El representante John Lewis (D-Ga.), un referente de los derechos civiles, ha muerto a la edad de 80 años.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-Calif.) confirmó la muerte de Lewis en una declaración el viernes pasado. Dijo que Lewis fue «uno de los más grandes héroes de la historia estadounidense» y «un titán del movimiento de derechos civiles cuya bondad, fe y valentía transformó nuestra nación».
«En el Congreso, John Lewis era venerado y amado en ambos lados del hemiciclo y a ambos lados del Capitolio. Todos nosotros nos sentimos humildes al llamar al congresista Lewis un colega, y estamos desconsolados por su fallecimiento», dijo Pelosi.
«Que sea un consuelo para su hijo John-Miles, para toda su familia, para Michael Collins y para todo su personal, muchos lloran su pérdida y están rezando por ellos en este triste momento», añadió.
Lewis, que era congresista por Atlanta, anunció a finales del mes de diciembre que tenía un cáncer de páncreas de fase 4 y que iba a empezar el tratamiento. A pesar del diagnóstico, seguía postulándose para la reelección.
«He estado en una especie de lucha por la libertad, la igualdad, los derechos humanos básicos, durante casi toda mi vida. Nunca me he enfrentado a una lucha como la que tengo ahora», dijo Lewis en una declaración en ese momento.
Lewis es conocido por el papel prominente que tuvo en el movimiento de los derechos civiles de los años 60 y en las acciones para poner fin a la segregación racial legalizada en los Estados Unidos. Fue el más joven y el último superviviente de los «Seis Grandes» activistas de los derechos civiles, un grupo dirigido por el Dr. Martin Luther King Jr. que comprende a los líderes de seis organizaciones prominentes de derechos civiles que eran el rostro visible de dicho movimiento.
Lewis ayudó a fundar el Comité Coordinador de Estudiantes No Violentos y se convirtió en su presidente en 1963 a la edad de 23 años. Se le recuerda más por haber liderado a unos 600 manifestantes durante la marcha del Domingo Sangriento a través del puente Edmund Pettus en Selma en marzo de 1965.
El último de los «Seis Grandes» fue elegido para el Consejo de la Ciudad de Atlanta en 1981, y más tarde fue elegido para el Congreso en noviembre de 1986. Desde entonces, Lewis sirvió en la Cámara de Representantes como representante demócrata del quinto distrito del Congreso por Georgia. Lewis se convirtió en el principal legislador de su partido después de que los demócratas ganaran el control de la Cámara en 2006.
Fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil de los Estados Unidos, entre otros premios de eminentes instituciones nacionales e internacionales.
«Amaba tanto a este país que arriesgó su vida y su sangre para que [la nación] cumpliera esa promesa», dijo el expresidente Barack Obama en una declaración. «Y a lo largo de las décadas, no solo se entregó por completo a la causa de la libertad y la justicia, sino que inspiró a las generaciones siguientes a tratar de estar a la altura de su ejemplo».
El expresidente Bill Clinton y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton dijeron en una declaración conjunta: «Hemos perdido a un gigante. John Lewis dio todo lo que tenía para redimir la promesa no cumplida de Estados Unidos de igualdad y justicia para todos, y para crear un lugar donde pudiéramos construir una unión más perfecta juntos».
El líder de la mayoría republicana del Senado de los Estados Unidos, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo que Lewis tenía un lugar «entre los gigantes de la historia estadounidense» incluso antes de ser elegido al Congreso, señalando su ascenso desde una familia de aparceros en la Alabama segregada.
«El Senado y la nación lloran la pérdida del congresista John Lewis, un líder pionero de los derechos civiles que arriesgó su vida para luchar contra el racismo, promover la igualdad de derechos y hacer que nuestra nación esté más en línea con sus principios fundadores», dijo McConnell.
Reuters contribuyó a la elaboración de este artículo.
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