Una gran cantidad de fábricas chinas dedicadas a la exportación cerraron recientemente debido a que no tenían suficientes pedidos que cumplir.
Algunos fabricantes de electrodomésticos también anunciaron que despidieron a sus empleados debido a la falta de solicitudes para exportación y de demanda interna a causa de la pandemia.
Desde que el brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus, se agravó en enero, gran parte de China fue puesta en cuarentena y las fábricas detuvieron completamente la producción durante más de un mes.
En febrero, Beijing alentó a las empresas a reanudar sus operaciones por la preocupación de la desaceleración económica. Pero debido a que algunas empresas chinas les inquietaba que el virus se propagara entre los empleados; muchas fábricas permanecieron cerradas.
Al reabrir algunas fábricas en marzo, se dieron cuenta de que se estaban enfrentando a un reto mayor: no tenían pedidos que cumplir. Los pedidos se cancelaron a medida que el virus se propagaba a otros países, quienes también adoptaron medidas de distanciamiento social y redujeron la actividad económica.
Las exportaciones de China han disminuido progresivamente desde enero. Reuters informó el 13 de abril los resultados de una encuesta realizada a 31 economistas chinos, donde se estimaron que las exportaciones de China en marzo serían un 14% más bajas que en el período anterior. Esa es una caída menor que la contracción del 17% registrada durante el período enero-febrero.
La encuesta también proyectó que el crecimiento económico de China se reduciría a cerca del 2% debido a la pandemia, la tasa más baja en más de 40 años.
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Detener la producción
En 2019, China exportó productos por valor de 17.23 billones de yuanes (unos 2.44 billones de dólares), 8.9 billones (1.26 billones de dólares) o el 51,65% del sector privado, según las estadísticas de la Administración General de Aduanas de China (GAC). Esos productos incluyen componentes electrónicos, electrodomésticos, equipos y piezas mecánicas, textiles y otros productos de trabajo intensivo.
El subdirector de la GAC, Zou Zhiwu, dijo que aproximadamente 499,000 empresas chinas importan o exportan bienes.
La mayoría de las empresas orientadas a la exportación se encuentran en el sur y el este de China, como las provincias de Guangdong, Zhejiang, Jiangsu, Fujian y Shandong.
Desde el 31 de marzo, un número cada vez mayor de fábricas de esas regiones anunciaron que dejaron de producir, tras una breve reapertura.
«Debido a la pandemia, nuestros clientes cancelaron todos sus pedidos», anunció el 25 de marzo la Zhongshan Jiaya Garment Co. de la provincia de Guangdong. «Toda nuestra compañía detendrá sus operaciones el 1 de abril, y no reabrirá antes del 31 de julio».
La empresa Guangzhou Brightlywell Shoes Co., también en Guangdong, pidió a sus empleados que regresen a casa, desde que la fábrica detuvo la producción el 1 de abril.
«A partir de hoy, todos los empleados podrán recibir sus salarios de febrero y marzo en efectivo. (…) Nuestra empresa decidió cerrar la fábrica durante tres meses», Dongguan Good Will Watch Case Co. en Guangdong, sugirió que sus empleados renunciaran por falta de pedidos. La compañía no dijo cuándo se pagará a los empleados si no renuncian.
Wenzhou Titan Shoes Co. en la provincia de Zhejiang declaró el 19 de marzo: «Debido a que los clientes cancelaron sus pedidos, detuvimos todo el proceso de contratación desde ayer. Todos los empleados pueden tomar un permiso sin sueldo desde el 1 de abril hasta el 30 de mayo. (…) Los animamos a todos a encontrar nuevos trabajos».
Una compañía de tejidos de la ciudad de Ningbo, provincia de Zhejiang, notificó a sus empleados que debido a la epidemia la producción se suspenderá hasta el 30 de septiembre.
«Este es el resultado inevitable de la pandemia», dijo el Comisionado de asuntos chinos en EE. UU. Tang Jingyuan en una entrevista. «La economía china depende de las exportaciones. Cuando los principales países consumidores, como Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido tienen graves brotes, poca gente puede comprar en China».
Tang predijo que la economía podría sufrir enormes costos.
«La falta de pedidos en un futuro próximo significará que más fábricas cierren en China, y mucha gente perderá su trabajo. Cuando muchos desempleados no tengan dinero para pagar sus hipotecas o para comprar bienes, China sufrirá una grave crisis financiera«, dijo Tang.
Despidos
Hisense, un importante fabricante de electrodomésticos y electrónica con sede en la ciudad de Qingdao, en la provincia de Shandong, se dirigió a las especulaciones en línea de que despediría a 10.000 empleados.
«La pandemia global causó que las ventas de electrodomésticos dentro y fuera de China se redujeran. Más del 40% de los ingresos de Hisense provienen de los mercados extranjeros. Nuestra situación es sombría», dijo la empresa en un comunicado, el 12 de abril.
La empresa confirmó que reducirá su personal, pero afirmó que el número que circulaba por Internet no era cierto.
«Tomamos métodos, tales como que los altos directivos tomen recortes salariales, para animar a los empleados», dice el comunicado. «Pagar a decenas de miles de empleados es un desafío difícil».
El principal competidor de Hisense, Haier, otra empresa de electrodomésticos y electrónica de consumo con sede en Qingdao, negó que haya despedido empleados, pero dijo que su director general, su presidente y algunos gerentes se ofrecieron a aceptar recortes salariales para ayudar a la empresa a funcionar.
Los minoristas y los restaurantes también están enfrentando desafíos debido a la epidemia. Desde principios de marzo, los propietarios de pequeños negocios en toda China han iniciado protestas frente a sus gobiernos locales para buscar recortes en sus alquileres, servicios públicos y otros gastos.
Las últimas cifras de las bases de datos chinas en línea revelaron que casi medio millón de empresas cerraron en el primer trimestre. La encuesta de Reuters realizada a economistas reveló que esperan que se pierdan casi 30 millones de empleos este año en China.
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