La escasa gasolina que está llegando a Venezuela se obtiene a través de traspasos de un buque a otro, tal y como si se tratara de contrabando para evadir las sanciones internacionales.
Desde hace más de cinco años la nación suramericana sufre una escasez de combustible única en su historia por la falta de producción nacional; el interior del país enfrenta intermitentemente largas cosas en las estaciones de servicio mientras que los ciudadanos se han visto obligados a amanecer en las filas. Pero recientemente la situación empeoró, la escasez de gasolina se extendió a Caracas y podría mantenerse por más tiempo.
Un reportaje de la agencia de noticias Bloomberg reveló que tras la paralización de la mayoría de las refinerías en Venezuela, la nación importará grandes cantidades de gasolina; sin embargo, para evadir las sanciones se ha visto obligada a traspasar la carga barco a barco que proviene de Europa. En total, Venezuela importó 3,62 millones de barriles de gasolina en noviembre y octubre.
«Las transferencias se realizan cuando los operadores de barcos, que inicialmente transportan el combustible desde el Mediterráneo, buscan mantenerse alejados de los puertos de Venezuela en medio de las sanciones», explica Bloomberg.
Explica el economista Reid I’Anson a la agencia de noticias, que todas estas transferencias no solo son inusuales, sino que también serían «poco económicas» para el país suramericano pues el recorrido para llegar a su destino se ha vuelto sumamente complejo.
«Después de cargar el combustible en Italia y Grecia, los buques Gemma y Chance navegaron a Malta, un popular centro de transferencia de barcos, y descargaron la carga en el Suezmax Alburaq (…) luego navegó a Aruba donde se transfirió la carga en mar abierto a los buques Serengeti y Margarita que, a su vez, descargaron la gasolina en Venezuela», señalan las investigaciones.
Mientras la dictadura sigue enviando petróleo, gasolina y diesel a Cuba, las refinerías en Venezuela están prácticamente paralizadas; apenas dos de ellas trabajan pero a menos del 10 % de su capacidad.
“El petróleo venezolano abastecía el 10 % del mercado interno de Estados Unidos (…) allí, a través de siete grandes refinerías, en 15,750 estaciones de servicio se atendía el mercado (…) hoy en día el pobre mercado venezolano destruido por la crisis económica ya no es capaz de ser abastecido por nuestras refinerías y estamos dependiendo de gasolina importada de otras procedencias para poder resolver temporalmente el problema”, explicó a NTN24, el economista venezolano José Toro Hardy.
La producción petrolera de Venezuela aumentó sólo 12.000 barriles diarios en noviembre según la OPEP pic.twitter.com/wTUv95Vqzl
— Jose Toro Hardy (@josetorohardy) December 12, 2019
Por su parte, Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros, afirmó que no hay reservas para abastecer toda la demanda de combustible en el país.
«Todas las plantas de gasolina están paralizadas, nada más estaba funcionando la planta de catalítica de Amuay. Se paró hace un mes por problemas en unos equipos y la parada se puede alargar entre tres y seis meses», manifestó.
Todo indica que la promesa del régimen de Maduro, de producir 1,6 millones de barriles diarios, será imposible de cumplir, pues en Venezuela no están dadas las condiciones, ya que para tal fin se debería acondicionar la infraestructura petrolera, reparar los daños, aumentar las ventas y contar con personal capacitado para producir al menos un millón de barriles. Cuando Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela se producían 3,2 millones de barriles diarios, hoy la cifra se encuentra alrededor de los 650,000 barrilles diarios.
Para Cuba, todo
Así como el régimen de Nicolás Maduro hace lo imposible para abastecerse de gasolina importada; también invierte todos sus esfuerzos en hacerle llegar crudo a Cuba a costa de lo que sea.
Cuba es uno de los principales aliados de Venezuela, país del que recibe unos 100,000 barriles de petróleo cada día, a través de varios acuerdos de cooperación. La isla envía médicos, militares y funcionarios de inteligencia a cambio de que Maduro le envíe petróleo.
Entre tanto, el Gobierno de Estados Unidos busca con sanciones interrumpir dichas relaciones comerciales para presionar aún más a la dictadura de Maduro y al régimen de Cuba.
El modus operandi de la empresa estatal es hacer una especie de relevo: transfiere en altamar los barriles de crudo a buques cubanos que se dedican a llevar la carga a su destino, evitando así las incautaciones.
Un artículo de Bloomberg revela que el régimen de Maduro está cambiando el nombre de los buques y les está apagando sus transpondedores para «desaparecerlos» de los radares y así puedan llegar a Cuba.
Asimismo, la tiranía decidió convertir algunos buques petroleros en barcos de guerra tras custodiarlos con personal activo de la Fuerza Armada de Venezuela (FANB) ante la posibilidad de que Estados Unidos intente bloquear el envío de crudo a la isla.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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