Estados Unidos quiere ver al ejército ruso «debilitado» durante la invasión a Ucrania, dijo el lunes el secretario de Defensa, Lloyd Austin, cuando él y el secretario de Estado, Antony Blinken, se reunieron con funcionarios en Europa.
«Queremos ver a Rusia debilitada hasta el punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania», dijo Austin a los periodistas, según una transcripción.
Sus comentarios del lunes son, quizás, los más explícitos hasta ahora de un funcionario de la Casa Blanca sobre los objetivos de la administración Biden en el conflicto, lo que representa una agudización de la retórica hacia el gobierno ruso en el tercer mes del conflicto. Austin hizo los comentarios mientras hablaba con Blinken en una conferencia de prensa en Polonia, un día después de que la pareja visitara Kiev para reunirse con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, con el propósito de brindar más asistencia militar.
Cuando se le preguntó sobre los «objetivos de éxito» de Estados Unidos durante el conflicto, Austin respondió: «Ucrania sigue siendo un país soberano, un país democrático, capaz de proteger su territorio soberano». Pero luego les dijo a los periodistas que quiere que la capacidad militar de Rusia disminuya.
“Ya ha perdido mucha capacidad militar y muchas de sus tropas, francamente, y queremos que no tengan la capacidad de reproducir esa capacidad muy rápidamente”, agregó Austin.
Al mismo tiempo, Austin dijo que quiere que la OTAN y sus aliados se vuelvan “más unidos”, y agregó que las sanciones económicas occidentales contra los principales líderes de Rusia, su economía y su industria son un paso en la dirección correcta.
“Creemos que [Ucrania] puede ganar si tiene el equipo adecuado, el apoyo adecuado”, continuó Austin, y agregó sobre Zelensky: “Aunque está agradecido por todo lo que estamos haciendo, también está centrado en lo que cree que necesitará a continuación para tener éxito”. El liderazgo de Ucrania quiere más tanques en el conflicto, dijo Austin.
El lunes, la administración anunció que nombraría a Bridget Brink como próxima embajadora de Estados Unidos en Ucrania. Brink se desempeña actualmente como embajadora de Estados Unidos en Eslovaquia, nación que comparte una pequeña frontera con Ucrania.
Por su parte, Rusia advirtió el lunes a Estados Unidos que no debe seguir enviando armas y equipos al ejército ucraniano, argumentando que esas maniobras corren el riesgo de agravar el conflicto. Estados Unidos y la OTAN han descartado el envío de tropas a la asediada nación de Europa del Este porque, según han dicho, podría ampliar el conflicto con Moscú.
Anatoly Antonov, el embajador ruso en Estados Unidos, dijo que las entregas de armas, incluidos los misiles antitanque Javelin y los misiles antiaéreos Stinger, fueron diseñadas para debilitar la capacidad militar de Rusia, pero en cambio están socavando los esfuerzos para llegar a un acuerdo de paz. Las entregas de armas también servirán para inflamar aún más el conflicto, dijo.
“Lo que están haciendo los estadounidenses es echar leña al fuego”, dijo Antonov a la televisión estatal. “Solo veo un intento de subir las apuestas, de agravar la situación, de ver más pérdidas”.
A principios de abril, Biden dijo que prometería más de USD 800 millones en nuevos envíos de armas a Ucrania y que pediría al Congreso más fondos en un futuro próximo.
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