Exponen dramáticos casos de hambre y desnutrición en Venezuela

Por Jesús de León – La Gran Época
21 de junio de 2019 3:56 PM Actualizado: 30 de enero de 2021 12:53 PM

Venezuela experimenta una crisis política y económica, con una hiperinflación devastadora que llevó a una escasez severa de alimentos y medicamentos, y que también provocó que más de 4 millones de personas dejaran el país en los últimos años.

El agravamiento de la crisis es palpable sobre todo en las denuncias sobre la situación de los niños, adolescentes y en general de la familia venezolana.

Los niños mueren en los hospitales sin acceso a medicamentos y desnutridos, familias del interior se están muriendo de mengua, no tienen electricidad ni gas, dijo la Asamblea Nacional en un comunicado, en el marco de la visita al país de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Según Cáritas, una organización católica de asistencia, el 23 por ciento de los niños de menos de 5 años en Venezuela sufren desnutrición.

En la foto de arriba, Katherine Castilla de 19 años de Maracaibo, fue fotografiada en abril por Alvaro Ybarra Zavala, sosteniendo a su bebé que sufre desnutrición grave.

Es quizás una de las últimas denuncias de esta situación de crisis humanitaria en la nación petrolera.

En la foto de arriba, aparece Anailin (izda.), una niña de solo dos años que padece de malnutrición grave y de una parálisis muscular que se puede tratar. Su madre no puede llevarla al hospital local puesto que este ha sido abandonado. El último paciente falleció allí sin cuidados, publicó ShareAmerica, del Departamento de Estado de EE. UU.

Evaluaciones recientes indican que los alimentos, los servicios de salud, la asistencia nutricional y el apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene se encuentran entre las necesidades humanitarias más urgentes de los venezolanos, dijo esta fuente.

Por otro lado, el medio venezolano Pitazo junto con CONNECTAS recorrió ocho ciudades de ese país para contar las historias de los niños que crecen en desventaja por nacer en medio de la emergencia humanitaria.

Estos medios contaron sobre Juan Luis, uno de estos niños. A Juan se le pueden contar los huesos sobre la piel porque está desnutrido.

“Las secuelas del hambre antes de los cinco años de edad son irreversibles. En su adultez Juan Luis será más propenso que otros hombres a padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes; también a rendir menos laboralmente o tener deficiencias intelectuales, todo como consecuencia del hambre que hoy padece”.

Otro caso es el de Miguel Blanco, de 28 años, que padece una condición neurológica y desnutrición extrema. Vive en el Barrio Alto de Milagros Norte en Maracaibo.

Según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), casi el 70 por ciento de los hospitales de Venezuela han informado de apagones eléctricos y falta de agua potable. El régimen ilegítimo de Maduro bloquea la asistencia internacional que se necesita desesperadamente para ayudar a los venezolanos, publicó ShareAmerica.

El colapso total del sistema de salud del país junto con el aumento exponencial de los precios de los alimentos, han llevado a Venezuela a una emergencia humanitaria total.

Según la revista Time, el venezolano promedio perdió  11 kilogramos en 2017. Bajo la mala gestión del régimen ilegítimo de Maduro, el 90 por ciento de las familias en Venezuela no pueden comprar suficientes alimentos a diario, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).

La encuesta de Encovi 2017, encontró que en el 80 por ciento de los hogares venezolanos hay hambre (término que engloba la desnutrición en todas sus fases), o inseguridad alimentaria como la denomina la FAO.

Hasta marzo de 2018, en Venezuela solo el 22 por ciento de los niños menores de cinco años tenían un estado de nutrición normal, según el informe Saman de Cáritas.

«La dictadura de Nicolás Maduro esconde esta realidad de la comunidad internacional. Las detenciones arbitrarias, el uso de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y los grupos paramilitares relacionados con la Revolución Bolivariana, son las herramientas de presión que el régimen utiliza para mantener oculto a la comunidad internacional la emergencia humanitaria», según publicó ShareAmerica.

Manifestantes antigubernamentales se enfrentan a las fuerzas de seguridad en Caracas durante la conmemoración del Primero de Mayo, el 1 de mayo de 2019. (Federico Parra/AFP/Getty Images)

“En Venezuela, la desnutrición infantil es la prueba de la emergencia, específicamente la desnutrición aguda global en niños menores de cinco años, como Juan Luis nacido en 2013, año que Nicolás Maduro asumió la Presidencia de la República”.

La crisis humanitaria tiene su origen en las políticas socialistas tomadas desde hace 15 años por Hugo Chávez, y perpetuadas por su sucesor Nicolás Maduro, provocando una profundización de la desnutrición desde el 2013.

“El director de estadística de la FAO aseguró que la tasa media de subalimentación en Venezuela entre 2015 y 2017, fue de 11,7 por ciento de la población, es decir, 3,7 millones de venezolanos comen mal, casi cuatro veces más que en el trienio 2010-2012. La cantidad de venezolanos mal alimentados es superior a la población de Uruguay, que según su último censo no llega a tres millones y medio de habitantes”, según el informe de Pitazo/CONNECTAS.

El 7 de marzo de 2018, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, David Beasley, calificó como “catastrófica” la crisis alimentaria en Venezuela.

De acuerdo con Encovi, en 2017 el 89 por ciento de los hogares venezolanos no contaban con el dinero que necesitaban para comprar comida.

El aumento de la pobreza no para. El precio de la canasta alimentaria familiar en mayo se ubicó en 2.552.836,38 bolívares, un aumento de 628.571,36 bolívares (32,7%) con respecto al mes de abril, y un incremento de 115.865,3% entre mayo de 2018 y mayo de 2019, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

Para adquirir la canasta referida una familia de cinco miembros necesita 63,8 salarios mínimos de 40.000 bolívares, es decir, 85.094,54 bolívares diarios, más de 2 salarios mínimos cada día.

Todos los productos de la canasta alimentaria aumentaron de precio:

Granos, 74,8%; raíces, tubérculos y otros, 56,7%; café, 52,9%; grasas y aceites, 49,6%; salsa y mayonesa, 46,3%; pescados y mariscos, 41,9%; carnes y sus preparados, 32,9%; frutas y hortalizas, 31,3%; cereales y productos derivados, 23,7%; leche, quesos y huevos, 20,8% y azúcar y sal, 12,6%.

El hambre afecta por igual a todos los venezolanos, y no solo a los niños. Saida Bravo, de 44 años, es otro de los casos denunciados recientemente. Ella es una víctima de la desnutrición extrema y de la enfermedad de Parkinson.

“No tiene ni los alimentos ni los cuidados médicos que necesita para sobrevivir. El colapso de Venezuela bajo Maduro y sus secuaces ha causado una crisis humanitaria en un país que una vez fue próspero”, publicó ShareAmerica.

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