Las protestas estallaron en Venezuela el 29 de julio después del disputado resultado electoral en el que tanto el presidente Nicolás Maduro como su oponente, Edmundo González, se atribuyeron la victoria.
El Observatorio Venezolano de Conflictos, un grupo de defensa de los derechos humanos, informó en las redes sociales de enfrentamientos entre algunos manifestantes y las fuerzas de seguridad. El grupo dijo que se produjeron más de 180 protestas en 20 de los 23 estados del país.
«Se han reportado numerosos actos de represión y violencia llevados a cabo por colectivos paramilitares y fuerzas de seguridad», escribió el observatorio en un posteo del 29 de julio en la plataforma de redes sociales X.
El lunes, los manifestantes derribaron una estatua de Hugo Chávez, el difunto mentor de Maduro, que fue elegido en 1999 y murió en 2013. Chávez fue quien inauguró la era del gobierno socialista en el país.
María Corina Machado, la líder del partido de la oposición, declaró en una conferencia de prensa el lunes que la oposición tenía pruebas de que su partido derrotó al partido gobernante del Sr. Maduro en las elecciones del 28 de julio.
El 73 por ciento de los votos escrutados accesibles a la oposición mostraron que el Sr. González había ganado una clara victoria, asegurando más del doble de votos que el Sr. Maduro, dijo la Sra. Machado.
Las autoridades electorales venezolanas dijeron el lunes que el Sr. Maduro había ganado un tercer mandato de seis años, con el 51 por ciento de los votos.
Tanto el partido gobernante como la oposición han llamado a sus partidarios a manifestarse.
«Mis queridos venezolanos, mañana nos encontramos; como una familia, organizados, demostrando la determinación que tenemos para hacer que cada voto cuente y defender la verdad», escribió la Sra. Machado en un posteo en X el 30 de julio.
El jefe de campaña de Maduro, Jorge Rodríguez, un diputado oficialista, también instó a sus seguidores a marchar hacia el Palacio de Miraflores, la residencia oficial del presidente, para apoyar al partido gobernante.
El Sr. Maduro, de 61 años, que se declaró partidario de la paz, dijo el lunes por la noche en la televisión estatal: «Hemos estado siguiendo todos los actos de violencia promovidos por la extrema derecha. Puedo decirle al pueblo de Venezuela que si han hecho daño, estamos actuando».
«Ya conocemos esta película, así que una vez más, junto con la unión civil, militar y policial, estamos actuando. Ya sabemos cómo operan ellos».
Estados Unidos considera que la reelección del Sr. Maduro en 2018 fue fraudulenta. Maduro asumió el cargo de Hugo Chávez después de que el exlíder muriera en 2013. El Sr. Maduro es llamado dictador por los líderes mundiales.
Los partidarios de la oposición tenían la esperanza de que un cambio de gobierno les evitaría otro mandato de seis años de Maduro.
Bajo su mandato, la economía de Venezuela se ha hundido, un tercio de la población ha emigrado a otros países y las relaciones diplomáticas se han deteriorado. Estados Unidos, la Unión Europea y otros países han impuesto sanciones al país, paralizando su industria petrolera.
El gobierno de Biden concedió al Sr. Maduro un alivio de las sanciones petroleras de la era Trump, junto con otras formas de alivio, a cambio de su promesa de celebrar elecciones justas supervisadas por observadores internacionales neutrales.
Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros países han pedido al Consejo Nacional Electoral de Venezuela que publique la tabulación completa de los votos de los recintos electorales.
Un funcionario de la administración Biden declaró a la prensa el 29 de julio que las cifras independientes de que disponía eran «contradictorias» con los resultados anunciados por las autoridades venezolanas.
El funcionario dijo que si hay resistencia a proporcionar transparencia, «entonces creo que eso se vuelve altamente problemático cuando se trata de la capacidad de Estados Unidos o de otros miembros de la comunidad internacional para juzgar si estas elecciones fueron de hecho inclusivas y creíbles».
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, indicó el 29 de julio que los venezolanos emitieron sus votos en un ambiente totalitario, calificándolo de admirable, pero añadió que a Estados Unidos le preocupa que los resultados de las elecciones no «reflejen la voluntad y los votos del pueblo venezolano».
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, declaró a los periodistas en Nueva York que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, «pidió total transparencia y alienta la publicación oportuna de los resultados de las elecciones y un desglose por colegios electorales».
Según el partido de la oposición de Venezuela, se emitieron un total de 2.75 millones de votos para el Sr. Maduro y 6.27 millones para su oponente, el Sr. González.
Esto contrasta con el recuento de la autoridad electoral, que declaró ganador a Maduro con 5.15 millones de votos (51%). La autoridad electoral dijo que el Sr. González recibió 4.45 millones de votos (44%).
Con información de Reuters
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