Estados Unidos atacará a ISIS en represalia por los bombardeos en Kabul que dejaron una docena de soldados estadounidenses muertos, dijo el jueves el presidente Joe Biden.
«A los que llevaron a cabo este ataque, así como a cualquiera que desee hacerle daño a Estados Unidos, sepan esto: no [los] perdonaremos. No [lo] olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar. Defenderé nuestros intereses y a nuestro pueblo con todas las medidas a mi alcance», dijo Biden desde la Casa Blanca en Washington.
El presidente ha ordenado a los militares que elaboren planes para atacar las instalaciones y a los combatientes de ISIS.
«Responderemos con fuerza y precisión cuando queramos, en el lugar que elijamos, en el momento que elijamos», dijo.
«Estos terroristas de ISIS no ganarán. Estados Unidos no se dejará intimidar».
ISIS se atribuyó la autoría del atentado, jactándose de que un terrorista suicida logró atravesar tanto los controles talibanes como la presencia de seguridad estadounidense en la mayor ciudad de Afganistán.
El terrorista de ISIS «logró llegar a donde estaban reunidos varios traductores y colaboradores del ejército estadounidense, y luego detonó su cinturón de explosivos», dijo el grupo en un comunicado. Afirmó que el atacante pudo acercarse a menos de cinco metros de las tropas estadounidenses en una puerta en la parte este del aeropuerto.
Funcionarios estadounidenses han fijado en 12 el número de muertos entre los estadounidenses y otros 15 soldados heridos.
Decenas de afganos también fallecieron.
Biden habló unas siete horas después de que ocurrieran las explosiones en el aeropuerto de Kabul, controlado por Estados Unidos. Él y los funcionarios de la administración, salvo una breve sesión informativa de un general estadounidense, desaparecieron tras el ataque, lo que provocó peticiones de renuncia por parte de algunos destacados republicanos.
Biden se describió a sí mismo y a la primera dama, Jill Biden, como «indignados» y «desconsolados» por las pérdidas, y añadió que sus corazones están dolidos por las familias que perdieron a sus seres queridos.
Relató cómo su difunto hijo, Beau Biden, murió de cáncer después de servir en el ejército, contando que se sentía «como si te succionara un agujero negro en medio del pecho».
Las tropas estadounidenses han estado cooperando con el grupo terrorista de los talibanes, que tomó el control de Afganistán a mediados de julio, para llevar a cabo evacuaciones masivas en el país. No hay indicios de que los talibanes hayan participado en el atentado o hayan permitido que se produjera, dijo Biden, repitiendo las palabras del general Kenneth McKenzie.
Nuevas explosiones sacudieron el aeropuerto de Kabul a última hora del jueves. Un portavoz talibán dijo que las explosiones fueron provocadas por las fuerzas estadounidenses «para destruir su equipo», avivando el temor de que los estadounidenses se retiren antes del plazo fijado por Biden, el 31 de agosto.
Pero el presidente dijo que el plan es, a partir de ahora, permanecer hasta la fecha límite.
La gente sigue necesitando ayuda para escapar del país, incluidos los estadounidenses, dijo el presidente, y añadió: «Los militares han llegado a la conclusión de que eso es lo que debemos hacer. Creo que tienen razón. Creo que tienen razón».
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