Una gran mayoría de los votantes que dicen que es probable que voten en las elecciones al Congreso de noviembre están de acuerdo con la descripción del discurso del presidente Joe Biden del 1 de septiembre en Filadelfia como una “escalada peligrosa en la retórica” que estaba “diseñada para incitar al conflicto entre los estadounidenses”.
El discurso de Biden fue pronunciado en el Independence Hall de Filadelfia, donde se reunió la Convención Constitucional en 1787 para redactar la Constitución de Estados Unidos. Durante sus declaraciones, Biden condenó al expresidente Donald Trump y a sus partidarios “republicanos MAGA” por representar “un extremismo que amenaza los fundamentos mismos de nuestra república».
Pero los resultados de la encuesta de Trafalgar Group, con sede en Atlanta, realizada a 1084 posibles votantes durante los tres días inmediatamente posteriores al discurso de Biden televisado en horario de máxima audiencia, sugieren que la mayoría de los que decidirán el resultado de las elecciones intermedias en noviembre perciben al presidente como el representante del extremismo político.
La encuesta tiene un margen de error del 2.9 por ciento y un índice de confianza del 95. El Trafalgar Group fue fundado por Robert Cahaly y formó parte de un pequeño grupo de empresas encuestadoras que predijeron con éxito la victoria de Trump en 2016 frente a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
A cada uno de los encuestados se le hizo esta pregunta: «¿Cuál es su opinión sobre el reciente discurso del presidente Biden a la nación en horario de máxima audiencia, en el que acusó a sus adversarios políticos de representar ‘un extremismo que amenaza los fundamentos mismos de nuestra república’?»
Entre todos los encuestados, el 56.8 por ciento estuvo de acuerdo con la afirmación de que el discurso de Biden “representa una peligrosa escalada de retórica y está diseñado para incitar al conflicto entre los estadounidenses”.
Un poco más de un tercio de los encuestados, el 35.5 por ciento, estuvo de acuerdo con una descripción del discurso de Biden como un “mensaje de campaña aceptable que se espera en un año electoral”.
De los demócratas que respondieron, el 70.8 por ciento estuvo de acuerdo en que el discurso de Biden era aceptable, y solo el 18.7 por ciento dijo que representaba un peligro. Los republicanos reaccionaron de una forma aún más intensa en sentido contrario, con un 89.1 por ciento que percibió al discurso como peligroso y menos del cinco por ciento lo percibió como aceptable.
Sin embargo, desde el punto de vista político, los resultados más significativos de la encuesta de Trafalgar Group provinieron de los independientes, los votantes del centro que suelen aportar los votos decisivos que definen a los ganadores en las elecciones al Congreso.
Casi dos de cada tres de los independientes, el 62.4 por ciento, estuvo de acuerdo con la descripción de las palabras del presidente como una «escalada peligrosa», y el 31.2 por ciento dijo que era un lenguaje aceptable para la época de campaña.
El mismo Biden parecía estar tratando de dar marcha atrás en su retórica en Filadelfia, declarando al día siguiente: “No considero que ningún partidario de Trump sea una amenaza para el país. Creo que cualquiera que invoque al uso de la violencia, se niegue a reconocer una elección… cambiando la forma en que se cuentan los votos, eso es una amenaza para la democracia”, dijo Biden, sin dar más detalles.
Luego, durante un discurso de campaña del Día del Trabajo el 5 de septiembre en Milwaukee, Wisconsin, Biden describió a los partidarios de su predecesor como “extremistas” y “trumpistas”. Posteriormente ese mismo día, durante un discurso en Pittsburgh, dijo respecto a Trump que «está claro hacia dónde quiere dirigirse. Está claro en qué dirección están los nuevos republicanos MAGA… muy extremos».
La retórica de Biden en Filadelfia y en la campaña durante el fin de semana del Día del Trabajo contrastó fuertemente con sus declaraciones durante su discurso de investidura el 20 de enero de 2021, cuando declaró que “la historia, la fe y la razón muestran el camino, el camino de la unidad. Podemos vernos unos a otros no como adversarios sino como vecinos. Podemos tratarnos unos a otros con dignidad y respeto. Podemos unir fuerzas, dejar de gritar y bajar la temperatura. Porque sin unidad, no hay paz, solo amargura y furia”.
Mark Meckler, presidente de la Convención de los Estados, para quien Trafalgar Group realizó la encuesta, dijo que “estas cifras revelan que la mayoría de los votantes estaban disgustados y profundamente perturbados por lo que vieron la semana pasada. Cuando se combina este hallazgo con encuestas anteriores que indicaban que la mayoría de los votantes también consideran al presidente Biden responsable de las divisiones de Estados Unidos, está claro que el hombre que prometió unir a la nación se ha convertido en el presidente más divisivo de la historia de Estados Unidos», en un comunicado sobre los resultados.
Meckler añadió que «cuando los votantes le dicen que piensan que los comentarios preparados de un presidente de Estados Unidos en funciones son una escalada peligrosa y diseñada para incitar al conflicto, es que estamos viviendo tiempos aterradores. Tal vez sea aún más aterrador el hecho de que una enorme mayoría de demócratas piense que se trata de un discurso rutinario de campaña electoral».
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