El jueves, el Comité Nacional Republicano (RNC) presentó una resolución que censuraría a los representantes Adam Kinzinger (R-Ill.) y Liz Cheney (R-Wyo.) por su papel en el controvertido Comité del 6 de enero de la Cámara.
La resolución despojaría oficialmente a Cheney y Kinzinger del apoyo del GOP y les quitaría el reconocimiento como miembros del Partido Republicano por parte del RNC.
«La misión principal del Partido Republicano es elegir a los republicanos que apoyan la Constitución de Estados Unidos y comparten nuestros valores», dice la resolución del RNC.
«La Conferencia no debe ser saboteada por los representantes Liz Cheney y Adam Kinzinger, quienes han demostrado, con acciones y palabras, que apoyan los esfuerzos demócratas para destruir al presidente [Donald] Trump más de lo que apoyan recuperar una mayoría republicana en 2022», decía más abajo.
«Los representantes Cheney y Kinzinger se han involucrado en acciones en sus posiciones como miembros del Comité Selecto del 6 de enero que no son propias de los miembros republicanos del Congreso, que incluyen el desprecio del Comité por los derechos de las minorías, los controles y equilibrios tradicionales, el debido proceso y la adhesión a otros precedentes y reglas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y que parece que tienen la intención de avanzar en una agenda política para impulsar las sombrías perspectivas del Partido Demócrata en las próximas elecciones de mitad de período», continuó la resolución.
Los representantes Cheney y Kinzinger dicen ser miembros del Partido Republicano», dijo el RNC, pero «los representantes Cheney y Kinzinger están participando en una persecución liderada por los demócratas a ciudadanos ordinarios que participan en el discurso político legítimo, y ambos están utilizando su afiliación política profesada en el pasado para enmascarar el abuso de los demócratas del poder judicial con fines partidistas».
«Por lo tanto, se resuelve que el Comité Nacional Republicano por la presente censura formalmente a los representantes Liz Cheney de Wyoming y Adam Kinzinger de Illinois y cesará inmediatamente cualquier y todo apoyo a ellos como miembros del Partido Republicano por su comportamiento que ha sido destructivo para la institución de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el Partido Republicano y nuestra república, y es inconsistente con la posición de la Conferencia».
La censura es un acontecimiento importante para el RNC, que se ha visto cada vez más frustrado por el apoyo de Kinzinger y Cheney a la comisión del 6 de enero, que se ha enfrentado durante mucho tiempo a acusaciones de comportamiento completamente partidista.
Trump ha calificado a la comisión de «cacería de brujas», y muchos legisladores de la Cámara de Representantes y del Senado han estado de acuerdo con la opinión.
Kinzinger anunció a principios del 117º Congreso que no se presentaría a la reelección, pero Cheney no se ha comprometido a ello. Trump ya ha apoyado a una contrincante de Cheney, la abogada Harriet Hageman, y los primeros indicios muestran que Hageman tiene una ventaja sustancial sobre Cheney en el estado de Wyoming, rojo sólido y con un solo escaño en la Cámara.
Tras la presentación de la resolución del RNC, Cheney se defendió en un hilo de Twitter de dos partes.
«Los líderes del Partido Republicano se han convertido en rehenes voluntarios de un hombre que admite que intentó anular unas elecciones presidenciales y sugiere que perdonaría a los acusados del 6 de enero, algunos de los cuales han sido acusados de conspiración sediciosa», dijo Cheney.
«Soy una conservadora constitucional y no reconozco a aquellos de mi partido que han abandonado la Constitución para acoger a Donald Trump. La historia será su juez. Nunca dejaré de luchar por nuestra república constitucional. Pase lo que pase».
Una investigación dirigida por la representante Marjorie Taylor Greene sobre el trato a las personas acusadas por la irrupción en el Capitolio descubrió que los acusados en relación con la manifestación «Stop the Steal» del 6 de enero se habían enfrentado «nada menos que a violaciones de los derechos humanos».
Según Greene, los acusados del 6 de enero han estado retenidos durante meses en la cárcel de D.C., negándoseles las visitas de sus familias, los servicios religiosos, la fianza e incluso el aseo básico, incluyendo el negarles un corte de pelo y las cuchillas para afeitarse. Una investigación sorpresa de la cárcel realizada por el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos en enero identificó «deficiencias» en la cárcel de D.C., incluyendo pruebas de que a los prisioneros se les había cortado el agua.
Cheney y Kinzinger, al igual que otros miembros del panel del 6 de enero, no han hecho nada para responder o abordar estas graves acusaciones.
El senador Mitt Romney (R-Utah) también defendió a Cheney y Kinzinger en Twitter.
«La vergüenza cae sobre un partido que censura a personas de conciencia, que buscan la verdad frente a la fuerte crítica», escribió Romney. «El honor corresponde a Liz Cheney y Adam Kinzinger por buscar la verdad incluso cuando hacerlo tiene un gran costo personal».
La resolución tendrá poco efecto sobre Kinzinger, dado que ha decidido no volver a presentarse. Pero podría ser el último clavo en el ataúd para la carrera política de Cheney, ya que hace que sea aún más improbable que los residentes de Wyoming, leales a Trump, voten para volver a nominarla a finales de este año.
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