Los demócratas se prepararon para esto; Los republicanos lo esperaban, pero una ola republicana no se materializó en la noche de las elecciones de 2022.
En las primeras elecciones tras la llegada de un nuevo presidente, es habitual que el partido opuesto al presidente obtenga escaños en el Congreso. Con un índice de aprobación del presidente Joe Biden del 39 % en la víspera de las elecciones, parecía inminente un cambio de poder. Eso no ha sucedido todavía.
Los votantes aún esperan saber qué partido controlará el Senado. Las elecciones por el Senado de Georgia, Nevada y Arizona aún están indecisas.
Con 97 escaños en el Senado decididos, los demócratas tienen 48 escaños y los republicanos 49.
Los demócratas obtuvieron un escaño cuando los votantes de Pensilvania cambiaron el escaño del senador republicano Pat Toomey por uno demócrata con la elección de John Fetterman, quien se enfrentó en una reñida contienda electoral al republicano Dr. Mehmet Oz.
En Georgia, el senador demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker se enfrentarán a una segunda vuelta electoral el 6 de diciembre. Ninguno de los candidatos logró la mayoría en las elecciones generales requerida por la ley estatal. Con el 98 por ciento de los votos contados, Warnock obtuvo el 49.4 por ciento, o 1,941,499 votos, apenas superando a Walker, que obtuvo el 48.5 por ciento o 1,906,246 votos. Esta será la segunda vez que Warnock se enfrente a una segunda vuelta electoral. Él se enfrentó a una segunda vuelta electoral especial en enero de 2021.
En Arizona, donde se ha atrasado el conteo, solo el 66 por ciento de los resultados están disponibles a las 4:00 p. m. del miércoles. El demócrata Mark Kelly tiene el 51.4 por ciento, o 927,423 de los votos, superando al republicano Blake Masters con el 46.4 por ciento con 837,261 votos.
En Nevada, con el 77 por ciento de los resultados contados hasta las 4 p.m. del miércoles, el republicano Paul Laxalt lidera con 49.9 por ciento o 418,461 votos superando a Catherine Marie Cortez Masto con 47.2 por ciento o 395,866 votos. Los resultados de Nevada se atrasaron debido a la escasez de trabajadores electorales y la aceptación de boletas por correo que llegan después del día de las elecciones.
Una vez que se cuenten estos tres estados, si los líderes actuales se imponen, se sumarán dos demócratas y un republicano al Senado, con lo que la balanza quedará igualada: 50 demócratas y 50 republicanos. En ese caso, los demócratas mantienen la mayoría gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
En el Congreso actual, el Senado es esencialmente el mismo, con 50 republicanos, 48 demócratas y dos independientes que se alinean con los demócratas.
Si todas las contiendas electorales se decantaran por un partido u otro, no sería una mayoría lo suficientemente amplia como para que ninguno de los dos partidos se sintiera cómodo. El partido contrario solo tendría que influir en unos pocos senadores en cualquier proyecto de ley.
Si los demócratas ganan los tres votos indecisos, el balance sería 51–49. Si los republicanos toman el control de los tres escaños, el poder pasaría a ser de 52-48.
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