Los republicanos de la Cámara de Representantes publicaron el 30 de septiembre un informe descrito como un «plan integral» para contrarrestar una serie de amenazas planteadas por el Partido Comunista Chino (PCCh).
El grupo de trabajo de China, después de una investigación de meses, hizo más de 400 recomendaciones para responder a las acciones malignas que el régimen ejecuta contra Estados Unidos y contra el mundo libre, calificando al Partido como una «amenaza generacional».
Entre las recomendaciones se encuentran trasladar industrias críticas, incluidas las cadenas de suministro médico, de China a Estados Unidos, modernizar el ejército estadounidense e imponer nuevas sanciones para castigar los abusos de derechos humanos del régimen y sus actividades de influencia maligna.
El informe concluyó que décadas de compromiso con el régimen, que se realizaron con la esperanza de que se liberalizara, fueron un fracaso, lo que llevó a Estados Unidos a hacer «la vista gorda» ante las violaciones de derechos que el PCCh llevó a cabo, sus agresiones económicas y militares y sus promesas incumplidas.
“Durante décadas, Estados Unidos y sus aliados han estado dormidos al volante”, dijo el representante Michael McCaul (R-Texas), presidente del grupo de trabajo, en una conferencia de prensa el 30 de septiembre.
El informe se produce cuando el Congreso y la administración Trump están adoptando una postura cada vez más dura contra el régimen. El Congreso aprobó el año pasado, con un amplio apoyo bipartidista, varias medidas de derechos humanos, centradas en Hong Kong y en los musulmanes uigures de Xinjiang. Pero los demócratas se han mostrado reacios a centrarse en el papel del PCCh en la propagación global del virus del PCCh y, en cambio, concentraron sus esfuerzos en criticar el manejo de la pandemia por parte de la administración Trump.
«La gravedad de la pandemia es el resultado directo de la obsesión del PCCh por su control y reputación», dice el informe, refiriéndose al encubrimiento y represión de Beijing a quienes dieron la alarma sobre el brote desde el principio.
“El PCCh restó importancia a la crisis y continúa ocultando información clave al mundo. El resultado fue un desastre global. La ideología comunista del PCCh en sí misma llevó al mundo a un estancamiento mortal, doloroso y costoso”, continúa.
McCaul dijo que la respuesta del régimen al brote y su posterior acumulación de suministros médicos crearon una «experiencia de despertar» para el pueblo estadounidense.
El sesenta por ciento de las recomendaciones fueron bipartidistas, según el grupo de trabajo. El grupo, compuesto por 15 miembros republicanos de la Cámara, estaba destinado inicialmente a ser un comité bipartidista, sin embargo, los demócratas se negaron a unirse.
El informe también pidió una campaña de información en todo el gobierno para combatir los esfuerzos de propaganda y desinformación del PCCh, un mayor escrutinio de las inversiones chinas en empresas estadounidenses y la negociación de un acuerdo de libre comercio con Taiwán.
En el transcurso de este año, las acciones de Beijing a nivel nacional y en el extranjero han generado la condena de la comunidad internacional, condena que incluye la represión del PCCh a las libertades de Hong Kong, la opresión a los musulmanes uigures en Xinjiang, la agresión militar en el Mar de China Meridional y la beligerancia hacía Taiwán.
Aproximadamente 200 de las recomendaciones están dirigidas al Congreso, y aproximadamente un tercio de ellas son medidas que ya se aprobaron en la Cámara o en el Senado con apoyo bipartidista.
Derechos humanos
En respuesta a la distorsión cada vez mayor de Beijing a la autonomía en Hong Kong, el grupo de trabajo recomienda que la administración proporcione un puerto seguro para los habitantes de Hong Kong que huyen de la ciudad.
El grupo también insta al Congreso a exigir una evaluación interinstitucional de las prácticas de sustracción de órganos del régimen chino y, si es necesario, a identificar a los funcionarios chinos que supervisan el sistema que aprueba dichas sustracciones. Beijing extrae a la fuerza órganos de presos de conciencia, principalmente practicantes de Falun Gong, para suministrar a su sistema oficial de trasplantes, según hallazgos hechos en 2019 por un panel de expertos independientes.
La administración también debería tener presente si considera que la opresión a los uigures por parte del PCCh es un genocidio, recomienda el informe.
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