El Comunismo busca destruir la humanidad atacando la cultura y la moral

Una marcha celebrada en Washington llama la atención sobre el mal del Comunismo y qué alternativas existen

Por Joshua Philipp - La Gran Época
21 de junio de 2018 3:02 PM Actualizado: 23 de junio de 2018 1:56 AM

El objetivo final del Comunismo es destruir a la raza humana, y el espectro malvado del Comunismo está gobernando nuestro mundo hoy. La única esperanza de la humanidad es purificarse de su veneno para escapar de esta catástrofe. La gente del mundo necesita volver a la tradición y mejorar la moralidad.

Este es el mensaje de una marcha realizada en Washington el 20 de junio por cerca de 5000 practicantes de Falun Dafa, también conocido como Falun Gong: es la conclusión que extraen de las lecciones que aprendieron al enfrentar 19 años de la brutal persecución de un régimen comunista.

En 1999, el Partido Comunista Chino (PCCh) se propuso erradicar a Falun Gong, creyendo que los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia de la práctica espiritual tradicional eran antitéticos al sistema ateo del régimen comunista. Los practicantes de Falun Gong han sido sometidos a arrestos ilegales y encarcelamiento, tortura, lavado de cerebro y trabajos forzados. También se han utilizado como fuentes vivas para trasplantes forzados de órganos.

Los 100 millones de practicantes de Falun Dafa, estimados en China, soportaron la mayor parte de esta persecución, mientras que practicantes en el exterior exponían los crímenes del PCCh bajo la presión constante de los brazos del régimen con su influencia en el extranjero tanto en la política, como en los negocios, los medios de noticia y grupos de intereses especiales.

A través de sus dificultades y triunfos, los practicantes de Falun Dafa han aprendido mucho sobre los objetivos, no solo del PCCh, sino del Comunismo en general. Ellos presentaron estos objetivos en pancartas llevadas en el desfile.

Gran marcha de 5000 practicantes de Falun Gong camina por Pennsylvania Avenue. en Washington el 20 de junio de 2018. (Edward Dye / La Gran Época)

El comunismo no tiene como objetivo crear una utopía, como comúnmente se cree. Sus verdaderos objetivos son la destrucción de la moral y la religión, y la incitación a la lucha y el odio entre la gente del mundo.

Esto está ligado con al corazón mismo del sistema comunista.

La personas, siempre que estén dispuestas a pasar por alto las 100 millones de muertes estimadas que el Comunismo causó en el último siglo, solo entonces pueden pensar en igualdad, compartir, luchar contra la «opresión» y cosas por el estilo. Estos son los temas de conversación del Comunismo: las ideas superficiales que el régimen muestra a la gente cuando quiere unirlos para alcanzar sus objetivos de destruir la moral, la tradición y la religión.

Sin moralidad, la humanidad se despoja de la restricción necesaria para mantener la armonía social. El Comunismo es capaz de entrar en las brechas y proporcionar control social al dominar incluso los rincones más pequeños de nuestras vidas. Sin tradición, la gente olvida su herencia, su cultura y las formas de vida que los hacen humanos. Y sin religión, las personas pierden el camino a través del cual pueden templar su carácter interno y salvarse de la destrucción espiritual.

El Comunismo nunca ha intentado ocultar estos objetivos. Podemos verlo en los escritos de Karl Marx y Friedrich Engels. «El Manifiesto Comunista» declara: «El comunismo elimina las verdades eternas, elimina toda religión y toda moralidad». También podemos ver que en cada país que penetra el Comunismo, se inician los movimientos sociales que llevan a cabo esta destrucción.

Muchas personas son arrastradas involuntariamente en estos movimientos y con frecuencia se les hace creer que están luchando por una causa justa. El Comunismo forma sus narrativas a través de falsos marcos, medias verdades y datos manipulados. La ignorancia a menudo agresiva de sus seguidores más devotos proporciona un terreno fértil para la propagación de estas historias falsas.

Muchas personas nunca se dan cuenta de que los problemas que estos movimientos sociales promueven son el objetivo del Comunismo. Una vez más, el objetivo es la destrucción de la humanidad mediante la eliminación de la moral, la tradición y la religión. Los problemas que los movimientos comunistas presionan son simplemente pasos para lograr esta destrucción. Después que los movimientos socialistas y comunistas logran impulsar una agenda que va en contra de los valores de una sociedad, rápidamente pasan a otra agenda que va más allá, en contra de las normas sociales.

Los movimientos comunistas fabrican sus problemas usando una fórmula simple, presentada bajo la teoría comunista del materialismo dialéctico: Primero, identifican un valor moral o cultural incumbente. Luego invierten ese valor y usan la inversión formando un problema social para atacar, y desgastar el valor establecido.

La destrucción de la moral y las tradiciones, estaba relacionada con la teoría de Marx sobre el «progreso», que de acuerdo con el concepto del ‘Curso de los Imperios’, este consistía en conducir al mundo hacia el estado de destrucción moral, cultural y social.

Marx promovió su teoría de las cinco etapas de la civilización para afirmar que el desarrollo de la sociedad conducía a sus teorías del Comunismo. La primera etapa, él creía, era el Comunismo primitivo, luego la Sociedad agraria, seguida por el Capitalismo, luego el Socialismo, luego el Comunismo.

Por supuesto, Marx simplemente estaba cambiando el nombre de las ideas existentes sobre las etapas de la civilización. Si tuviéramos que entender esto desde las etapas de los imperios, o la representación de Thomas Cole del «Curso de los Imperios», formada al mismo tiempo que las teorías de Marx, el Comunismo primitivo era la Sociedad primitiva donde nada se había construido todavía, y la Sociedad agraria era una de Agricultura y vida simple. El capitalismo era el «Imperio consumado«, el Socialismo era la etapa de «Destrucción» y el Comunismo, la etapa de «Desolación«, donde todo ha sido destruido.

De esto, podemos entender que los alto de un Imperio es el Imperio Consumado, que Marx calificó de «Capitalismo». El estado de destrucción fue lo que Marx llamó «Socialismo» y lo que Lenin llamó «Capitalismo de Estado». El Socialismo era el escenario de que el estado había tomado el control de todos los medios de producción y logrado la dictadura, que podría usarse para impulsar el objetivo final del Comunismo, el estado de «desolación», en el que todo se ha destruido.

El objetivo final del Comunismo es la aniquilación de todas las morales y valores, todas las culturas, todas las jerarquías fuera de su control y cualquier tipo de sistema que pueda tener poder sobre la psique de una persona o su restricción moral.

De acuerdo con los principios de creación y destrucción en el Universo, en los cuatro ejes y en todos los imperios humanos, el Comunismo está tratando de acelerar el «progreso» hacia la destrucción de la humanidad. Quiere conducir a la gente más rápido hacia esta destrucción, acelerando el proceso de declinación moral; y en los temas promovidos por los movimientos comunistas, podemos verlos activamente haciendo esto, en cada parte del mundo.

Para escapar de este camino de destrucción creado por el comunismo, la gente necesita restaurar lo que el Comunismo está tratando de destruir, volviendo a la tradición y la moralidad.

Las opiniones expresadas en este artículo son opiniones del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de La Gran Época.

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