añadiendo que «no quiero que nadie quite el ojo de la pelota, de lo que hacemos cada día».
La noticia se produjo tres días después de que fuera acusado de dos cargos de desacato al Congreso después de que se negara a comparecer ante una comisión del Congreso y no proporcionara documentos en respuesta a la citación del comité. Ambos cargos —que son delitos menores— conllevan un mínimo de 30 días y un máximo de 1 año de cárcel, así como multas de entre 100 y 1000 dólares, según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de la semana pasada.
En octubre, cuando el comité sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero emitió una citación a Bannon, su abogado dijo que no cooperaría con la investigación porque no había recibido instrucciones de Trump. El abogado, Robert Costello, escribió que «los privilegios ejecutivos pertenecen al presidente Trump», y que la invocación de Bannon a la doctrina legal debe ser «honrada».
Sin embargo, según la acusación, Bannon es un ciudadano común que «se negó a comparecer para dar testimonio según los requisitos de una citación».
Funcionarios de administraciones presidenciales demócratas y republicanas han sido declarados en desacato al Congreso en el pasado, aunque las acusaciones penales se consideran raras. La última vez que ocurrió fue en 1983, cuando la exfuncionaria de la Agencia de Protección Medioambiental Rita M. Lavelle fue absuelta de desacato al Congreso al no declarar sobre un vertedero de residuos peligrosos.
Los abogados de Bannon, David I. Schoen y Matthew Evan Corcoran, no han respondido inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
«Desde mi primer día en el cargo, he prometido a los empleados del Departamento de Justicia que juntos mostraríamos al pueblo estadounidense con palabras y hechos que el departamento se adhiere al Estado de derecho, sigue los hechos y la ley y persigue la justicia equitativa bajo la ley», dijo el fiscal general Merrick Garland después de que el Departamento de Justicia acusara a Bannon, quien se desempeñó como director de la campaña de Trump en 2016 y luego, como asesor presidencial durante la fase naciente de la Administración Trump.
El exjefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, también podría estar en el punto de mira del comité del 6 de enero después de que desafiara una citación para testificar sobre el mismo. El abogado de Meadows también citó la semana pasada el privilegio ejecutivo para su negativa a hablar con el comité, que la mayoría de los legisladores republicanos han denunciado como partidista y parcial.
En un artículo de opinión publicado por The Washington Post el pasado fin de semana, el abogado de Meadows, George J. Terwilliger III, escribió que estaba «sorprendido y decepcionado» de que el Departamento de Justicia rechazara las alegaciones de privilegio ejecutivo.
«Según el precedente de la Corte Suprema, el presidente Donald Trump también tiene voz para ser escuchado en las reclamaciones de privilegio ejecutivo que surjan de su mandato, y ha dado instrucciones a Meadows para que mantenga el privilegio. Mi cliente se encuentra así atrapado entre dos rocas (el Congreso y la Administración Biden) y un lugar difícil (las instrucciones del presidente al que sirvió)», opinó Terwilliger.
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