El fiscal general, William Barr, dijo que confía en que se hará justicia en la investigación federal sobre la muerte de George Floyd, quien murió bajo custodia policial en Minneapolis a principios de esta semana.
Sus comentarios hacen eco a las declaraciones del presidente Donald Trump hechas el miércoles, en ellas el mandatario expresó una confianza similar después de pedir al Departamento de Justicia (DOJ) y al FBI que aceleren su investigación sobre la muerte de Floyd. El fallecimiento del afroamericano a manos de agentes policiales provocó indignación nacional y días de protestas violentas en Minneapolis. Un vídeo ampliamente difundido mostraba a Floyd acostado y esposado cuando un oficial de policía se arrodilló en el cuello del hombre durante casi nueve minutos.
«Las imágenes en vídeo del incidente, que terminó con [la] muerte del Sr. Floyd mientras estaba bajo custodia de los oficiales de policía de Minneapolis, eran desgarradoras y profundamente inquietantes», dijo Barr en un comunicado el viernes.
Barr agregó que el Departamento de Justicia y el FBI están «procediendo rápidamente» en su investigación para determinar si se violaron las leyes federales de derechos civiles. Dijo que la investigación federal es separada, pero paralela a la investigación dirigida por fiscales estatales que están en proceso de determinar si los cargos penales son apropiados según la ley estatal.
«Tanto los oficiales estatales como los federales están trabajando diligentemente y en colaboración para garantizar que cualquier evidencia disponible relevante, que ayude a estas decisiones, se obtenga lo más rápido posible», dijo.
Señaló que, como práctica habitual, el estado anunciará primero las decisiones de acusación.
«Estoy seguro de que se hará justicia», dijo Barr.
La declaración del fiscal general se produce el mismo día en que un fiscal del condado anunció que el expolicía Derek Chauvin, quien tenía su rodilla en el cuello del hombre, fue arrestado y acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. El fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, dijo en una conferencia de prensa el viernes que todavía están revisando la evidencia y que los cargos posteriores pueden presentarse más tarde.
Si es declarado culpable, Chauvin podría enfrentar hasta 25 años de prisión por el cargo de asesinato y hasta 10 años por homicidio involuntario en segundo grado.
Los cargos se dieron a conocer a menos de cuatro días del incidente. Chauvin y otros tres policías involucrados en el arresto fueron despedidos del departamento de policía a principios de esta semana.
Las imágenes que registraron el arresto mostraron que Floyd les había dicho a los oficiales que «no podía respirar» antes de que su cuerpo quedara inmóvil. Según un informe del Departamento de Bomberos de Minneapolis (pdf), Floyd no respondía y estaba «sin pulso» cuando los paramédicos lo transportaban a una ambulancia desde el lugar de su arresto hasta el hospital.
La policía de Minneapolis dijo en un comunicado el 26 de mayo que los oficiales estaban respondiendo a un informe de falsificación cuando el hombre se resistió. Según el comunicado, Floyd murió después de «sufrir problemas médicos».
Una autopsia preliminar realizada por el médico forense del condado de Hennepin reveló que «no había hallazgos físicos que respaldaran un diagnóstico de asfixia traumática o estrangulamiento», pero la combinación de ser retenido por la policía, sus condiciones de salud subyacentes y posibles sustancias tóxicas en su sistema probablemente contribuyeron a la muerte del hombre, según la denuncia penal.
El jueves, la fiscal federal Erica MacDonald y el agente especial a cargo del FBI Rainer Drolshagen dijeron en una declaración conjunta que estaban llevando a cabo una «investigación criminal sólida» sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Floyd y han hecho de la investigación una «máxima prioridad».
Isabel Van Brugen contribuyó a este informe.
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