Historias de la antigua China: El magnánimo carácter de Cao Cao y de su bisabuelo

Por THOMAS LEUNG, la gran época
02 de enero de 2017 1:25 AM Actualizado: 27 de febrero de 2020 6:33 PM

Cao Jie es un personaje oscuro de la historia china en comparación con su ilustre bisnieto, el gobernador Cao Cao. Sin embargo, era bien conocido por su amabilidad y generosidad con sus vecinos.

Según la «Continuación del libro de Han», un vecino de Cao perdió una vez un cerdo y notó que uno de los cerdos de Cao Jie se veía muy parecido al que había perdido. Él pensó que era su cerdo perdido.

Cao Jie no discutió con su vecino y le permitió llevarse el cerdo.

Más tarde el cerdo perdido del vecino regresó a su casa. Con vergüenza, el vecino se disculpó con Cao Jie y le devolvió el cerdo.

Cao Jie, aún cuando fue un personaje oscuro en la historia China, fue conocido por sus vecinos por su amabilidad y generosidad. Imagen Ilustrativa (DominioPúblico/ WikimediaCommons)

Cao Jie lo aceptó con una sonrisa sin decir palabra. La gente en el pueblo elogiaba la generosidad de Cao Jie y lo admiraba aún más en sus corazones.

El bisnieto de Cao Jie, Cao Cao (155–220), un héroe de la era de los Tres Reinos, fue incluso de miras más abiertas y más magnánimo.

La Batalla de Guandu, una famosa batalla en la historia china, tuvo lugar en el año 200. Aunque las tropas de Cao Cao fueron superadas en número, derrotaron al ejército de Yuan Shao. Yuan Shao y su hijo abandonaron al ejército y se escaparon por un río.

Los soldados de Cao Cao capturaron las provisiones del ejército de Yuan Shao, entre los que se encontraron documentos, tesoros y otros elementos, así como también a sus soldados.

Yuan Shao. (Dominio Público / Wikimedia Commons)

Entre los documentos de Yuan Shao había mucha correspondencia privada entre Yuan Shao y funcionarios de Cao Cao, inclusive con algunos generales de su ejército.

Estas eran evidencia de deslealtad. Cao Cao podría haber identificado y purgado a los renegados leyendo esas cartas, sin embargo no lo hizo.

En cambio ordenó a los sirvientes quemar todas las cartas sin leerlas, cambiando los sentimientos de sus subordinados de pánico a gratitud.

En vez de tomar acciones contra los desleales, Cao Cao vio el asunto desde la perspectiva de sus subordinados, diciendo: «Cuando Yuan era fuerte, incluso yo no estaba seguro de mi destino ¡Ni hablar qué pensarían otras personas!

 

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