El juez de la Corte Suprema, Samuel Alito, negó estar involucrado en una supuesta filtración, hace ocho años, de una decisión de libertad religiosa que sostenía que las empresas familiares no tenían que proporcionar beneficios de control de la natalidad a los empleados. El pronunciamiento del juez se dio después de la publicación de un artículo del New York Times, del 19 de noviembre, en el que se informó por primera vez sobre la presunta filtración y en el que se alega que Alito podría haber estado involucrado en ella.
El informe de los medios se produce mientras la Corte Suprema continúa investigando la filtración sin precedentes, a principios de este año, del proyecto de opinión de la mayoría en Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization, en el que la corte anuló el caso Roe vs Wade (1973) y sostuvo que no existe un derecho constitucional al aborto, devolviendo la regulación del aborto a los estados. La opinión 5-4 en Dobbs, escrita por Alito, fue publicada formalmente por el tribunal en junio. Alito se refirió a la filtración como una “grave traición”.
Alito también escribió la opinión de la mayoría (pdf) en Burwell vs Hobby Lobby (2014), en la que el tribunal sostuvo 5 a 4 que, según la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa de 1993, una empresa «cerrada» no tiene que ofrecer cobertura de control de la natalidad a los empleados si la empresa se opone a la anticoncepción por motivos religiosos.
Hobby Lobby opera una exitosa cadena de tiendas de artesanías. Los funcionarios de la empresa adoptaron una postura pública contra la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio de 2010, citando la anticoncepción obligatoria de la ley de la era de Obama y la cobertura de la píldora del día después para los empleados. Se informó el mes pasado que el fundador David Green, un cristiano evangélico que tiene un patrimonio neto de USD 14,000 millones, ha regalado las acciones con derecho a voto de la compañía porque «eligió a Dios».
El fallo sobre Hobby Lobby le valió a Alito la ira de la izquierda, al igual que en junio de este año, cuando el jurista conservador fue autor de la opinión mayoritaria en Dobbs.
La decisión en el caso Dobbs, cuyo borrador se filtró a los medios a principios de este año, provocó amenazas de muerte y protestas en los hogares de los jueces conservadores, un intento frustrado de asesinar al juez Brett Kavanaugh y el hostigamiento público a los jueces por parte de grupos de izquierda.
El artículo del New York Times afirma que el reverendo Rob L. Schenck, antiguo líder provida que solía dirigir el grupo sin ánimo de lucro Faith and Action in the Nation’s Capital, envió una carta (pdf) al presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, en verano, en la que afirmaba que se había enterado del resultado del caso Hobby Lobby tres semanas antes de que se dictara oficialmente.
En la carta, Schenck dijo que obtuvo la información privilegiada cuando un donante de su organización sin fines de lucro le dijo que había cenado en la casa de Alito con su esposa antes de que se decidiera el caso Hobby Lobby y supo durante la cena que el tribunal fallaría a favor de la empresa. Schenck escribió que usó la información buscando prepararse para la próxima decisión e informó al director ejecutivo de Hobby Lobby, Steve Green, hijo de David Green, sobre el fallo días antes de que se publicara formalmente la opinión.
“Teniendo en cuenta que el responsable de la filtración inicial del reciente borrador de opinión [en Dobbs] puede tener que pagar una sanción severa, [yo] pensé que este incidente anterior podría merecer alguna consideración por parte de usted y otras personas involucradas en el proceso. Por supuesto, estaría feliz de cooperar plenamente si encuentra algún valor en otros detalles relacionados con lo que he transmitido aquí”.
El artículo del New York Times reconoce que «el relato de Schenck sobre la violación tiene lagunas», pero afirma que hay «un rastro de correos electrónicos y conversaciones contemporáneas que sugerían fuertemente que conocía el resultado y el autor de la decisión de Hobby Lobby antes de que se hiciera pública”.
Schenck dijo que se enteró con anticipación de la opinión de Hobby Lobby porque, en palabras del periódico, “había trabajado durante años para aprovecharse de la permeabilidad de la corte”.
Schenck «obtuvo acceso a través de la fe, a través de los favores negociados con los guardianes y a través de los donantes ricos de su organización, opositores al aborto a los que llamó ‘misioneros furtivos'», según el New York Times.
The Washington Post informó el 19 de noviembre que el donante mencionado en la carta de Schenck era Gayle Wright. Wright dijo que discutió la demanda de Hobby Lobby con Schenck, pero, en palabras del medio de comunicación, “negó enfáticamente haber hablado con Alito o su esposa en la cena sobre el caso o su resultado”.
“Simplemente no es cierto. No lo discutió en absoluto”, dijo Wright sobre Alito, según el Washington Post. “Es una regla cardinal. No preguntas ni discutes un caso con un juez. Ya no querrían ser tus amigos”.
Alito emitió un comunicado negando que hubiera una filtración de Hobby Lobby.
“La acusación de que mi esposa o yo les informamos a los Wright el resultado de la decisión en el caso Hobby Lobby, o la autoría de la opinión de la Corte, es completamente falsa”, dijo Alito. El esposo de Wright, Donald Wright, quien también asistió a la cena, ya falleció.
“Mi esposa y yo conocimos a los Wright hace algunos años debido a su fuerte apoyo a la Sociedad Histórica de la Corte Suprema y desde entonces hemos tenido una relación casual y puramente social”, dijo Alito en el comunicado.
“Nunca detecté ningún esfuerzo por parte de los Wright para obtener información confidencial o para influir en nada de lo que hice en una capacidad oficial o privada, y me habría opuesto enérgicamente si lo hubieran hecho”.
En los años transcurridos desde la decisión de Hobby Lobby, Schenck se ha alejado de su anterior adopción de causas conservadoras.
En su sitio web personal, respaldó a los demócratas en las recientes elecciones al Congreso y dijo que los republicanos ahora representan la “pecaminosidad”. Schenck también criticó al expresidente Donald Trump por lo que llamó “afirmaciones absolutamente injustificadas, increíbles y muchas veces refutadas legalmente” de que los demócratas “manipularon las últimas elecciones presidenciales”.
Schenck también denunció la decisión de Dobbs y dijo que dañaría a «cientos de miles de mujeres que enfrentan embarazos no deseados».
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