El Departamento de Defensa movilizó cerca de 1600 soldados cerca de Washington mientras los disturbios continuaban en múltiples ciudades de los Estados Unidos.
Dicha acción fue descrita como «una medida de planificación prudente en respuesta al apoyo continuo a las operaciones de las autoridades civiles» por el portavoz del Pentágono Jonathan Rath Hoffman.
La operación tuvo lugar con aviones militares.
Las tropas de infantería asignadas a una fuerza con base en Fort Bragg (Carolina del Norte) estaban entre los soldados trasladados, junto con el cuartel general de la 16ª Brigada de Policía Militar.
El 91º Batallón de la Policía Militar se trasladó desde Fort Drum, en el estado de Nueva York.
La brigada actúa como elemento de mando y control del batallón, que proporciona principalmente capacidad de policía militar e ingeniería.
«Los elementos de servicio activo están apostados en bases militares de la Región de la Capital Nacional, pero no en Washington DC. Están en estado de alerta elevado pero permanecen bajo la autoridad del Título X y no participan en el apoyo de la defensa a las operaciones de las autoridades civiles», dijo Hoffman en un comunicado.
Los disturbios en varias ciudades, incluyendo Washington, comenzaron la semana pasada tras el inicio de protestas provocadas por la muerte de un hombre negro, George Floyd, bajo custodia policial en Minneapolis.
Altos funcionarios del Departamento de Defensa dijeron el lunes que las tropas fueron trasladadas a la Región de la Capital Nacional para que pudieran responder más rápido si fuera necesario, pero que no habían sido desplegadas.
En base al número de fuerzas de la Guardia Nacional y al de agentes de policía que respondieron a los disturbios, «la esperanza y la expectativa es que no será necesario llamar a fuerzas adicionales del servicio activo», dijo el funcionario en una llamada a los periodistas.
Las tropas en servicio activo solo pueden ser desplegadas por el presidente Donald Trump, el comandante en jefe.
La Ley de Insurrección, que algunos han recomendado a Trump, no había sido invocada, según dijo uno de los funcionarios.
La ley dice que un presidente puede movilizar a los militares para hacer cumplir las leyes o suprimir la rebelión si decide que «las obstrucciones, combinaciones o ensamblajes ilegales, o la rebelión contra la autoridad de los Estados Unidos, hacen que sea impracticable hacer cumplir las leyes de los Estados Unidos en cualquier Estado por el curso ordinario de los procedimientos judiciales».
Cerca de 1200 soldados de la Guardia Nacional que se encuentran completamente en activo en el Distrito de Columbia iban a ser complementados el lunes por fuerzas adicionales de Delaware, Nueva Jersey, Ohio y Utah.
Nueva York planeaba enviar miembros de la Guardia Nacional, pero no terminó de hacerlo.
Algunas de las fuerzas llevaban armas letales.
El vicepresidente Mike Pence le dijo a KDKA el martes que él y Trump están listos «para desplegar personal militar en servicio activo para sofocar la violencia, para sofocar el saqueo».
Pence dijo que vio a los alborotadores participando en el saqueo y cometiendo actos de violencia contra los agentes de policía, incluyendo el embestir a los policías con vehículos en Nueva York y los disparos a un capitán de policía retirado en Missouri.
Pero, al igual que Trump, Pence dijo que los gobernadores deberían desplegar más fuerzas de la Guardia Nacional.
«El presidente y yo seguiremos instando a los gobernadores, como el gobernador Wolf, a que llamen a la Guardia Nacional, a que los desplieguen en las calles, y de manera firme y decisiva, para restablecer el orden. El pueblo americano no espera nada menos», dijo.
El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, un demócrata, solo ha convocado a 500 o 600 miembros, dijo Pence.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, otro demócrata, se negó a aceptar una oferta de apoyo de la Guardia Nacional, según dijo el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo (demócrata) a los periodistas el martes. La ciudad, la más grande de Estados Unidos, experimentó continuos disturbios el martes por la noche.
Ed Mullins, el presidente de la Asociación Benéfica Seargants, cuyos miembros sirvieron o sirven en el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, dijo en un mensaje horas más tarde el martes que estaba inundado de llamadas, mensajes y correos electrónicos pidiendo ayuda.
«Sé que estamos perdiendo la ciudad», dijo. «No tenemos liderazgo, ni dirección, ni plan. Sé que están siendo retenidos y usados como peones».
Mullins instó a los policías a no rendirse.
Cuomo musitó en una conferencia de prensa que podría «desplazar» a de Blasio y asumir las funciones del alcalde, pero dijo que la situación no merece actualmente tal acción.
En una encuesta de Morning Consult de esta semana, el 71 por ciento de los encuestados dijeron que apoyan fuertemente o de alguna manera a las ciudades que llaman a la Guardia Nacional para complementar las fuerzas policiales. Y la mayoría —58 por ciento— dijo que apoyan el despliegue de las fuerzas armadas de EE.UU. para complementar a los agentes de policía.
Trump ha instado repetidamente a los funcionarios estatales y locales a intensificar la aplicación de la ley y el orden.
El presidente dijo en un discurso a la nación el lunes que «todos los estadounidenses estaban con razón asqueados y rebeldes por la brutal muerte de George Floyd», añadiendo: «Mi administración está totalmente comprometida a que, por George y su familia, se haga justicia».
«No habrá muerto en vano», dijo Trump. «Pero no podemos permitir que los gritos justos y los manifestantes pacíficos sean ahogados por una turba furiosa. Las mayores víctimas de los disturbios son los ciudadanos amantes de la paz en nuestras comunidades más pobres, y como su presidente, lucharé para mantenerlos a salvo. Lucharé para protegerlos. Soy su presidente de la ley y el orden, y un aliado de todos los manifestantes pacíficos».
«Pero en los últimos días, nuestra nación se ha visto atrapada por anarquistas profesionales, turbas violentas, pirómanos, saqueadores, criminales, alborotadores, Antifa, y otros. Varios gobiernos estatales y locales no han tomado las medidas necesarias para salvaguardar a sus residentes. Personas inocentes han sido salvajemente golpeadas, como el joven de Dallas (Texas), que se quedó muriendo en la calle, o la mujer del norte del estado de Nueva York, atacada con saña por peligrosos matones».
Tras calificar las acciones violentas como «actos de terror interno», Trump dijo que había movilizado todos los recursos federales disponibles, tanto civiles como militares, para detener los disturbios, los saqueos y la destrucción generalizada.
Trump dijo que había enviado miles de soldados armados, personal militar y agentes de la ley a Washington para detener la violencia y hacer cumplir un nuevo toque de queda temporal a las 7 p.m.
«Quiero que los organizadores de este terror sepan que se enfrentarán a severas penas criminales y largas condenas en la cárcel. Esto incluye a Antifa y a otros, que son los principales instigadores de esta violencia», dijo.
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