El exdirector en funciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) dice que las medidas de la nueva administración para reducir los criterios de aplicación de la ley de inmigración son «simplemente ridículas».
«Es casi como si ya no fuera ilegal estar ilegalmente en Estados Unidos», dijo Tom Homan a The Epoch Times el 18 de febrero.
Homan se retiró durante la Administración Trump, después de dirigir la agencia responsable de la aplicación de la ley de inmigración en el interior y de las deportaciones, así como de las investigaciones sobre el tráfico de personas y la delincuencia transfronteriza.
Le preocupa que la Administración Biden esté dejando sin sentido la ley de inmigración.
El 18 de febrero, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció nuevas prioridades en la aplicación de la ley que se centrarán en tres grupos de inmigrantes ilegales: las amenazas a la seguridad nacional, como los terroristas conocidos o sospechosos; los que cruzaron la frontera ilegalmente después del 1 de noviembre de 2020; y las amenazas a la seguridad pública (condenados por delitos graves).
Cualquier agente del ICE que se encuentre con un inmigrante ilegal que no pertenezca a las tres categorías deberá obtener la aprobación previa de su oficina de campo antes de emprender cualquier acción.
«Dicen que se trata de seguridad pública, pero solo se trata de lo peor de lo peor», dijo Homan. «Cuando se trata de asalto, cuando se trata de robo y allanamiento de morada, y todos estos otros delitos que han quitado de la mesa, más o menos han enviado un mensaje al resto del mundo [de que] está bien entrar en el país ilegalmente: mientras no cometas algunos de los delitos más graves, eres libre de quedarte, porque el ICE no te está buscando».
Sostiene que delitos como conducir bajo los efectos del alcohol deben considerarse un problema de seguridad pública.
«Fui agente de policía. Sé lo que es toparse con la escena de una conducción bajo los efectos del alcohol: es terrible. Y es obvio que nunca han hablado con una madre o un padre ángel cuyo hijo haya muerto a manos de alguien que está aquí ilegalmente y que conducía ebrio», dijo Homan.
Un funcionario del DHS dijo que las nuevas directrices para el ICE son para ayudar a la agencia a centrar sus limitados recursos en «los casos que le interesan al público».
El funcionario dijo que no se espera que los arrestos del ICE disminuyan bajo las nuevas directrices. «Para nosotros es solo una cuestión de reasignar recursos a los casos que realmente, verdaderamente importan», dijo el funcionario.
Pero Homan dijo que el ICE ya estaba dando prioridad a las amenazas a la seguridad pública.
El 92 por ciento de los casi 186,000 individuos que las Operaciones de Ejecución y Expulsión del ICE expulsaron en el año fiscal 2020 tenían condenas penales o cargos penales pendientes, según el informe de fin de año del ICE.
El ICE también llevó a cabo más de 103,000 detenciones en el interior, alrededor de un 30 por ciento menos que en el año fiscal 2019, debido a las restricciones de la COVID-19.
Aproximadamente el 90 por ciento de los arrestados tenía una condena o cargo penal, según el informe. Entre los arrestados se encontraban extranjeros con cargos o condenas penales por 1837 delitos de homicidio, 37,247 delitos de agresión y 10,302 delitos de agresión sexual o de índole sexual.
«Cada delito cometido por un inmigrante ilegal es un delito evitable», dijo Homan. «Si tuviéramos una verdadera seguridad fronteriza, una verdadera aplicación de las leyes de inmigración —si realmente aplicáramos las leyes de inmigración en este país y aseguráramos nuestra frontera—, se podrían evitar miles de delitos cada día porque ellos no están aquí».
Parte del trabajo del ICE consiste en localizar y expulsar a los 672,000 fugitivos que han recibido una orden de expulsión por parte de un juez federal de inmigración pero que siguen en Estados Unidos.
Pero la nueva directiva del DHS dice que los agentes del ICE deben obtener primero la autorización de los supervisores si se encuentran con inmigrantes ilegales que no son delincuentes convictos durante las operaciones.
La decisión de arrestar o no al individuo debe tener en cuenta si la persona puede estar sufriendo una enfermedad física o mental grave, dijo un funcionario del DHS.
«Queremos que [el ICE] piense en los lazos con la comunidad, si el individuo tiene familia aquí en Estados Unidos, familiares ciudadanos estadounidenses, y otras consideraciones», dijo el funcionario.
Homan dijo que el DHS está diciendo a los agentes del ICE que ignoren las órdenes de expulsión de los jueces de inmigración.
«¿En qué momento puede el poder ejecutivo decirle al poder judicial que sus órdenes legales no tienen sentido?», dijo.
«Es ridículo que un agente de seguridad tenga que llamar a un supervisor para pedirle permiso para hacer cumplir la ley. La ley es blanco sobre negro. Nombre a un policía estatal que necesite obtener la aprobación para escribir una multa por exceso de velocidad».
El 22 de febrero, el candidato a fiscal general Merrick Garland testificó ante el Comité de Justicia del Senado y le preguntaron si creía que la entrada ilegal en Estados Unidos debía seguir siendo un delito. El sistema de tribunales de inmigración se encuentra dentro del Departamento de Justicia.
«No he pensado en esa pregunta», dijo Garland. «Creo que el presidente ha dejado claro que somos un país con fronteras y con una preocupación por la seguridad nacional. No sé si una propuesta para despenalizar pero seguir haciendo ilegal la reentrada. No sé la respuesta a esa pregunta. No he pensado en ello».
El presidente Joe Biden ha deshecho varias medidas de seguridad fronteriza que la Administración Trump había puesto en marcha, incluyendo la suspensión temporal de las deportaciones de inmigrantes ilegales, la revocación de la prohibición del presidente Donald Trump de viajar desde países propensos al terrorismo, la detención de la construcción del muro fronterizo y la emisión de un amplio paquete de inmigración al Congreso que incluye la amnistía para millones de inmigrantes ilegales.
Homan afirma que el enfoque de Biden «nunca va a resolver la crisis de la inmigración, por lo que la frontera seguirá estando fuera de control».
Prevé una inminente crisis humanitaria en la frontera.
«Durante la última oleada [en 2019], la Patrulla Fronteriza dijo que entre el 50 y el 60 por ciento de su personal ya no está en la frontera porque están cambiando pañales, haciendo recorridos por el hospital, cuidando a las familias, [y] la mitad o más [de los agentes] ya no [están] de guardia», dijo.
«El presidente Biden era vicepresidente durante la primera oleada en el año fiscal 14 y 15. ¿Cómo la detuvimos? La detuvimos construyendo centros de detención y deteniendo a la gente hasta que viera a un juez. Así que olvidó todas las lecciones aprendidas y ahora intenta detener la detención».
La capacidad de los centros de detención del ICE se ha reducido de 52,000 a 15,000 inmigrantes ilegales.
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