El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que el “presidente habla por todos nosotros” en referencia a los comentarios anteriores del presidente Joe Biden en los que dijo que el líder chino Xi Jinping es un dictador.
Biden se refirió anteriormente a Xi como un «dictador» durante un evento de recaudación de fondos en California, solo un día después de que Blinken informara haber tenido una «conversación sólida» con el líder del Partido Comunista Chino (PCCh) en Beijing.
El comentario provocó la ira de los funcionarios chinos, quienes lo llamaron una “provocación política”. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, dijo que la declaración de Biden “violó gravemente la dignidad política de China”.
Blinken dijo durante una aparición el 25 de junio en el programa “State of the Union” que respalda el comentario del presidente, luego de que el propio Biden predijera que el comentario no tendría un efecto real en las relaciones con China.
La presentadora de CNN, Dana Bash, habló con Blinken sobre los comentarios.
“Fuiste a Beijing la semana pasada. Fue un intento de suavizar las relaciones desgastadas con China”, dijo Bash. “Dos días después, el presidente Biden dijo que Xi Jinping es un “dictador”, lo que enfureció tanto a China que emitieron una reprimenda diplomática oficial al embajador de Estados Unidos. ¿Se equivocó el presidente al llamar dictador a Xi Jinping?”.
“Está muy claro que cuando se trata de China, vamos a hacer y decir cosas que no les gustan, van a hacer y decir cosas que no nos gustan”, respondió Blinken. “Si miras lo que sale del Ministerio de Relaciones Exteriores de China todos los días sobre Estados Unidos, escucharás mucho de eso”.
Blinken también aprovechó para defender su viaje a China, el cual generó algunas críticas de los republicanos.
“El propósito de mi viaje por instrucción del presidente fue tratar de darle un poco más de estabilidad a la relación, demostrar que estamos comprometidos a manejarla de manera responsable… y poder tratar nuestras diferencias de manera muy directa”, dijo.
“No hay ningún secreto sobre esas diferencias. No es ningún secreto nuestra preocupación por la democracia, los derechos humanos y algunas de las acciones que China está llevando a cabo en todo el mundo”.
Sin embargo, a pesar de estas diferencias, Blinken enfatizó la importancia de mantener una línea de comunicación con el estado chino para “evitar la escalada a un conflicto que queremos evitar”.
La naturaleza de la relación con China es tal, agregó Blinken, que los desacuerdos filosóficos son inevitables.
“Una de las cosas que les dije a los chinos es que vamos a seguir haciendo cosas y diciendo cosas que no les gustan, así como ustedes hacen lo mismo, y las resolveremos”.
Bash volvió a preguntar: «¿Crees que Xi Jinping es un dictador?»
Blinken respondió: “El presidente habla claro, habla con franqueza, he trabajado para él durante más de 20 años y habla por todos nosotros”.
Reacciones de los legisladores al comentario
Los legisladores y otros funcionarios públicos dieron reacciones variadas al comentario sobre Xi como “dictador”.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (D-N.Y.), se negó a comentar sobre la caracterización a Xi por parte de Biden, pero le dijo a la prensa: “Calificaría lo que está sucediendo con el Partido Comunista Chino y su represión a sus ciudadanos como algo altamente problemático, inconsistente con nuestros valores como estadounidenses, y que vamos a seguir estando del lado de la libertad”.
Asimismo, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), sugirió que el comentario puede haber estado bien fundado, pero se abstuvo de respaldarlo abiertamente.
“Bueno, mira, yo diría que [Xi] tiene muchas, muchas tendencias autocráticas”, dijo Schumer. “No son una democracia abierta y de pleno derecho, por decir lo menos”.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul (R-Texas), aplaudió la medida, que dijo que era una postura más apropiadamente dura.
“Biden tiene razón: Xi es un dictador y debemos tratarlo como tal”, dijo McCaul. “Esta administración debe dejar de complacer a Beijing y debe comenzar a impulsar acciones competitivas”.
McCaul había criticado anteriormente el viaje de Blinken a China. Sugirió que dicha acción le dio demasiado terreno diplomático a China.
Emel Akan contribuyó a este artículo.
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