La eficacia de las vacunas contra la cepa Delta, ampliamente utilizadas, se debilita a los tres meses de la inoculación, según un estudio de la Universidad de Oxford, que también afirma que dos dosis de la vacuna proporcionan tanta protección como «haber tenido COVID-19 antes a través de un contagio natural».
El estudio, realizado por la Universidad de Oxford y la Oficina de Estadísticas Nacionales y publicado el jueves, analizó más de 3 millones de pruebas de PCR en todo el Reino Unido a partir de una muestra aleatoria de personas mientras la variante Delta se extendía este año. COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido como coronavirus.
«Las personas que se habían vacunado después de estar ya infectadas con COVID-19 tenían incluso más protección que los individuos vacunados que no habían tenido COVID-19 antes», dijo Oxford en un comunicado de prensa sobre el estudio. Los investigadores señalaron que, aunque las vacunas fabricadas por AstraZeneca y Pfizer mostraron una protección decreciente después de varios meses, las vacunas siguen siendo eficaces para «garantizar la protección» contra la cepa Delta del virus.
Además, añadieron, «dos dosis de cualquiera de las dos vacunas seguían proporcionando al menos el mismo nivel de protección que si se hubiera tenido COVID-19 antes a través de un contagio natural».
«Con Delta, las vacunas de Pfizer-BioNTech y Oxford-AstraZeneca siguen ofreciendo una buena protección contra las nuevas infecciones, pero la eficacia se reduce en comparación con la de Alfa», concluyó el estudio.
Los investigadores también descubrieron que los infectados con la variante Delta después de dos dosis tenían «niveles máximos similares» del virus del PCCh que los no vacunados.
Con la variante Alfa, los niveles máximos del virus en las personas vacunadas «eran mucho más bajos», según el estudio.
Dos dosis de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca proporcionan niveles de protección de hasta el 75 y el 61 por ciento, respectivamente, unos 90 días después de la vacunación, señalaron. Esto supone una reducción del 85 y el 68 por ciento, respectivamente, dos semanas después de la administración de la segunda dosis, según el informe.
A pesar de los resultados, los investigadores alabaron las vacunas COVID-19 en una declaración adjunta.
«Ambas vacunas, con dos dosis, siguen funcionando muy bien contra la Delta», dijo Sarah Walker, profesora de estadísticas médicas de la Universidad de Oxford y principal investigadora del estudio, y añadió que «cuando se empieza muy, muy alto, se tiene un largo camino por recorrer».
Walker no participó en el trabajo sobre la vacuna de AstraZeneca, que fue desarrollada inicialmente por expertos en inmunología de Oxford.
«Estamos viendo aquí los datos del mundo real sobre el rendimiento de dos vacunas, en lugar de los datos de los ensayos clínicos, y todos los conjuntos de datos muestran cómo la variante delta ha disminuido la eficacia de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca», añadió Simon Clarke, profesor asociado de microbiología celular de la Universidad de Reading.
Los investigadores no quisieron proyectar cuánto más bajaría la protección con el tiempo, pero sugirieron que la eficacia de las dos vacunas estudiadas convergería en los cuatro o cinco meses siguientes a la segunda inyección.
Otro hallazgo realizado fue que una sola inyección de la vacuna Moderna tiene una eficacia similar o mayor contra la variante Delta que las dosis únicas de otras vacunas.
Mientras tanto, el tiempo que transcurre entre las dosis de la vacuna, según los investigadores, no afecta a la «eficacia en la prevención de nuevas infecciones», aunque «las personas más jóvenes tienen incluso más protección con la vacunación que las personas mayores».
Con información de Reuters.
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