En términos astronómicos, un evento en el que los cuerpos celestes se alinean se llama conjunción. Como esta conjunción involucra a los dos gigantes planetarios más grandes de nuestro sistema solar, se ha denominado «gran conjunción». Ocurre en cierto grado una vez cada dos décadas.
Sin embargo, el 21 de diciembre, que también es el solsticio de invierno, los dos aparecerán divididos por menos del diámetro visible de nuestra Luna llena.
Por supuesto, la realidad será muy diferente, porque los dos planetas están, espacialmente, cuatro veces más separados que la distancia entre la Tierra y el Sol, pero a simple vista, aparecerán como una sola luz brillante, casi como una estrella de Navidad.
De hecho, algunos, como el famoso astrónomo alemán Johannes Kepler, afirman que una notable triple alineación de Júpiter, Saturno y Venus puede haber sido la «Estrella de Belén» en el cuento de los Reyes Magos o de los «Tres Reyes Magos». «Con el uso de un telescopio, se podrá distinguir entre estos dos planetas gigantes, y también se podrán ver algunas de sus lunas.
Sin embargo, si usted está en Estados Unidos, Canadá o Europa, como el evento tiene lugar bastante abajo en el horizonte en el hemisferio norte, puede crear un desafío para las oportunidades de observarlo.
«Las condiciones de observación son mejores cerca del ecuador, aunque no importa dónde esté, hay tal vez una hora o más para observar esta conjunción antes que los planetas se pierdan en la neblina», añadió.
El mejor momento para ver el evento es alrededor del crepúsculo (la hora justo después de la puesta del sol). Debe ver al cielo del suroeste, preferiblemente con un telescopio. Sitios web como Stellarium pueden ayudarle a orientar su telescopio para una mejor visualización.
Las nubes bajas pueden, como a veces lo hacen, frustrar cualquier posibilidad de presenciar el evento. Sin embargo, incluso si las condiciones no son buenas el 21, todavía hay esperanza.
La conjunción sucederá entre el 17 y el 25 de diciembre; el 21 es la fecha en la que los dos planetas están más cerca.
En los últimos 2000 años, solo ha sucedido dos veces que Júpiter y Saturno se acercaron más de lo que lo harán este año. Una de esas fechas fue en 1623, pero el brillo del sol hizo que fuera imposible verlo.
Dada la rareza del evento, definitivamente vale la pena hacer el esfuerzo. Y, si se lo pierden, el próximo evento será dentro de 60 años.
El 15 de marzo de 2080, el espectáculo se repetirá, y los planetas lucirán tan cerca como en el 2020. De hecho, también podrá ser más fácil de presenciar, ya que deberá tener lugar más arriba en el horizonte.
El único problema, por supuesto, es tener que esperar a la siguiente oportunidad.
Para aquellos que deseen ser testigos de las maravillas celestiales en el cielo nocturno, no tienen que esperar hasta el 21 de diciembre para empezar a observar las estrellas; los dos planetas ya están visibles a medida que se acercan a este evento trascendental, y permanecerán así todas las noches durante el resto del año, en función de las condiciones locales. Son, junto con muchas otras cosas de allá arriba, una vista tentadora y que amplía la mente al contemplarlos.
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